Pablo trabaja como cortador de chocos y reconoce que el mes que más ha cobrado en verano crece la demanda

Pablo trabaja como cortador de chocos y reconoce que el mes que más ha cobrado en verano crece la demanda

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Pablo, cortador de chocos, sobre los sueldos: "En verano se puede llegar a ganar 1.700€ porque hay más turismo"

Este producto es uno de los fundamentales y emblemáticos de la gastronomía de Sanlúcar de Barrameda.

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Sevilla
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Pablo vive en un pueblo costero de Cádiz, Sanlúcar de Barrameda, y lleva dos años y medio trabajando como cortador de chocos.

En esta localidad andaluza, y en toda la costa de Cádiz, el choco es un producto fundamental y emblemático de la gastronomía. Infinidad de recetas llevan este producto. 

Este es un ejemplo de un oficio que, aunque es poco conocido, ofrece sueldos que pueden superar a otros trabajos más populares.

"En verano se puede llegar a ganar 1.700 euros porque hay más turismo", explica. Durante el invierno, sus ingresos bajan hasta los 1.350 euros mensuales.

Pablo trabaja ocho horas diarias de lunes a viernes. En su jornada, corta cientos de kilos de choco que luego se distribuyen en restaurantes y pescaderías de toda la provincia.

En verano crece la demanda

"En invierno lo máximo que he cortado son 1.200 kilos, y en verano unos 1.600 más o menos", cuenta. La diferencia, asegura, está en la demanda: durante los meses estivales hay más trabajo debido a que "la gente sale más a los bares y hay más turistas".

El cortador reconoce que su trabajo es duro, pero está satisfecho. "Trabajo aquí porque está también mi padre y mi tío, y es un trabajo que no me disgusta", comenta.

Además afirma que no piensa dejarlo porque se siente cómodo. "Me gusta y estoy muy a gusto allí", insiste. Aunque el oficio puede ser repetitivo, los ingresos económicos compensan la jornada.

Pablo recuerda que lo máximo que ha llegado a ganar fueron 2.200 euros, pero porque trabajaba más horas y también los sábados.

Esa cantidad se alcanzó en plena temporada alta, en verano, cuando la demanda del producto crece y el ritmo se acelera.

"Ahora mismo no hace falta más personal", explica y asegura que la plantilla en su lugar de trabajo está completa y todos los puestos están cubiertos.

Sobre el oficio

El oficio de cortador de chocos es manual y específico. Requiere habilidad, destreza y rapidez. Las tareas principales se dividen entre la limpieza, se separa la cabeza del cuerpo, se extrae la pluma y se retiran las vísceras, la bolsa de tinta y los ojos. Después, se quita la piel y las aletas del cuerpo del choco.

En la fase de corte, se preparan las piezas según la demanda del cliente: en tiras, en dados o secciones. También se limpian y organizan las partes como la cabeza o los tentáculos para su posterior uso o venta.

El trabajo exige esfuerzo físico constante, aunque no se trata de levantar grandes pesos, sino de mantener movimientos repetitivos y posturas prolongadas.

Se necesita fuerza en las manos y muñecas para sujetar el choco y pelar su piel, que suele ser resbaladiza. Además, la jornada de trabajo se desarrolla de pie o en taburetes altos, lo que puede provocar molestias en la espalda o el cuello.

Pablo refleja un trabajo poco conocido y que es tradicional en los oficios del mar. Además, demuestra cómo en ocasiones este tipo de trabajos ofrece un sueldo atractivo.