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"La verdadera crisis mundial es la de la deuda que nadie cuenta". Con esta advertencia, el economista y gestor de inversiones Daniel Lacalle sacude a sus seguidores en un reciente vídeo publicado en Instagram, donde analiza lo que, a su juicio, constituye la mayor amenaza económica de nuestro tiempo.

Lacalle sostiene que los datos oficiales de deuda pública, que ya superan los 300 billones de dólares a nivel mundial, según el Institute of International Finance (IIF), no reflejan la magnitud del problema.

Esa cifra corresponde únicamente a la deuda ya emitida, en circulación en carteras de inversores, instituciones financieras y bancos centrales. El verdadero riesgo, afirma, está en la deuda comprometida pero aún no financiada, es decir, en los compromisos futuros de gasto que los Estados ya han asumido.

El caso de España es uno de los más llamativos. Según Lacalle, los compromisos pendientes superan el 500% del PIB, a los que se suma más del 100% de deuda ya emitida.

Austria, Italia y otros países europeos también arrastran cifras alarmantes, que oscilan entre el 250% y el 400% del PIB. Europa, advierte el economista, se encuentra particularmente expuesta a este "iceberg" de deuda invisible.

Pero lo que parece un debate técnico sobre números y porcentajes tiene, según Lacalle, consecuencias muy concretas en la vida de los ciudadanos. Explica que emitir deuda equivale a aumentar la masa monetaria, lo que reduce el valor real de salarios y ahorros.

"Cada vez que te prometen más cosas gratis con el dinero de los demás, lo que en realidad están anunciando es empobrecimiento futuro", sentencia.

Los efectos ya se sienten: pérdida de poder adquisitivo, mayor presión fiscal, dificultad para acceder a vivienda y una rentabilidad menguante en los bonos soberanos.

Estos títulos, que históricamente han ofrecido seguridad a los ahorradores, hoy no solo carecen de rendimiento real, sino que además pierden valor en el mercado.

Para describir esta situación, Lacalle recurre a una metáfora visual: el iceberg. La deuda visible y emitida es solo la punta; bajo el agua permanece una masa mucho mayor de compromisos sin financiar que crece año tras año.

Esa "bola de nieve", asegura, es la que amenaza con condicionar las economías desarrolladas en el futuro cercano.

El resultado es, en sus palabras, "un empobrecimiento progresivo y generalizado". Según Lacalle, los gobiernos perpetúan este modelo porque les resulta políticamente rentable: prometen beneficios financiados con deuda, emiten moneda que cada vez vale menos y generan una sociedad más dependiente de las ayudas estatales.

"La verdadera crisis es la gigantesca bola de compromisos adquiridos que aún no tienen financiación", añade, y remata con un consejo directo: "Protégete, que no te engañen".