Juanma, electricista, afirma que no es rentable arreglar un frigorífico y que es mejor comprar uno nuevo
Juanma, electricista, sobre el ahorro en casa: "Arreglar un frigorífico puede llegar a los 350 euros, no merece la pena"
Este sevillano afirma que los clientes se sorprenden con los precios de la mano de obra y afirma que es más rentable comprar una nevera nueva.
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Juanma, un electricista sevillano con más de 20 años de experiencia tiene claro que arreglar un frigorífico "no merece la pena en muchas ocasiones".
Arreglar una nevera "puede llegar a costar 350 euros". El técnico explica que el precio se debe a la suma de la mano de obra, las piezas y el desplazamiento.
"Te plantas en un presupuesto que se acerca a lo que vale uno nuevo de gama media", afirma. Por ello indica que en muchas ocasiones es más rentable comprar uno nuevo.
El profesional señala que la antigüedad del electrodoméstico es clave para decidir si compensa repararlo. "Cuando un aparato tiene más de diez años y ya ha dado algún fallo, lo normal es que empiece una cadena de averías", advierte.
Según explica, el cliente puede pagar hoy una reparación, pero en pocos meses podría surgir otro fallo distinto. "Sale más rentable cambiarlo que seguir metiéndome dinero", insiste.
Los frigoríficos antiguos eran más duraderos
Juanma recuerda que los frigoríficos antiguos eran más duraderos. "Antes, los frigoríficos duraban veinte años. Ahora, la electrónica que llevan y los compresores nuevos hacen que sean más delicados", explica.
Esa complejidad técnica también encarece las reparaciones. "A veces una simple placa electrónica cuesta más que medio frigorífico", añade.
"Una carga de gas o una fuga suele rondar los 150 o 200 euros. Si hay que cambiar el compresor, te vas fácilmente a los 300 o más", detalla el electricista sobre los precios habituales de las averías. A ello hay que sumar el desplazamiento y la revisión, que suponen "entre 30 y 50 euros".
El especialista también destaca el desconocimiento de muchos usuarios sobre el tiempo que conlleva un arreglo. "El cliente se sorprende porque piensa que solo es una pieza, pero muchas veces hay que desmontar medio aparato. Eso lleva tiempo y se cobra por horas", detalla.
Más allá del coste de la reparación, Juanma subraya que mantener un frigorífico viejo tampoco es sinónimo de ahorro. "Hay gente que quiere alargar la vida de una nevera pensando que así ahorra, pero es al revés", asegura.
Según el técnico, los modelos antiguos consumen mucha más energía que los actuales. "Cambiarlo por uno eficiente puede bajar la factura de la luz entre 10 y 15 euros al mes", apunta.
"El ahorro está en renovar"
En su opinión, la mejor inversión pasa por adquirir un electrodoméstico nuevo con buena eficiencia energética. "Al final, el ahorro no está en arreglar, sino en renovar", concluye.
Con la subida de los precios de la electricidad y el coste de las reparaciones, cada vez más hogares optan por esta solución.