Cuenta su hija María de los Ángeles que Blas Infante mandó deshacer varias veces el trabajo de los albañiles, los pintores y los escayolistas en su Casa de la Alegría porque decía que no le gustaba. Lo que en realidad hacía era asegurarles un día más la comida a aquellos hombres: sabía que un día sin trabajar era para ellos un día sin pan. La vivienda, un precioso castillito de inspiración andalusí, tardó tanto tiempo en construirse con este peculiar ritmo de trabajo que en Coria del Río (Sevilla) la conocían como “Oro y Plata”. Siempre estaba llena de trabajadores.

Esa imagen de aquellos días del año 1931, cuando todo era bullicio, contrasta con la de la actualidad. Ahora, cuando se cumplen 80 años del asesinato del padre de la patria andaluza, su casa está cerrada a cal y canto, como todo el Museo de la Autonomía, el recinto en el que se ubica y que depende del Centro de Estudios Andaluces de la Junta de Andalucía.

Al tercer tono del segundo intento de llamada, una voz responde al otro lado del teléfono. Es la del guardia de seguridad, la única persona que queda allí en estos días. “Esto está cerrado. Lleva cerrado todo agosto, porque la gente aquí está de vacaciones”, cuenta. Cerrado por vacaciones, a pesar del tan señalado aniversario. Aunque así lo desee, el visitante que acuda a Coria siguiendo la huella del máximo exponente del andalucismo no podrá disfrutar de uno de sus principales monumentos, del lugar del que se llevaron a Blas Infante el sargento Crespo y un grupo de falangistas el día 2 de agosto de 1936 para fusilarlo en el kilómetro 4 de la carretera entre Sevilla y Carmona la madrugada del 10 al 11.

La Casa de la Alegría depende de la Junta de Andalucía Fernando Ruso

En el año 2001, la Junta de Andalucía adquirió la Casa de la Alegría para convertirla en el eje principal del Museo de la Autonomía, inaugurado en 2006, el mismo año en el que la vivienda fue declarada Bien de Interés Cultural. Para su conservación, gestión y difusión se designó al Centro de Estudios Andaluces, una fundación pública que le cuesta a la Junta 2.909.606 euros en concepto de subvenciones.

BLAS INFANTE Y LA JUNTA, DIFÍCIL RELACIÓN

Todos los partidos con representación parlamentaria en el hemiciclo andaluz, además de una treintena de organizaciones sindicales, culturales y sociales, han estado presentes en el acto de homenaje a Blas Infante en el lugar en el que fue fusilado. Este acto, un año más, ha sido organizado por su fundación, que en los últimos tiempos ha tenido una tensa relación con la Junta de Andalucía, hasta el punto de haberse planteado su cierre.

Desde 2011, el gobierno regional le ha reducido la ayuda en un 30%, de 75.000 a 52.500 euros, y ha llegado a sufrir retrasos importantes: en 2015 recibió tres cuartas partes de la ayuda a finales de noviembre, cuando se suponía que debía estar todo pagado en junio. Se adeudan nóminas y se ha tenido que dejar de contar con los servicios de un contable externo. Para 2016, la fundación prevé una ayuda de 45.000 euros que se complementarían con 15.000 euros más del Centro de Estudios Andaluces.

IU PIDE ANULAR LA SENTENCIA CONTRA BLAS INFANTE

Los diputados andaluces de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados han realizado en la mañana de este miércoles una proposición no de ley en la que han reclamado la anulación de la sentencia condenatoria que dictó el gobierno de Franco contra Blas Infante, así como de las condenas contra todas las víctimas del franquismo.

Los parlamentarios de la coalición de izquierdas han recordado también que esta formación ya consiguió con anterioridad que el Parlamento andaluz aprobara solicitar la anulación de la condena a Blas Infante, “pero ni Zapatero, ni Rajoy, ni los presidentes anteriores, han hecho nada para que se anule dicha sentencia”.