
Panorámica de los palcos de la Plaza de San Francisco en la Semana Santa de Sevilla. Sevilla
La "picaresca" complica la guerra a la reventa de sillas en la Semana Santa de Sevilla: "Es muy difícil de combatir"
La continua entrada y salida de personas o las limitaciones del Centro para implantar sistemas digitales dificultan la tarea.
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El Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla acumula algo más de un año de lucha contra la reventa en las sillas y los palcos de la Carrera Oficial. En marzo de 2024 creó una comisión que ha supuesto la retirada de varios abonos. Es una tarea compleja, reconocen, por la "picaresca". La práctica "es muy difícil de combatir".
Así se expresaba este miércoles Francisco Vélez, el presidente de dicha institución. Tal como explicó, la naturaleza de estas prácticas fraudulentas dificulta su erradicación. La mayoría se concretan usando distintos "subterfugios" en páginas web y están al alcance de "cualquiera".
Detectarlos es "muy complicado", tal como reconocen desde el Consejo de Cofradías. Hay que tener en cuenta que los abonos de sillas y palcos llevan el nombre del titular, que puede permitir entrar a cualquier persona si lo desea, siempre que no haya reventa de por medio.
En los palcos pueden entrar hasta seis personas, pero solo hay un titular. "Si yo no voy, se le puede prestar a mi primo, a mi hermano o cualquier persona. Es muy difícil discernir si el que entra lo hace correctamente", precisó Vélez.
Pese a ello, el Consejo de Cofradías sigue empeñado en reducir al mínimo estas prácticas con la comisión estrenada el pasado año y desde el reconocimiento de la dificultad de la tarea.
"Se revende mucho más"
En su página web hay un canal de denuncias abierto para toda persona que detecte irregularidades. A partir de ahí se abre una investigación. Si se comprueba la reventa, se le retira el abono al titular.
Así, en 2024 se retiró un palco. Por su parte, este 2025 se ha hecho lo propio con otros dos. Entre los dos años se han rescindido los abonos de más de 30 sillas.
Pese a ello, desde el Consejo de Cofradías reconocen que la reventa está mucho más extendida que lo que arrojan estos resultados. "Vamos poco a poco. Yo sé que se revende mucho más de lo que se coge", decía Vélez.
No renuncian, por tanto, a seguir luchando contra estas prácticas. De esta manera, esperan que los responsables tengan "más cuidado" si son conscientes de que algunos son cazados.
"Habrá que seguir perfeccionando el sistema. No vamos a cejar en este empeño. No es justo que alguien obtenga un palco o silla por el doble o el triple cuando hay sevillanos que quieren ocupar este espacio y no pueden", afirmaba el presidente del Consejo de Cofradías.
Los métodos digitales, "muy complicados"
Para evitar la reventa, el Consejo de Cofradías ha tanteado la posibilidad de poner en marcha métodos digitales que ya funcionan en otros accesos, tales como los códigos QR.
Sin embargo, también reconocen que es "muy complicado". En primer lugar, por el uso que se hace de los palcos. Sucede al contrario que en partidos de fútbol o conciertos.
En esos casos, el usuario ve el espectáculo y se marcha. Aquí se tiene la libertad de entrar y salir cuando deseen y darle la opción a otras personas de sentarse en ellos en la misma jornada.
La otra limitación la marca la propia situación del Centro de Sevilla en Semana Santa, donde se concentran multitudes. Para que funcione un sistema así, "habría que establecer un wifi bastante avanzado". Además, en estas fechas también hay inhibidores funcionando.
Estos condicionantes, según apuntaba Vélez, provocarían fallos en los códigos QR. Como consecuencia, habría "colas inmensas en los accesos a sillas y palcos". "Eso sí que sería escandaloso", aseguraba.
La dificultad de imitar a la Magna
En las sillas de la Carrera Oficial de la pasada Magna, los porteros exigían la documentación. Era así, porque el público solo tenía que entrar y salir una vez. No obstante, en Semana Santa "es muy difícil" hacerlo igual por el tránsito de gente que hay y la cesión habitual a familiares y amigos.
Tal como revelaba Vélez, el Consejo de Cofradías ha mantenido conversaciones con Giglon, la empresa que organizó la venta de entradas en la Magna. La conclusión fue que seguir el mismo método en Semana Sana "es imposible".
A la dificultad del escenario, se le une la "picaresca". "Si ponemos fotos en color o marcas de agua aparecerá la forma de suplantar las entradas. Van por delante. Entonces lo hacemos a la medida de nuestras posibilidades", explicaba.
Con toda estas limitaciones presentes, el Consejo de Cofradías seguirá trabajando en la Semana Santa de 2025 para detectar irregularidades. Con ello pretenden mandar un mensaje.
"Que la gente sepa que el que lo hace se arriesga. Si con eso conseguimos, que lo haga menos gente, mejor", zanjaba Vélez sobre una comisión que cumplirá su segunda Semana Santa de lucha contra la reventa en sillas y palcos de la Carrera Oficial.