Un niño trata de colocar una de las últimas jarras en una pirámide en plena Feria de Sevilla.

Un niño trata de colocar una de las últimas jarras en una pirámide en plena Feria de Sevilla. E. E. Sevilla

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La imagen más viral de toda la Feria de Sevilla: una pirámide de jarras de rebujito desata la euforia en el Real

Todo comenzó como un juego de niños, pero se volvió muy en serio, con adultos entregándose al máximo para conseguir el objetivo.

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La Feria de Sevilla siempre deja momentos inolvidables. Entre bailes, conversaciones y jarras de rebujito, hay un ingrediente indispensable: el ingenio. Sale a relucir en cada minuto. Especialmente lo hizo este viernes de Feria cuando un grupo de niños afrontó el reto de levantar una pirámide hecha de jarras de rebujito.

Parecía solo un juego, pero ni mucho menos lo fue. Todo el mundo que estaba alrededor se implicó en la tarea, que no era ni mucho menos sencilla.

Sucedió de noche en la calle Pascual Márquez, la más larga de la Feria. Estaba repleta de público en ese momento. En un santiamén, la escena se llenó de curiosos que disfrutaron de la estampa inolvidable. Muchos de ellos actuaron como aficionados.

Una vez construida la base con la suficiente estabilidad, había que ser muy preciso para colocar todas las jarras encima de otra y que no se echara por tierra el trabajo.

Por supuesto, eran jarras de plástico, un requisito fundamental de la tarea para que ninguno de los valientes corriese peligro.

Poco a poco, la pirámide fue alcanzando altura y cada vez era más difícil colocar una nueva pieza. Había que estudiar y tener la precisión adecuada. No se podía poner de cualquier manera.

Cualquier colaboración del público fue importante para la empresa, pero sobre todo cuando la altura de la pirámide superó a la del niño que llevaba el timón. Fue necesario que un adulto lo cogiera y así fue.

Era el movimiento final y el más esperado. Ni siquiera con la elevación del adulto era fácil. Primero se ofreció un voluntario que permitió colocar la penúltima, pero no era suficiente.

Uno de los adultos más altos se ofreció para cogerlo e incluso tuvo que ser impulsado por otra persona para colocar la última jarra, esa que culminó el esfuerzo de toda una  tarde en la Feria de Sevilla.

La celebración del público

Finalmente, con la ayuda de todos se culminó la pirámide. En ese momento se desató la euforia entre las cientos de personas que se agolparon para presenciar la escena y la grabaron con sus móviles. No era un hecho usual aunque representa a la perfección la idiosincrasia de Sevilla.

El éxito de la empresa desató cánticos de todo tipo en el público. Todos estaban orgullosos de lo conseguido y había que celebrarlo.

La escena que se vivió en la calle Pascual Márquez ya es para siempre patrimonio de una Feria que siempre deja momentos para el recuerdo.

Debido a lo insólito del momento, el vídeo corrió durante todo el sábado como la pólvora en redes sociales. Son numerosas las personas que lo han compartido obteniendo miles de visualizaciones. Figuras como Rancio y Malacara también se han hecho eco.

La escena es una prueba más de hasta dónde llega el ingenio sevillano, con los más pequeños buscándose su rato de entretenimiento en la Feria de Sevilla y creando un juego que es capaz de contagiar a todo el mundo.