Antonio Muñoz enciende las luces de Navidad antes que Vigo en el pueblo que vende polvorones hasta a Mercadona

Antonio Muñoz enciende las luces de Navidad antes que Vigo en el pueblo que vende polvorones hasta a Mercadona

Provincia de Sevilla

Antonio Muñoz enciende las luces de Navidad antes que Vigo en el pueblo que vende polvorones hasta a Mercadona

Desde el pasado viernes, las calles de Estepa no solo huelen a ajonjolí, canela y azúcar, sino que también están adornadas con miles de luces.

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Sevilla
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Micaela Ruiz Tella, apodada la Colchona, comenzó a elaborar mantecados en 1850 en su tierra natal, Estepa. Desde entonces, la figura de esta sevillana se ha convertido en un emblema y su oficio en una forma de vivir en el pueblo.

Sin darse cuenta puso los cimientos para convertirlo en la cuna de los mantecados y polvorones. Pero además en estos días Estepa ha acaparado la atención debido a que es el primer pueblo sevillano, andaluz, español y casi europeo en encender sus luces de Navidad, antes incluso que Vigo.

Su alcalde, Abel Caballero, ha hecho famosa a la ciudad gallega por este motivo, pero apretará el botón el próximo fin de semana, ocho días después, y 40 días antes del Día de Navidad.

Así, este viernes 7 de noviembre, que no de diciembre, aunque los termómetros aún sobrepasan los 20 grados con facilidad, Estepa quedó iluminada para vivir una de sus épocas más intensas del año: en cuatro meses es capaz de vender más de 15.000 toneladas de polvorones.

Después de 175 años, este municipio de 12.000 habitantes, ha creado una industria que da de comer a miles de familias y que le ha permitido convertirse en "un pueblo rico", según señala el alcalde de la localidad, Antonio Muñoz, a EL ESPAÑOL.

Para crear el ambiente navideño

Dar la bienvenida a la Navidad a principios de noviembre no es algo casual. "Se trata de una estrategia de marketing para crear el ambiente navideño y animar" a los amantes del dulce a comprar cuanto antes mantecados.

A pesar de que Abel Caballero, alcalde de Vigo, ha hecho que su ciudad esté considerada como la primera en España en encender las luces, Muñoz señala que "desde 2018 Estepa es el primer municipio del país y uno de los primeros de Europa en hacerlo". Sin embargo, subraya que la intención del pueblo sevillano "no es competir" con el gallego.

A partir de septiembre, algo cambia en Estepa. Los hornos se empiezan a calentar y los trabajadores se ponen manos a la obra para empezar con la campaña del mantecado.

En solo cuatro meses, el municipio despacha 15.000 toneladas. Esta cifra ha disminuido desde el Covid-19. En años anteriores a la pandemia, se llegó a comercializar 19.000 toneladas.

José María Fernández, presidente del Consejo Regulador de Mantecados y Polvorones, narra que "antes la campaña comenzaba en octubre, pero el volumen de la demanda nacional e internacional ha obligado a que se tenga que adelantar" y asegura que "hay capacidad para responder a la demanda".

La industria del mantecado

Fue Micaela Ruiz quien, aprovechando que su marido era corsario -transportista-, comenzó a comercializar el mantecado hacia 1850. Desde entonces, Estepa se ha consagrado como la cuna de este dulce.

Actualmente, hay 22 fábricas repartidas por todo el municipio, tratándose de una industria única que crea "alrededor de 2.200 empleos directos, de los que el 85 por ciento son mujeres, y una cifra cercana de indirectos".

Entre todos los obradores que hay en la localidad, hay dos que destacan. El primero es Dulces la Muralla.

Este tiene "una producción mayor y suministra a Mercadona". El segundo es La Colchona, que, como su propio nombre indica, es la fábrica de la impulsora del mantecado.

Un trabajador hace mantecados en la fábrica La Colchona de Estepa.

Un trabajador hace mantecados en la fábrica La Colchona de Estepa. Europa Press

Ahora es Santiago Fernández quien, desde hace más de 20 años, regenta este tesoro. El empresario cuenta a este periódico qué es lo que diferencia a sus productos del resto. El secreto es el tiempo.

Al contrario que el resto de obradores, "todo el proceso de elaboración, salvo la mezcla de ingredientes, es de forma completamente tradicional, no hay maquinaria eléctrica".

Esto hace que, según relata Fernández, "no se pueda responder a toda la demanda y los productos sean más caros". En concreto, el kilo de mantecados en La Colchona ronda los 20 euros.

Recelo ante la industrialización

Durante estos 175 años, "solo ha habido una vez" que el negocio peligró. Fue la cuarta generación, la predecesora de la que lidera Santiago, la que pensó en cerrar la empresa debido a la incertidumbre ante la industrialización.

"Al final nosotros apostamos por seguir de forma tradicional y ahora nos alegramos, es lo que nos diferencia", defiende Fernández.

Durante la campaña de Navidad, esta empresa familiar saca al mercado "unas 50 toneladas" con la ayuda de alrededor de 25 personas.

Cuatro meses en los que prima la "tradición" y que dan como resultado "la buena valoración y estima de todos los clientes".

Con el paso de los años, Estepa se ha convertido en un verdadero pueblo de cuento. Si desde septiembre un intenso olor a azúcar, canela y ajonjolí impregnan las calles de este municipio, desde noviembre una "sencilla pero bonita" decoración navideña se encarga de alumbrarlas.

Un pueblo por y para la Navidad

Aprovechando la fama de los mantecados, el resto de comerciantes del municipio han lanzado otras propuestas para atraer al público, la mayoría de ellas con el foco puesto en el azúcar y la Navidad.

"Antes el turista venía solo a comprar mantecados, ahora vienen a vivir la experiencia", destaca José María Fernández.

Trabajadoras haciendo mantecados en la fábrica La Colchona de Estepa.

Trabajadoras haciendo mantecados en la fábrica La Colchona de Estepa. Europa Press

La Colchona, por ejemplo, no solo despacha dulces, sino que también enseña cómo se elaboran. Todo el que quiera puede disfrutar de una visita al tradicional horno de forma completamente gratuita.

Por su parte, el obrador El Gamo permite a sus visitantes elaborar su propio mantecado. Además, Estepa disfruta del museo de chocolate "más grande de España", el de La Estepaña.

El año pasado, los maestros chocolateros de este enclave construyeron la ciudad de la Alhambra a base del que es el dulce más famoso.

Este año le ha tocado a la Virgen de la Esperanza Macarena, que, por si no hubiese acaparado ya suficiente atención con su sonada restauración, protagoniza la muestra del museo.

En concreto, se ha representado la salida procesional de la dolorosa por las calles de Sevilla y también la del Cristo de la Buena Muerte.

En definitiva, Estepa se ha consagrado en el pueblo de la Navidad y, desde el pasado viernes, ya la disfrutan autóctonos y miles de visitantes.