Dos mujeres han sido detenidas por asesinar a su hijo de 9 años porque, según confesaron, querían que fuese una niña. El pequeño fue apuñalado unas 12 veces en el pecho mientras dormía. Después, quemaron el cadáver en una barbacoa, guardaron sus restos en dos mochilas y enterraron otra parte en un descampado cercano a su residencia. Unos jóvenes que vieron cómo trataban de ocultar el cuerpo avisaron a la policía de una actitud sospechosa, por lo que procedieron a iniciar la investigación.

El suceso ha tenido lugar en Samambaia, Brasil, el pasado 1 de mayo. Según informa Correo Braziliense, Rosana Auri da Silva Cândido, de 27 años, y su compañera, Kacyla Priscila Santiago Damasceno, de 28 años, habrían acordado matar a Rhun Maycon da Silva Castro, el hijo de nueve años de Rosana.

Esta mujer confesó a los agentes policiales que el niño "era la fuente de todos sus problemas" y que habían planeado matar al menor para comenzar una nueva vida. Según su testimonio, esta madre sufriría agresiones y malos tratos por parte de su antigua pareja y padre del menor.

Tal y como ha desvelado la investigación policial, Rhun -el pequeño asesinado- llevaba padeciendo los malos tratos de su madre y de su actual pareja desde hacía un año, cuando las dos mujeres amputaron el pene y los genitales del niño siguiendo las instrucciones de un vídeo de Internet. Ambas deseaban que el menor hubiese sido niña. Por ello, le vestían con frecuencia con ropa de niña, le dejaron el pelo largo y le llamaban por un nombre femenino. El rechazo de la condición sexual que querían imponerle habría sido el detonante para que la pareja de lesbianas decidiese acabar con su vida.

Rosana afirmó que sentía "odio" hacia su hijo porque le recordaba a su padre, y que era una carga para su actual relación amorosa.

Según detalla el periódico G1, ambas mujeres se encuentran detenidas y están acusadas de los delitos de homicidio, tortura, ocultación de cadáver, lesiones corporales y fraude procesal. Se enfrentan a una posible pena de prisión de hasta 57 años.

Este medio también asegura que la familia se había mudado a Samambaia hace un par de meses. Los vecinos aseguraron que el niño no acudía a la escuela y que no tenía contacto con la calle.