Hace tres años un grupo de trabajadores de la empresa Clece decidió dar un nuevo impulso a su compromiso con la sociedad, un compromiso que siempre ha estado inherente a la compañía y con el que crearon una asociación sin ánimo de lucro, “Corazón y Manos”. Eligieron este nombre porque en sus acciones ponen el corazón y tienden la mano para solucionar los problemas de su entorno más cercano. A través de proyectos solidarios, contribuyen al bienestar social de aquellos compañeros de Clece que lo puedan necesitar. También colaboran con asociaciones del Tercer Sector en la atención a colectivos socialmente vulnerables, como personas en riesgo de exclusión social o víctimas de violencia de género.

En el mes de abril, algunos trabajadores de Clece, que trabajan en coordinación con los servicios sociales, tuvieron conocimiento de la creciente cantidad de personas que se encuentraban en situación económica precaria en la zona sur, concretamente Málaga, Córdoba, Cádiz, Sevilla, Huelva, Jaén y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, como consecuencia de la privación de poder trabajar y por tanto generar ingresos a causa de las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia provocada por el Covid19. En muy poco tiempo se encontraron ante un panorama en el que los casos de vulnerabilidad económica se han triplicado.

Cuando los miembros de Corazón y Manos conocieron este dato sobrecogedor, decidieron poner en marcha una campaña. Por un lado armaron una red de ayuda para recoger todo lo que necesitaban esas personas que de repente se vieron en una situación tan delicada. Cuando se empezó a preparar la campaña de recogida, se corrió la voz y el espíritu solidario se extendió a todos los trabajadores de Clece, a muchas de las personas a las que atienden, a vecinos, amigos, incluso proveedores. Ante esta situación, Clece decidió a su vez aportar en cada caso el doble de la cantidad que se recogía en cada provincia.

Por otro lado, de forma paralela, la Asociación acordó entregar el excedente de alimentos provisionados por algunas escuelas infantiles que se vieron obligadas a suspender su actividad, con motivo de la declaración del estado de alarma, a toda esa gente que se estaba viendo tan afectada.

La campaña se realizó por provincias y todo lo que se recogía en cada lugar, se entregaba como ayuda para la gente de esa misma localidad. En definitiva, se trataba de una ayuda realizada por los propios trabajadores de Clece, vecinos de la localidad, que fue canalizada a través de diversos organismos y entidades a los que se entregaron los alimentos donados y que se hicieron cargo de su distribución. Entre ellos se encuentran asociaciones como la Organización Social de Acción Humanitaria O.S.A.H, Obra Social de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cáritas Parroquial, Plataforma Universo Solidario de Cádiz, Programa Mujer de Cáritas Diocesana de Jaén y la Asociación Rincón Contigo. También se contó con la colaboración de diversos bancos de Alimentos así como de ayuntamientos de diversas localidades y de Protección Civil de Málaga así como de los Servicios Sociales de la Diputación Provincial de Jaén.

La solidaridad de más de 8.000 trabajadores consiguió reunir más de 60.000 kilos de comida, destinada a personas que están pasando un momento muy difícil derivado de la pandemia.

"Cultura solidaria"

En Corazón y Manos están sorprendidos y encantados por la respuesta tan grande que han obtenido estas acciones. Para ellos el orgullo más grande es la sensibilidad y espíritu de colaboración de todos los que se han sumado a la campaña.

Por su parte, el Presidente de Corazón y Manos y Presidente de Clece, Cristóbal Valderas, durante el acto de entrega de los alimentos a la Diputación de Jaén, mostró su agrado ante el resultado de la campaña, respecto a la cual confesó sentirse muy satisfecho y recordó que Clece lleva la “cultura solidaria” en su ADN.

Una cultura solidaria de miles de trabajadores que ha supuesto un respiro para más de 5.000 familias gracias al compromiso de Corazón y Manos por ayudar allí donde más se necesita.