El sector de la hostelería ha sido señalado en incontables ocasiones por las injusticias que deben soportar sus trabajadores y que llegan a ser ilícitas.
Por esto, muchas veces las inspecciones laborales suponen para los dueños de estos establecimientos un temor de que estas prácticas sean descubiertas y denunciadas.
Así, José Manuel Amate, inspector de Trabajo, reveló al programa Equipo de Investigación en el año 2022 algunas de las situaciones más extrañas que ha vivido en su trabajo, haciendo énfasis en que esto representa una realidad mucho más profunda.
"Son personas desprotegidas y sin derechos"
El funcionario expuso que su primer paso al llegar a estos establecimientos para una inspección suele ser dirigirse a la cocina, donde verifica que se cumplan las obligaciones legales, habla con los trabajadores y, sobre todo, evita que escapen de la visita.
"Lo primero que hago es dirigirme a la cocina, que es donde te puedes encontrar sobre todo con las personas y ver si la empresa está cumpliendo con las obligaciones legales y, sobre todo, que no haya algún sitio por donde pueda escaparse y ausentarse de la visita", expresó Amate.
Explicó también que no es anómalo que personas intenten escapar o esconderse al advertir la presencia del inspector: "En alguna visita me he encontrado hasta a dos personas escondidas dentro de un armario empotrado pretendiendo que pasásemos de largo sin saber que estaban allí".
A pesar de que pueda parecer una anécdota relativamente divertida, el funcionario consideró que más bien representa un retrato de la realidad que viven muchos trabajadores en este sector.
Esto suele ser porque "son personas que en la mayoría de las ocasiones se encuentran desprotegidos porque se encuentran sin derechos". Principalmente porque suelen ser extranjeros que están a la espera de recibir documentación para regularizarse.
Por lo tanto, mientras esperan estos documentos trabajan recibiendo sus salarios en efectivo para que no quede registro de ellos en la empresa.
A finales del año 2024 y principios del 2025, aproximadamente el 42% de los trabajadores de este sector eran de origen extranjero o de doble nacionalidad.
Por otro lado, el promedio de edad de los empleados de este sector es de 30 años. Así, el perfil de un camarero en España es, predominantemente, de jóvenes extranjeros o de doble nacionalidad.
Así, muchas veces los camareros han hablado de las condiciones precarias en las que trabajan porque los empresarios deciden aprovechar la situación irregular en la que se encuentran.
De esta forma, el salario medio de un camarero en España ronda los 1.400 y 1.500 euros brutos mensuales. No obstante, esto es trabajando jornadas que exceden las 40 horas semanales y con un día de descanso.
Con motivo de este contexto, muchas veces estos camareros que se encuentran en condiciones irregulares toman medidas desesperadas para evitar ser descubiertos por los inspectores de trabajo.
