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Desde el inicio del segundo mandato de Donald Trump, el republicano ha cargado duramente contra diferentes países, exhibiendo su particular estilo de negociación basado en las amenazas.

Ahora, en el marco del acuerdo para subir el gasto en Defensa al 5% del Producto Interior Bruto, se ha lanzado contra el Gobierno de España por mantenerse firme en aumentarlo solo hasta el 2,1%, aunque en la práctica haya firmado el pacto para llegar al 5% de aquí a 2035.

En este sentido, el economista Eduardo Bolinches ha alertado que este rifirrafe puede afectar de manera indirecta a España. "Trump puede imponer a la Unión Europea (UE) aranceles sobre el aceite, sobre el vino, la aceituna negra... Sobre productos donde España exporta a Estados Unidos mucho".

Escudo antiaranceles de la UE

Ana Terradillos, presentadora de 'La Mirada Crítica', le ha preguntado si existe la posibilidad de que Estados Unidos decrete de forma directa tarifas a los productos españoles, pero el experto ha descartado esta opción gracias al paraguas de la Unión Europea.

"Estamos en grupo, en toda la UE. Con lo cual no va a ser viable poner un arancel especial o específico a un país en concreto porque se presupone que la Unión Europea no firmaría este acuerdo", sostiene el colaborador de EL ESPAÑOL-INVERTIA.

Según datos de la Cámara de Comercio, España exporta 18.000 millones de euros a Estados Unidos, siendo una de las relaciones comerciales más importantes del país.

Además, Bolinches ha recalcado que la única medida que puede adoptar Trump son los aranceles a productos concretos de la Unión Europea, tal y como hizo Europa con los productos estadounidenses cuando Trump anunció su plan arancelario global en abril.

"Al igual que la UE, que en contrapartida puso más aranceles a los productos de Estados Unidos que son fabricados en estados en los que había ganado Donald Trump en las elecciones de 2024", ha recordado.

El 9 de junio concluye el plazo que dio Estados Unidos a todos los países para negociar las nuevas tarifas.

En el caso de Europa, a finales de mayo, de forma repentina, el mandatario anunció una subida del 50% a los productos comunitarios, pero finalmente rebajó la apuesta y se conformó con dejar abierta la puerta de negociación hasta julio y retrasar la medida.

Así, en las próximas semanas se comprobará si la negativa de España a subir el gasto militar hasta la cifra que decidió el excéntrico gobernante trae consecuencias para Europa en general y para nuestro país en particular.