Estamos ante una nueva realidad digital que lo abarca todo. Inteligencia artificial, realidad aumentada, la nube, las redes sociales… son algunos de los nuevos conceptos que ya forman parte de nuestro día a día y que tienen como fin facilitar diferentes gestiones que abarcan todos los ámbitos. Los diferentes sectores y ciudadanos de todas partes quieren estar en este espacio virtual donde ya se puede trabajar, asistir a clase, hacer consultas al médico, relacionarse con los allegados y con los clientes o con los compañeros de oficina… Avanzamos de tal manera que hasta el concepto de trabajo está en cuestión. No se trata de si habrá o no empleo, sino de cómo organizaremos las empresas y otros agentes sociales. Este es precisamente el tema central del número 121 de la revista TELOS de Fundación Telefónica: El Futuro del Trabajo.

El nuevo número de esta publicación, nacida en 1985 como una plataforma de investigación y reflexión en el ámbito de la comunicación social y con el propósito de prepararnos para la sociedad digital en la que ya vivimos, se centra en las nuevas oportunidades para resolver temas importantes como el desarrollo de modelos más sostenibles, la conciliación, la igualdad y el despoblamiento gracias al impacto de la tecnología en el trabajo.

Estamos ante el reto de rediseñar nuestro modelo de sociedad: hemos de modificar nuestros hábitos y comportamientos, nuestra forma de aprender y lo que aprendemos… Y es que ahora la tecnología nos libera de trabajo a través de la robotización y la automatización, así que ¿ante qué futuro estamos? ¿Habrá menos puestos de trabajo? ¿Qué aporta? ¿Qué riesgos conlleva?

Los puestos de trabajo en la revolución tecnológica

"En cada revolución tecnológica no solo no desaparecieron empleos, sino que aumentaron. Hoy trabajan en el mundo 3.000 millones de personas, más que nunca en la historia, y estoy seguro de que en diez o veinte años serán muchas más. El empleo no va a reducirse con esta revolución tecnológica que estamos viviendo, sino que se va a incrementar, y no solo determinados trabajos de servicios, sino también trabajos industriales", explica Joaquín Nieto, vicepresidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España y vocal experto del Consejo de Desarrollo Sostenible de España, a través de la entrevista incluida en este último número de la revista TELOS. "Nuestro reto es hacer una transición justa en la que se aprovechen todas las oportunidades del cambio para generar más empleos y reforzar los derechos laborales mientras se atienden y evitan los efectos adversos de esas transformaciones", añade.

Un ejemplo en este sentido es que, a pesar del temor de muchos trabajadores, la digitalización y las tecnologías dan como resultado nuevos puestos de trabajo diferentes y especializados, por lo que la formación cobra un papel protagonista: "No se trata de dinamitar el actual modelo educativo, pero sí de transformarlo. Extender la educación a lo largo de toda la vida de las personas. Es un cambio esencial en los sistemas educativos, una ampliación determinante en las capacidades educativas de la sociedad. Se incrementaría el número de docentes y sus capacidades porque la educación pública estará complementada con una formación práctica que se va a dar también en el seno mismo de las empresas, entre otras instituciones", explica Joaquín Nieto.

Por otro lado, las condiciones de trabajo constituyen otro punto preocupante para la sociedad de hoy en día. Según el vicepresidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, este nuevo contexto digital hace que mejoren, "puede permitir que se sustituyan trabajos de riesgo por otros de menor riesgo", y aquí también influyen las transformaciones por razones climáticas: "La sustitución de las formas tradicionales y muy contaminantes de generar energía por otras más sostenibles va a representar una mejora sustancial también desde el punto de vista de la salud pública y las condiciones de trabajo. ¿Cuántos cientos de miles de mineros se han dejado la vida en los pozos? Bienvenida sea la desaparición de trabajos tan penosos como el que se realiza en las minas o en las estaciones petroleras, que son mucho peores que los trabajos asociados a la generación de energía eólica, solar u otras formas de obtención de energías renovables que, por cierto, requieren empleos muy cualificados", matiza. Y añade: "Lo primero que hay que hacer para que estas transiciones energéticas y digitales sean justas es extender el sistema de protección social a todo el mundo. Además, en la última Conferencia Internacional del Trabajo, la Organización Internacional del Trabajo aprobó la salud y la seguridad en el trabajo como uno de los principios y derechos fundamentales. Nos encaminamos hacia un contrato social más garantista porque el que existe hoy es insuficiente", concluye.

El nuevo ámbito laboral

En un contexto como el actual, el número 121 TELOS: El Futuro del Trabajo también se centra en el teletrabajo: hay que valorar las oportunidades que brinda, más allá de la comodidad del empleado. Esta nueva forma de trabajo, para empezar, puede tener una contribución fundamental en el medio ambiente, tal y como apunta Anabel Suso Araico, directora de Innovación de Políticas Públicas de Red2Red, en su artículo publicado en la revista ¿Pasa el futuro del trabajo por el teletrabajo? La reducción del transporte privado asociado a la disminución de desplazamientos redunda en una reducción de los gases de efecto invernadero y contribuye al ahorro energético, así como ayuda a evitar el colapso del transporte en las ciudades y, consecuentemente, las hace más habitables.

Además, el teletrabajo es una nueva forma de acabar con la despoblación, en especial de las zonas rurales, ya que permite el poder desplazarse y establecerse en cualquier lugar con el único requisito de poder estar conectado. De hecho, las Administraciones en España están desarrollando estrategias exitosas en la digitalización de estas zonas rurales para fomentar esta repoblación.

Si nos centramos en la vida personal y la conciliación, tan necesaria y demandada en nuestro país, el teletrabajo es la mejor solución para lograrla. Pero tiene un riesgo importante de cara a las mujeres, tal y como apunta Anabel Suso en su artículo de TELOS, ya que serán las que probablemente mayor uso hagan de esta opción, lo que puede contribuir a que se incremente la brecha de género en el empleo, aumente su doble carga de trabajo (familiar y laboral) y sesgue la vuelta al espacio de lo privado.

En esta línea de posibles 'contras', y a pesar de que todo apunta a que la digitalización y el teletrabajo contribuyen a mejorar la eficiencia en el trabajo, también existe el aumento de riesgos físicos derivados del sedentarismo, como problemas psicosociales, al ser más difícil desconectar del trabajo o la sobrecarga de lo digital, entre otros.

Por lo tanto, y tal y como apunta la directora de Innovación de Políticas Públicas de Red2Red, el futuro ideal en el ámbito laboral pasa por usar la fórmula combinada: aprovechar los beneficios del teletrabajo con un componente de presencialidad acordado. Así mismo, "el nuevo contrato social para nuestro tiempo es aquel que garantiza un trabajo decente con protección social en un entorno seguro, saludable y ambientalmente sostenible, sin discriminación de género y que atienda, a la vez, las necesidades productivas y reproductivas, la producción y los cuidados", concluye Joaquín Nieto.

A través de expertos, analistas e investigadores como los mencionados, TELOS de Fundación Telefónica aspira a ser más que una revista de referencia, pretende conseguir la incorporación de nuestra sociedad, sin exclusiones, a la nueva realidad digital.