Francisco de Borja Domecq Solís (Pamplona, 1945), ganadero del mítico hierro de Jandilla, ha fallecido este lunes a los 75 años en el Hospital de Mérida como consecuencia de una neumonía provocada por el coronavirus.

Nació en la capital de Navarra, en el seno de la estirpe ganadera y bodeguera Domecq. Hijo de Juan Pedro Domecq Díez, amante de Navarra y los Sanfermines, y Matilde Solís Beaumont; era nieto del también ganadero y bodeguero Juan Pedro Domecq y Nuñez de Villavicencio precursor de la ganadería Domecq, y hermano de los también criadores de toros bravos Fernando y Juan Pedro Domecq, creció en Jerez de la Frontera, lugar de origen de sus padres.

Desde el año 1987 se hizo con el hierro completo después de que su hermano Fernando, también recientemente fallecido, inició la vacada de Zalduendo. Desde entonces, Borja Domecq imprimió su carácter y estilo en la ganadería, que cosechó grandes éxitos en el mundo del toro y presencia en las principales ferias, como la Feria del Toro de San Fermín, a la que acudía cada año. Sus toros fueron lidiados por los principales toreros del escalafón.

Creó desde 2002 el hierro de Vegahermosa una vez que separó la ganadería de la de sus hermanos y desde hace unos años era su hijo Borja el responsable de las reses.

El hierro de la divisa azul, que pasta en la finca Llerena de Badajoz, debutó en Pamplona en 1983 y ha logrado importantes victorias en Pamplona, como los premios Feria del Toro en los años 2003, 2004, 2017 y 2018, así como el premio Carriquiri al toro más bravo en los años 2004, 2005, 2009 y 2016.

El hierro de Jandilla tiene en su haber algunos de los encierros más peligrosos de San Fermín, además de la última muerte en la carrera pamplonesa, ocurrida el 10 de julio de 2009 y propiciada por el toro Capuchino.

Asociaciones y personalidades del mundo del toreo han despedido a Domecq en las redes sociales y han trasmitido su pésame a la familia. "Tu historia y tu recuerdo perdurarán por mucho que pase el tiempo. Agradecido a la vida por los grandes momentos compartidos a tu lado", escribía Paco Ureña