El 13 de noviembre de 2010 el cine español se quedaba huérfano. Fallecía Luis García Berlanga, uno de los directores más importantes e inimitables de la historia en nuestro país. Poseía eso que muchos llaman universo propio, una expresión que, seguramente, a él le hubiera parecido una tontería. 

Dirigió su primera película en plena dictadura, en 1951 y con 29 años. Se despediría de la dirección con 77. Entre medias, y de la mano de gente como Azcona o Juan Antonio Bardem, radiografiaría el siglo XX de un país que ofreció su peor imagen. Como recuerda Luis Alegre en su libro Hasta siempre, Míster Berlanga (Random Cómics), David Trueba definía el cine del director como "la Capilla Sixtina del franquismo y el tardofranquismo español". Estas son sus obras imprescindibles.

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    'Esa pareja feliz' (1951)

    Historia del cine por lo que supuso. Es el debut en la dirección de Berlanga, pero encima lo hizo al lado de su amigo Juan Antonio Bardem, para el que también era su ópera prima, y con Fernando Fernán Gómez como protagonista. Un trío de lujo para esta crítica al afán consumista de la creciente burguesía del franquismo.
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    'Bienvenido, Míster Marshall' (1953)

    No existe nadie que no haya visto la película o cantado aquel 'Americanos, os recibimos con alegría' que escribieron de nuevo Bardem y Berlanga juntos, pero que en esta ocasión sólo dirigió Berlanga. Villar del Río y su comité de bienvenida -con el alcalde Pepe Isbert a la cabeza- para los encargados del Plan Marshall son parte de la historia de nuestro cine.
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    'Plácido' (1961)

    Quizás su mejor película. Una sátira brutal que nadie sabe cómo pasó la censura. Un filme que critica la hipocresía de la burguesía franquista y la falsa caridad. "Siente un pobre en su mesa", una frase tan demoledora como lo es esta obra maestra que estuvo nominada al Oscar a la Mejor película extranjera y que compitó por la Palma de Oro en Cannes.
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    'El verdugo' (1963)

    Otra obra maestra que gracias al humor negro pasó la censura franquista. Una denuncia de la pena de muerte, y de la domesticación del hombre por parte del estado. Pepe Isbert nunca estuvo mejor como verdugo a punto de jubilarse, y el filme ganó el premio Fipresci en el Festival de Cine de Venecia.
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    'La escopeta nacional' (1978)

    Primera entrega de su trilogía nacional, en la que presenta a la familia Leguineche y que dicen se inspiró en las cacerías de Franco. Una radiografía ácida y mordaz de los empresarios y políticos que plagaban los últimos años del franquismo y su primera obra con el dictador muerto.
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    'Patrimonio Nacional' (1981)

    Segunda parte de la trilogía y segundo bofetón al franquismo. Los Leguineche vuelven a España tras su exilio voluntario durante la dictadura al ser ellos monárquicos. Regresan esperando que se les trate con los honores que merecen. Otra sátira brutal de Berlanga sobre una aristocracia rancia y anticuada que se cree que están por encima de todo.
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    'Nacional III' (1982)

    El cierre de la trilogía nacional no es tan brillante, pero es imprescindible ver cómo terminan los Leguineche. La caída de la aristocracia gracias a la llegada de la democracia. En esta ocasión, y tras el miedo a la llegada de los socialistas, intentarán evadir impuestos y sacar todo el dinero de España.
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    'La vaquilla' (1985)

    ¿Se puede hacer una comedia en medio de la Guerra Civil? Berlanga y Azcona pudieron. Miraron al pasado para hablar del sinsentido de la guerra en esta comedia de enredo ambientada en pleno frente de Aragón, donde los republicanos intentarán robar la vaquilla del pueblo para que los golpistas no puedan celebrar las fiestas de verano.
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    'Todos a la cárcel' (1993)

    Tuvo que esperar a su penúltima película para ganar un Goya -los premios se crearon en el 86-. Fue con Todos a la cárcel, por la que consiguió el premio a la Mejor película, al mejor director y al Mejor sonido.