Pocas películas de terror han influido tanto en la historia del cine como El resplandor. Stanley Kubrick adaptó la novela de Stephen King en un filme por el que muchos no apostaban ni un duro. ¿Cómo iba a salir victorioso en su viraje al género? Pues no sólo lo hizo, sino que convirtió su película en una de esas obras maestras de las que se sigue hablando décadas después. Sus imágenes son imborrables, y todo el mundo reconoce el filme sólo por ver un fotograma.

El resplandor cumple 40 años, y todavía hoy podemos recordar sin esfuerzo la escena de Danny andando por su triciclo por esa alfombra hipnótica que presidía los pasillos del hotel Overlook. Su encuentro con las gemelas, la sangre arrasando todo cuando sale del ascensor o ese Jack Nicholson poseído intentando entrar en el baño con un hacha causando el miedo de todos desde sus casas. Un filme plagado de anécdotas que, además, confirman el peculiar talante de Stanley Kubrick.

A Stephen King le horroriza

A pesar de que ahora todo el mundo ama El resplandor, en su momento no fue así y pocos confiaron en el proyecto. Uno de sus principales detractores es el autor de la propia novela, Stephen King, que siempre ha manifestado su descontento con la adaptación. Desde hace 40 años está con la misma cantinela y aprovecha cada entrevista para atacarla. Para él “el libro es caliente y la película es fría, el libro acaba en fuego y la película en hielo”.

Fotograma de El resplandor

"Jack Nicholson está loco desde la primera escena”, dijo para la revista Rolling Stones, mientras que también atacó a  a la que calificó como “una máquina de gritos” en The Paris Review' en 2006. Tanto le disgustó que promovió una adaptación en forma de serie para la que incluso escribió el guion y se volcó con la secuela estrenada este año, Doctor Sueño, a la que sí dio su bendición.

Doblaje surrealista

Stanley Kubrick era tan controlador yShelley Duvall, perfeccionista que estaba pendiente hasta del doblaje de sus películas, pero eso no siempre fue la mejor opción, y el de El resplandor siempre se ha considerado como un de los más locos y fallidos de la historia, y eso que tuvo a profesionales de altura detrás. Primero, fue Kubrick el que encargó a su traductor habitual, Vicente Molina Foix, adaptar el guion al castellano. Luego le dijo al mismísimo Carlos Saura que se encargara de dirigir el doblaje, y fue el propio Kubrick quien eligió a los actores, que fueron Joaquín Hinojosa y Verónica Forqué para sustituir a Jack Nicholson y Shelley Duvall.

Vapuleada por la crítica

Ahora no hay discusión, y todos coinciden en que El resplandor es una cumbre del terror y una película clave en la historia del cine, pero en su momento fue vapuleada por la crítica hasta el punto de que Kubrick, habitual nominado a los Oscar, fue candidato a los Razzies como peor director del año. Aburrida, ambigua, lenta… fueron algunos de los calificativos que le dieron e incluso todos se posicionaron del lado de Stephen King en la guerra entre el escritor y el cineasta diciendo que Kubrick había destrozado la obra original.

Shelley Duvall en El resplandor.

¿Nicholson o De Niro?

Aunque Stephen King y Kubrick no acabaran bien, lo cierto es que el director intentó tomar su opinión en cuenta y le preguntaba dudas sobre su obra o incluso creativas, como el reparto. El realizador siempre tuvo claro que Jack Nicholson era perfecto para dar vida a Jack Torrance, pero Stephen King no lo veía e incluso se mandaron guiones a actores como Robert De Niro, que después confesaría que tuvo pesadillas después de leerlo, aunque lo rechazó.

King no cesó en su empeño y trató de convencer hasta el fina a Kubrick de que Nicholson no era una buena opción y que sería mejor darle el protagonista de la adaptación a Michael Moriarty o a Jon Voight.

La locura de Kubrick

Es conocido por todos los cinéfilos el perfeccionismo de Stanley Kubrick, un perfeccionismo que le llevaba a repetir la misma escena una y otra vez hasta que consideraba que estaba perfecta. El resplandor se rodó en 200 días, una cantidad extensísima y muy costosa, pero es que encima tuvieron que grabar las mismas escenas una y otra vez. Los rumores dicen que para el momento en el que Jack sube las escaleras para atrapar a Wendy se necesitaron más de 40 tomas, mientras que la escena inicial se tuvo que repetir 148 veces, consiguiendo así el dudoso éxito de ser la escena más repetida de la historia del cine. Pero hasta detalles aparentemente sin importancia los grababa una y otra vez, y la escena en la que Danny coge su pelota fueron grabadas 50 tomas.