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Una malagueña de 29 años se ha visto obligada a volver a vivir con sus padres a pesar de que tiene una casa en propiedad. Nerea alquiló su vivienda en 2021 y, en diciembre de 2023, los inquilinos dejaron de pagar el alquiler.

Ellos son Nabil y su familia, que llevan un año y medio viviendo de forma ilegal en el piso de Nerea. Además, hace ostentación de su tren de vida en redes sociales y ha amenazado a la propietaria con destrozarle el piso.

"Se ha comprado un coche de alta gama, no paga porque no quiere. Sigue subiendo el ritmo de vida que llevaba antes", ha contado Nerea a una reportera del programa Mañaneros de La 1.

"No paga porque no quiere"

La joven narra que Nabil le prometió que le devolvería el piso cuando tuviera dinero, pero nunca lo hizo. En cambio, según las compras que publica en redes sociales, el dinero que está ahorrando en el alquiler lo está invirtiendo en todo tipo de adquisiciones.

"Se va de compras con su hijo y le regala la última PlayStation", asegura la chica. Además, revela que el inquiokupa es propietario de un restaurante en Estepona (Málaga) "que siempre tiene gente" y está en una zona con muchos turistas y en la que "la hostelería va bien".

El fraude se remonta a 2021, momento en el que Nerea optó por alquilar el piso a esta familia. En 2023, informó de que quería recuperar su casa y que dejaba de arrendarla. Sin embargo, los inquilinos se negaron y tuvieron su primer impago en diciembre de 2023.

A partir de febrero de 2024, la situación empeoró, ya que Nabil comenzó a amenazar a la propietaria con vídeos en los que insinuaba que iba a destrozar las paredes. "Si encuentras paredes, tendrás mucha suerte", dijo en un vídeo que envió a la joven.

Así, en octubre de 2024 se produjo el juicio y la orden de desahucio, pero finalmente fue suspendido en julio de 2025, poco antes de la entrevista en televisión, porque el juez aceptó la alegación del inquilino de que era una persona vulnerable.

Nerea, por su parte, sigue pagando "todo lo que le corresponde a ella, incluso cosas que le corresponderían a él". Incluyendo la factura de luz, el agua y, como no podía ser de otra manera, el coste del alquiler desde hace más de un año y medio.