
Herminio Rodríguez, en la sede de la Agencia Espacial Europea. Sevilla
Herminio, el profesor de Sevilla que llevará a sus alumnos a la NASA: "Tienen que aprender una conciencia ultraterrestre"
Presentarán la Constitución Lunar. El proyecto invita a los niños a reflexionar sobre la convivencia en La Tierra en el contexto de un hipotético futuro en otro planeta.
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Herminio Rodríguez conseguirá en marzo de 2026 el sueño de llevar a sus alumnos del San Ignacio del Viar de Alcalá del Río (Sevilla) a la NASA. Es solo un paso más en una estrategia educativa más profunda que busca despertar "una conciencia ultraterrestre" en ellos.
La clave, según explica, es aprovechar el contexto de las misiones espaciales para explorar asuntos de actualidad. Es una forma, dice, de despertar su propio interés en asuntos como el cambio climático, el reparto de las riquezas o la igualdad.
Se trata de que "los niños debatan teniendo en cuenta lo que pasa en La Tierra para no cometer los mismos errores en el hipotético caso de que tuviéramos que mudarnos a La Luna o Marte".
De ello ha salido el primer proyecto de Constitución Escolar Lunar. Durante dos años, los niños de quinto y sexto de Primaria del San Ignacio del Viar, de 11 y 12 años, han redactado sus artículos.
Todo parte, según explica Herminio Rodríguez, de noticias actuales. Ahí surgen los debates sobre sostenibilidad, reflexión, escucha, comprensión y respeto a las opiniones, "aprendiendo de los errores del pasado cometidos en la Tierra".
Son principios, que según los alumnos, deben guiar a la humanidad en el caso de que se produzca un asentamiento lunar.
Bases de un "mañana interplanetario"
"Los niños y niñas deben ser tenidos en cuenta, ya que serán ellos los que estén en ese mañana interplanetario", avisa el preámbulo.
En total, son 33 artículos y varias disposiciones adicionales para fijar las bases de la convivencia en la Luna.
Así, se ha establecido que la selenita sería su moneda. También se desarrollan cuestiones como la igualdad salarial entre hombres y mujeres o la obligación de controlar el turismo de manera ordenada para no sobreexplotar los recursos.

Herminio, junto a sus alumnos a las puertas de la sede de la Agencia Espacial Europea. Sevilla
Entre sus artículos más curiosos está el que obliga a concentrar toda la población "en una sola ciudad lunar" para "reducir al máximo la contaminación". Por ejemplo, también se apuesta por trasladar a la Luna, como en el arca de Noé, a aquellos animales que gasten menos recursos.
Son solo algunos ejemplos de la conciencia que han desarrollado los alumnos del San Ignacio del Viar gracias a este proyecto. El documento incluso ha sido traducido al Braille gracias a la colaboración de la Fundación ONCE.
El "reconocimiento" de la NASA
La Constitución Lunar ha llamado la atención de muchas instituciones y empresas. Del 12 al 16 de mayo ya presentaron el proyecto en la sede de la Agencia Espacial Europea en Frankfurt.
También estuvieron en el centro de entrenamiento de astronautas de Colonia, donde actualmente trabaja la española Sara García.
El viaje a la NASA, previsto para marzo de 2026 es el "reconocimiento" a todo el trabajo de los últimos años.
Para hacerlo posible han recibido el apoyo de Carlos García Galán, uno de los principales representantes de España en la Agencia Espacial Estadounidense.
También han trabajado conjuntamente con la Agregaduría de Educación en Miami para un viaje donde cuentan con el patrocinio de la Red de Escuelas Privadas de Estados Unidos y de la compañía Air Europa.
"Fomentar vocaciones científicas"
Allí, siete niños de 11 y 12 años tendrán la oportunidad de presentar la Constitución Lunar. Por supuesto, visitarán las entrañas de la NASA y conocerán todos los proyectos de la misión Artemis para regresar a la Luna.
En realidad, reitera Herminio Rodríguez, el impulsor de este proyecto siempre respaldado por el Ayuntamiento de Alcalá del Río, todo es una excusa para desarrollar nuevas situaciones de aprendizaje.
También se busca "fomentar las vocaciones científicas" de los niños. Además, se han creado relaciones interculturales con colegios de otros países interesados en el proyecto.
Pero la primera Constitución Escolar Lunar no se queda ahí. A partir de ahí, "podemos seguir sembrando otras semillas para otros proyectos", zanja el profesor que llegará a la NASA junto a sus alumnos con la idea de que los errores del pasado no se repiten en un hipotético futuro lunar.