Lucena (Córdoba)

Son las tres de la tarde de este pasado miércoles. Del instituto Clara Campoamor de Lucena (Córdoba) sale un chico de cara aniñada, pelo oscuro y flequillo largo. Viste una sudadera de colores oscuros. El chaval, que cursa tercero de ESO, ha terminado sus clases por hoy y emprende el camino de casa. A simple vista nadie diría que, hasta la fecha, es el yihadista más joven detenido en España. Cuando la Guardia Civil le puso las manos encima, en febrero de este año, tenía 15 años.

El adolescente, al que en el reportaje llamaremos Amid para no desvelar su verdadera identidad, cruza una calle y se detiene justo al lado de una señal de tráfico. El reportero se acerca para confirmar si es él. “Sí, soy yo. Pero todas esas cosas ya no están en mi cabeza. Eran tonterías de niños”, dice Amid, que nació en España y vive en Lucena desde crío, pero tiene arraigo en Marruecos, donde nacieron sus padres.  

¿Será verdad? ¿Amid ya no se alegra, como antaño, de las 86 muertes perpetradas en Niza por un tunecino en 2016? ¿Ya no odia a los judíos? ¿Ya no idolatra a Osama Bin Laden? Aunque tras prestar declaración la Sección de Menores de la Audiencia Nacional no tomó medidas cautelares y lo dejó en libertad, el CNI sigue sin quitarle el ojo. Ni a él a ni a dos amigos de su particular ‘guerra santa’.

Uno de los yihadistas detenidos estudia en el instituto Clara Campoamor de Lucena (Córdoba).

De repente, durante la conversación con Amid se acerca otro chico. A él le cambia el semblante. Amid se pone serio, tenso. El recién llegado parece mayor que él. También tiene rasgos magrebíes. “No puedo contarte más”, dice. ¿Puedo hablar con tus padres?, le inquiere el reportero de EL ESPAÑOL. “No, tampoco. Lo siento”. A los pocos segundos el chico se pierde entre un río de chavales que vuelven a casa tras terminar su jornada lectiva. La mayoría de ellos desconoce la cara oculta de Amid.

Las alarmas saltaron dos años antes de la detención del chico. Según cuenta un miembro de la asociación de padres y madres del instituto Clara Campamor, quien pide mantenerse en el anonimato, todo comenzó “durante una clase de Música”. La profesora pidió a sus alumnos de segundo de ESO que compusieran una canción. La que fuera, “tenían libertad para elegir el tema”, explica esta fuente.

Amid, ese niño de actitud tranquila pero mal estudiante, escribió una letra que tituló Los terroristas, cuyas frases publicó recientemente la revista Interviú: “Somos terroristas, vamos a hacer bombas, te vamos a reventar la casa y el piso. Vamos a hacer boom. Tú sólo sal corriendo. Voy a cargarme el instituto con C4 y dinamita. Todos los judíos boom”. Junta a la canción el chico dibujó pistolas y emuló deflagraciones.

Aquella profesora trasladó la canción de Amid a la dirección del centro. Estaba sorprendida de que un niño con 15 años pudiera tener esas ideas en su cabeza. “El alumno muestra un conocimiento y una excesiva curiosidad por la fabricación y manejo de explosivos, que traspasa el interés y la curiosidad típicas de un adolescente”, señaló en su informe, tal y como publicó Interviú.

La Guardia Civil detuvo a los menores acusados de yihadismo.

Fue entonces cuando el director del instituto informó a la delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba. A su vez, este organismo público denunció los hechos ante la Guardia Civil, que inició la Operación Rádix, dada a conocer en abril de este año.

Pero, ¿a quiénes se refería Amid cuando hablaba de “somos terroristas”? ¿No estaba solo? La Sección de Menores de la Audiencia Nacional pilotó la investigación, de la que se hizo cargo la Unidad Central Especial 2 de la Guardia Civil, experta en Terrorismo. Los investigadores comenzaron a seguir el rastro del chico y fijaron la mirada en dos amigos de Amid, a los que llamaremos Hassan, de 16 años, y Kamal, de 17.

Con el caso bajo secreto de sumario, varios medios de comunicación publicaron que los tres chicos estudiaban en el mismo centro. Sin embargo, en la actualidad sólo uno de ellos, Amid, está escolarizado en el Clara Campoamor.  Hassan habría cambiado de instituto y Kamal, según ha podido saber EL ESPAÑOL, ha emigrado a Cataluña, donde residen su madre y un hermano. En concreto, Kamal se ha trasladado a un pueblo de la provincia de Tarragona. Su familia procede de Souk El Arbaa, una localidad del norte de Marruecos próxima a Kenitra.

Las familias de los yihadistas procedían de Marruecos.

LLEVARON UN CUCHILLO A CLASE

Tras la denuncia del centro ante la Guardia Civil, los investigadores comenzaron a seguir de cerca los pasos de estos tres cachorros de la yihad. Hasta la detención de los tres el 16 de febrero pasado, las pesquisas duraron en torno a dos años. Durante ese tiempo, y a ojos de sus profesores, los chicos mostraron un “proceso de radicalización” que se plasmó en un cambio de actitud y de comportamiento.

En una ocasión uno de los chicos llegó a mostrar a varios compañeros de clase un cuchillo de grandes dimensiones. Al mismo tiempo, el profesor de Ciencias Naturales alertó de que Amid se mostraba muy interesado en clase en el uso de sustancias como la nitroglicerina, utilizada para la fabricación de explosivos.

Mientras, los tres amigos, que se hacen llamar Los Magrebíes en sus redes sociales, donde aún hoy mantienen una gran actividad -aunque no relacionada con el terrorismo- siguieron un proceso de autoadoctrinamiento a través de internet.

Los tres chicos, quienes contaban como referente a Osama Bin Laden,  visitaban con fervor webs del Estado Islámico, se descargaban fotos de atentados, consumían a diario propaganda yihadista y lanzaban mensajes a favor de la comisión de atentados.

Los yihadistas fueron detenidos en el marco de la Operación Rádix.

Incluso, movidos por el “odio” que le profesan a los judíos, cuenta una fuente de la Guardia Civil, se mostraban orgullosos de las acciones cometidas por Adolf Hitler contra la comunidad judía.

EL MENOR, HIJO DEL IMÁN DE LUCENA

Amid, el menor del grupo Los Magrebíes, es hijo de Abdesalam El Hinda, presidente de la comunidad islámica de Lucena e imán de la única mezquita de la población. Durante la investigación, los agentes interceptaron una conversación entre él y su hijo. Está fechada pocas horas después del atentado que el 14 de julio de 2016 se llevó la vida de 86 personas en Niza (Francia). Aquel día, un tunecino les arrolló con un camión mientras caminaban por el paseo marítimo de la ciudad. Aquella barbarie la reivindicó poco después el ISIS. Aquella jornada Amid llamó a su padre con tono de euforia. Adesalam El Hinda, hombre respetado y querido en Lucena, tuvo que apaciguar los ánimos de su chaval.

Se da la circunstancia de que el padre de Amid es directivo de la Comisión Islámica de España. Tal y como ha corroborado este medio, 15 días antes de que la Guardia Civil detuviera a su hijo, el rey Felipe VI y su esposa, la reina Leticia, le recibieron a él y a otros dirigentes en una audiencia celebrada en el Palacio de la Zarzuela. En aquel encuentro se abordaron temas como la islamofobia, las necesidades de la comunidad islámica en el país o la situación de las mezquitas en territorio español.

En una primera conversación telefónica con EL ESPAÑOL, el propio El Hinda accede a verse en Lucena con el reportero y conceder una entrevista. Sin embargo, pocos minutos después, “aconsejado” por su abogado, vuelve a ponerse en contacto con este periódico y explica que declina hacer declaraciones. “Se sufre mucho como padre. Pero creo que todo fue una chiquillada. Ahora el chico está tranquilo”, señala antes de colgar.

SE PRECIPITÓ SU DETENCIÓN

La detención de los tres menores se precipitó a principios de este año. Se les detuvo en Lucena el 16 de febrero de 2017.  Amid, Hassan y Kamal estaban dispuestos a comprar armas de inmediato.

Uno de los yihadistas detenidos era hijo del imán de Lucena.

En su declaración, de la que ha podido conocer algunos detalles este periódico, los chicos reconocieron los hechos, aunque todos trataron de restarle importancia a sus comportamientos. Amid, el menor de todos, admitió que antes veía “con buenos ojos” la comisión de atentados terrorista, aunque aseguró que ahora se oponía a ellos.

Durante los registros, los agentes se incautaron de un gran volumen de propaganda yihadista y del Estado Islámico que almacenaban en sus ordenadores portátiles, así como varios pasajes del Corán. Uno de esos chicos reconoció que en una ocasión se desmayó mientras experimentaba con sustancias para fabricar bombas. Luis Rendueles y Vanesa Lozano desvelaron en Interviú la explicación que el chico dio a los agentes: “Lo hice para aprender, por si tengo que sobrevivir cuando venga una guerra, que con la llegada de Donald Trump al poder no es descartable que ocurra”.

A mediados de la semana pasada la dirección del instituto en el que estudia Amid convocó a los padres del resto de alumnos para tranquilizarles. Un padre que estuvo presente durante la reunión explica que el director les Clara Camapoamor les indicó que el menor yihadista estaba evolucionando favorablemente y que su comportamiento estaba mejorando. Pero el día que el reportero visita las inmediaciones del centro varios compañeros de clase aseguran: “Él aún va diciendo que guardan dos planos del instituto. No sabemos si creerle o no”.