"Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando", dice un antiguo refrán popular. Significa que en el caso al que se aplique, el orden no es de importancia.

La alusión a Isabel y Fernando, es relativa a los Reyes Católicos, y por la que se intercede, dada la equitatividad con que ambos dirigían el imperio español, y la palabra de uno, no estaba por encima del otro.

Y mientras tanto... la mole del Agarrobico sin tirar. Casi 20 años después de que se paralizaran las obras ahí sigue viendo pasar el tiempo.

El hotel fantasma se ha convertido en la primera promesa incumplida de María Jesús Montero tras ser bendecida para el puesto de candidata por Sánchez en el último cónclave del PSOE.

El pasado 10 de febrero Montero daba un golpe de efecto al trasladarse a Almería y anunciar que "en cinco meses" el hotel ilegal Algarrobico estaría demolido. El pasado jueves, 10 de julio, seguía intacto.

Tal y como publicó M.Moguer el pasado viernes el Gobierno reconoce que la candidata socialista ha incumplido su promesa y se escuda en que es “un expediente complejo”.

Pero eso ya lo sabía Montero el 10 de febrero cuando anunció su derribo suplantando a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que es quien debería ponerse los honores si alguna vez entra la pala en ese complejo de Carboneras.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Carboneras (Almería) ha aprobado este viernes por mayoría absoluta iniciar el procedimiento para la revisión de la licencia de obras concedida en 2003 para edificar el hotel por mandato judicial.

Todo ello ante la espantá de los cinco concejales del PSOE y el exalcalde Felipe Cayuela, aún en el PP. Carboneras tiene además la peculiaridad de ser una de las últimas localidades del planeta gobernada por Ciudadanos.

Montero vino a Sevilla como cada viernes a hacer campaña de cara a las elecciones autonómicas del próximo año. Esta vez a un solar a hablar sobre unas viviendas a precios asequibles que ya prometió el Gobierno de Zapatero en 2008, y después José Luis Ábalos, Raquel Sánchez...

Y ahora ella en vez de Isabel Rodríguez, la ministra de Vivienda. Sin embargo, cada vez que viene, por su otra vertiente como ministra de Hacienda, el asunto se le hace bola.

Porque además de asumir su promesa incumplida con el Algarrobico tuvo que explicar para que lo entienda un señor panadero de Alosno, que paga todos sus impuestos, el acuerdo para que la Agencia Tributaria de Cataluña recaude el 100% del IRPF generado en la comunidad.

También que es bueno para todos. Como ministra defendió que el Gobierno trabaja por "federalizar" la gestión tributaria para todas las comunidad "por igual" y negó que se vayan a generar "agravios".

Sin embargo, esta cesión, que supone el 20% de la recaudación de los ingresos tributarios del Estado, amenaza con crear un caos frente al resto de CCAA más pobres, según publicó el pasado viernes Fernando Pastor.

Por su parte, Juanma Moreno se quiso subir al tren lanzando un reto: ponerse al frente del resto de comunidades que no comparten un acuerdo que dé a Cataluña el 100% de la recaudación de los impuestos, rompiendo el principio de solidaridad entre territorios, de la defensa de una "España de iguales".

La respuesta de Montero fue la esperada: "El PP no cree en las autonomías y no quiere ejercer el autogobierno"...

Todo ello en un contexto cada vez más agrio con el machismo de fondo. El pasado jueves Juanma Moreno abandonó el pleno del Parlamento andaluz ante las voces y protestas de la bancada socialista.

Fue justo cuando el portavoz del PP, Toni Martín, desgranaba un sinfín de argumentos sobre Koldo, Ábalos, Tito Berni, la banda de la Faffe, Paco Salazar...

"Renuncio a mi respuesta ante el bochornoso espectáculo que está generando el Grupo Socialista", le dijo Moreno al presidente, mientras en la puerta de la Cámara andaluza se manifestaban las Mareas Blancas de Sevilla y madres que pedían directamente pediatras para sus hijos en el centro de salud de Sevilla Este.

La tierra está abonada para que la campaña electoral andaluza esté entretenida con dardos cruzándose por el aire continuamente.

En el mismo viernes Juanma Moreno consideró a Montero la culpable de este ambiente porque, según él, ha ordenado "reventar" los plenos. Por su parte, Montero se considera víctima de "la violencia política y del odio" que el PP le profesa.

Y mientras tanto, "tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando"... y el Algarrobico sin tirar.