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La seguridad y la protección de los ciudadanos se ha convertido en una de las prioridades de la agenda política en los últimos meses. Desde que Donald Trump fuera investido como presidente de Estados Unidos en enero, la incertidumbre sobre la OTAN ha provocado que desde Europa se empiece a hablar de 'rearme'.

El Gobierno, en este contexto, ha aumentado las retribuciones de las Fuerzas Armadas. Según recoge el Real Decreto 248/2025, del 25 de marzo, se ha actualizado el salario de los militares para adecuarlo "a la cada vez mayor exigencia requerida para el cumplimiento de las misiones en territorio nacional como internacional".

En este sentido, el Gobierno, a pesar de no tener los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobados, ha podido aplicar una inversión de 400 millones de euros. Este desembolso se traduce en una subida mensual de 200 euros brutos a todos los militares españoles.

Además, para el personal de tropa y marinería, se les mantendrá el incentivo de 100 euros que han recibido durante 2024. Por lo tanto, su salario aumentará hasta un total de 300 euros mensuales.

Los militares recién salidos de los Centros Docentes Militares de Formación, que no cuentan con remuneración extra por antigüedad o méritos, tendrán un aumento variable en función de su rango.

¿Cuándo se materializa la subida salarial?

En el caso de los soldados, su salario oscilará entre 1.350 y 1.400 euros netos al mes. En cambio, para los sargentos y tenientes asciende a los 1.800 y 2.300 euros netos respectivamente. Estas cantidades pueden verse incrementadas en las unidades extrapeninsulares y con la asignación del complemento de dedicación especial.

El Real Decreto aprobado por el Gobierno confirma que este incremento salarial se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, por lo que todos los militares verán incrementado su salario anual de 2025.

¿Profesión de riesgo?

La profesión de militar, en la práctica, se considera de alto riesgo por los peligros que pueden afrontar en conflictos armados, misiones de paz y por los entrenamientos con armas y explosivos. Sin embargo, a nivel legal no se considera una profesión de riesgo a pesar de que actualmente los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte.

Cabe destacar que la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados aprobó en febrero una iniciativa que tenía como fin reconocer el servicio en las Fuerzas Armadas como profesión de riesgo. La proposición no de ley salió adelante con el voto en contra del Gobierno, pero no es vinculante y por tanto no tiene efectos directos.