Un padre soltero, enfermo terminal de cáncer, emprendió su última batalla y no fue contra la enfermedad que sabía que tenía perdida. El británico Nick Rose, de 40 años, se pasó sus últimas semanas de vida buscando una familia de acogida para su hijo Logan de dos años.

Rose se había hecho cargo de su hijo él solo después de que la madre del pequeño les abandonara a los pocos meses de nacer Logan. Pero este padre coraje no pudo aguantar más y murió la semana pasada tras luchar nueve meses con un cáncer muy agresivo que empezó con un bulto en la garganta y terminó pasándose a los huesos y hasta los pulmones, según publica The Daily Mirror.

Su final ha sido un poco más feliz después de que encontrara una familia para Logan en Torquay, al sur de Reino Unido. Uno de sus amigos se encargó del pequeño durante la enfermedad pero no podía quedárselo.

"Logan no se enteró de nada. Nick hacía de todo una broma y eso que el final fue una agonía", aclara su amigo Aaron Crompton

Su hermana ha creado una página web para recaudar fondos y poder pagar el entierro de Nick. "Hemos conseguido 3.500 libras esterlinas para el funeral. El resto irá a los uniformes escolares para Logan que cambiará de escuela con su nueva familia".

La página abierta en JustGiving cuenta su caso y recoge el dinero que la gente pueda ofrecer.