Publicada
Actualizada

El problema de la okupación en España sigue preocupando cada día a miles de propietarios. Las denuncias por okupación ilegal de viviendas han subido más de un 7% en el último año, según datos del Ministerio del Interior. Una situación que no deja de crecer y que ya ha salpicado de lleno a Rafael y Vanesa.

Padre e hija llevan meses atrapados en un caso de inquiokupación, como contaron ellos mismos en directo en La mirada crítica (Telecinco). Su historia ha dado la vuelta a las redes después de que se hiciera viral un vídeo donde su inquiokupa, hacha en mano, amenaza a los trabajadores de la empresa de desokupación que contrataron.

Rafael lo explicó claro: como era amigo, le alquiló el piso por 250 euros. Pero acabó okupándolo. Un año y medio después, sigue sin pagar. Y ni siquiera ofreciéndole marcharse sin abonar la deuda ha conseguido echarle: "Le he ofrecido que se marche sin pagar todo el tiempo que ha estado porque solamente quiero que mi familia esté bien", contaba, ya desesperado.

Vanesa lo dejó claro en directo: "Nos debe un año y medio de alquiler más luz y agua". Una deuda que ronda los 8.000 euros.

El inquiokupa, de unos 70 años, protagonizó un momento especialmente violento. En el vídeo se le ve gritando "Ven aquí, cabrón", hacha en mano, mientras se encara con los trabajadores de la empresa contratada por Rafael.

La familia ha tenido que recurrir a esta vía desesperada porque, según dicen, las administraciones no hacen nada ante estos casos.

Un patrón que se repite en la inquiokupación

El caso de Rafael y Vanesa no es aislado. Al contrario, forma parte de un patrón que se repite cada vez con más frecuencia: personas que entran en una vivienda gracias a la buena voluntad del propietario y que, una vez dentro, se amparan en la lentitud del sistema para quedarse sin pagar durante meses o incluso años.

Rafael confió en un conocido y le alquiló el piso por un precio simbólico de 250 euros. Pero lejos de agradecer el gesto, la respuesta fue inmediata: impagos, tensión y finalmente, okupación ilegal. Hoy, año y medio después, siguen sin poder recuperar su casa.

No es un caso aislado. Hace unas semanas, Ana Flor contaba en En boca de todos (Cuatro) cómo lleva dos años sin poder entrar en su propia vivienda. Todo empezó, igual que aquí, con un favor a alguien de confianza. "Yo tenía mucha amistad con el conocido de este señor, nunca me imaginé que fuera a ocurrir esto", lamentaba en directo.

Una situación que, según denuncian asociaciones de propietarios, se ha vuelto cada vez más frecuente en España. Casos como el de Rafael y Vanesa ilustran un problema que afecta a quienes acceden a su vivienda mediante acuerdos verbales o contratos informales y que luego quedan atrapados en largos procesos legales para recuperarla. La normativa actual y los plazos judiciales permiten que este tipo de okupaciones se prolonguen en el tiempo, sin una respuesta rápida por parte de la Administración.