
El bar más antiguo de Sevilla tiene el secreto para hacer los mejores garbanzos con espinacas.
El bar más antiguo de Sevilla hace los mejores garbanzos con espinacas: "Es la tapa que más nos piden"
Las espinacas con garbanzos, un plato tradicional sevillano que ha perdurado a lo largo de los años. Además, es muy típico en Semana Santa.
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El bar más antiguo de Sevilla es El Rinconcillo, fundado en 1670. Este emblemático establecimiento, ubicado en el casco antiguo de la ciudad, ha mantenido su esencia histórica, ofreciendo a sus visitantes una auténtica experiencia que evoca el siglo XVII.
Entre sus tapas más icónicas, destacan las espinacas con garbanzos, un plato tradicional sevillano que ha perdurado a lo largo de los años y sigue deleitando a locales y turistas. Además, en su menú se incluyen clásicos de la gastronomía española como la tortilla de patatas, chacinas variadas y postres caseros que reflejan la autenticidad de la cocina andaluza.
El Rinconcillo no solo es reconocido por su gastronomía, sino también por su atmósfera única. Al entrar, los visitantes son transportados al pasado gracias a su decoración tradicional, con una barra de madera, estanterías llenas de botellas antiguas y jamones colgando del techo. Este ambiente ha convertido al bar en una parada obligatoria para quienes desean sumergirse en la historia y cultura sevillana.
Las espinacas con garbanzos son una de las tapas más emblemáticas de Sevilla y un plato con una larga tradición en la gastronomía andaluza. Su origen se remonta a la época de la ocupación musulmana, cuando los ingredientes y especias que caracterizan la cocina andalusí comenzaron a integrarse en las costumbres culinarias locales.
Se trata de una receta sencilla pero muy sabrosa, basada en la combinación de garbanzos cocidos y espinacas frescas, aderezados con especias que le dan un toque único. Aunque se pueden encontrar en muchos bares y tabernas sevillanas, El Rinconcillo, el bar más antiguo de la ciudad, es famoso por prepararlas de forma tradicional, manteniendo el sabor auténtico de la receta.
Las espinacas con garbanzos tienen una fuerte influencia árabe, ya que la espinaca fue introducida en la península ibérica por los musulmanes en la Edad Media. La mezcla de legumbres con verduras, junto con especias como el comino y el pimentón, era muy habitual en la cocina andalusí y ha perdurado hasta la actualidad en la gastronomía andaluza.
Este plato también se convirtió en una opción muy popular durante la Cuaresma y la Semana Santa, ya que es una receta sin carne y, por lo tanto, permitida en los días de abstinencia religiosa. Con el tiempo, pasó de ser un plato casero a convertirse en una tapa imprescindible en los bares de Sevilla.
Los ingredientes clásicos de las espinacas con garbanzos son:
- Garbanzos cocidos (preferiblemente de cocción lenta para una textura suave).
- Espinacas frescas (aunque en algunas versiones se usan congeladas).
- Pan frito (para darle cuerpo y consistencia a la salsa).
- Ajo y cebolla (para aportar sabor).
- Pimentón dulce (que le da su color característico y un toque ahumado).
- Comino (especia clave para su aroma y sabor).
- Vinagre o limón (para equilibrar el plato con un toque ácido).
- Aceite de oliva virgen extra (fundamental en la cocina andaluza).
Y en lo que respecta a elaboración tradicional, los pasos a seguir son los siguientes:
- Sofrito de pan y ajo: Se fríen rebanadas de pan en aceite de oliva junto con ajos enteros hasta que estén dorados. Luego se machacan en un mortero con comino y vinagre para hacer una especie de majado.
- Cocción de las espinacas: Se escaldan las espinacas en agua caliente y se escurren bien.
- Integración de ingredientes: En una sartén grande, se sofríe cebolla picada, se añade el pimentón y rápidamente se incorporan los garbanzos cocidos.
- Mezcla con el majado: Se añade la mezcla de pan y ajo machacado, junto con las espinacas, y se deja cocinar todo junto para que los sabores se integren.
- Rectificación de sal y especias: Se ajusta el punto de sal, se añade un poco más de comino si es necesario y se deja reposar para que los sabores se potencien.
Desde el Rinconcillo, debido a la Cuaresma, han revelado los secretos de sus famosas espinacas con garbanzos en la propia web del establecimiento, demostrando que, incluso en una receta aparentemente sencilla, cada cocinero tiene su propio método.
La clave está en preparar el plato con paciencia y esmero, sin apresurar el proceso. El resultado es una textura casi cremosa, suave y melosa, aunque se disfrute con tenedor.
Las espinacas deben cortarse muy finas y cocerse brevemente en agua hirviendo para eliminar la textura cruda de las hojas. Mientras tanto, los garbanzos, que deben haberse dejado en remojo la noche anterior, se cocinan en abundante agua con un hueso de jamón y sal.
Mientras los garbanzos están cociendo, se inicia el sofrito. Las espinacas cocidas se fríen lentamente en aceite de oliva durante aproximadamente media hora. En este momento se añade el majao, que varía según la receta de cada bar. En El Rinconcillo, el majao está compuesto por ajo, comino en grano, semillas de cilantro, clavo, pimienta negra, pimentón dulce, un poco de aceite de oliva y un toque de jengibre. A partir de ahí, se continúa la cocción durante unas cuatro horas a fuego muy bajo.