En noviembre del año 2000, el cantante Carlos Cano era entrevistado para el periódico El Mundo. El redactor Ignacio Camacho le preguntaba, entre otras cosas, por la situación política de Europa.

P.- Y María, la portuguesa, ahora es ciudadana de la Europa de Maastricht.

R.- Las putas no son ciudadanas de ningún sitio, ni los bebedores de vino verde. La gente que vive con el corazón en la mano se pasa Maastricht por los huevos. Mire, si no creo en Dios, no voy a creer en Maastricht.

Esta fue la primera (y última) vez que Carlos Cano relacionó públicamente a la protagonista de su canción María la portuguesa con el ejercicio de la prostitución. Una pincelada, un sólo apunte que confirma que conocía la identidad de su mujer. Nunca más volvió a comentar nada sobre esta cuestión porque, un mes más tarde, el cantautor granadino falleció.

Carlos Cano era espontáneo y directo en su discurso, por lo que nadie reparó en que podría estar desvelando la auténtica identidad de María la portuguesa; la misteriosa mujer que veló el cadáver de un andaluz asesinado en Portugal y en la que se inspiró para componer su canción más conocida. Hemos tenido que esperar 31 años desde que se produjo el suceso para conocer el auténtico origen. EL ESPAÑOL publicó en exclusiva la verdadera historia de María la portuguesa. 

IMPRESIONADO POR UN SUCESO

¿Cómo llegó el cantautor a conocer la historia de María la portuguesa, que en realidad se llamaba Aurora Murta Gonzaga y era ayamontina de nacimiento? Esta parte de la historia continuará siendo un misterio porque a nadie se lo desveló.

El primero que hizo alguna referencia al caso fue su amigo, el periodista Alejandro V. García. Recuerda que “Carlos se quedó muy impresionado cuando conocimos el suceso. Fue una noticia con mucha repercusión en la época, que desencadenó unas reacciones furibundas en España”. A partir de ahí, su cabeza empezó a trabajar en un tema que luego “se le fue de las manos. Ni él se imaginaba que iba a tener tanto éxito. Se la pedían en todos los conciertos y, de repente, parecía que Carlos sólo tenía esta canción”. Entre el impacto que había producido la muerte de Flores y la gran aceptación que tuvo entre el público esta copla, Carlos Cano “acabó saturado. Decía que iba a terminar hasta el gorro de aquella historia”.

Alejandro reconoce que “a mí no me contó nada sobre esta mujer. Pero no me sorprende que llevase la historia a una canción porque él se enteraba de estas cosas en la calle, hablando con la gente. Como una tarde en la que estábamos juntos tomando un aperitivo. Sentados en una terraza nos explicaron la historia de una monja que robó la receta de los dulces que hacían en su convento. Cuando la tuvo, colgó los hábitos para montar su propio negocio de pasteles. Lo abrió justo al lado del convento, para hacerle la competencia a las monjas. Lo que pasó es que la elaboración de ese dulce en concreto tenía un elemento que esa mujer jamás conoció. Así, quebró y tuvo que cerrar el negocio. Carlos Cano compuso una canción que se llama “La alacena” y allí explica cómo Dios le quitó a esa mujer el don del almíbar”.

“FUE UN CRIMEN TERRIBLE”

Poco le contó Carlos Cano a su familia sobre la historia de María la portuguesa. Su esposa sí que recuerda que “compuso esa canción para denunciar un crimen terrible; un acto brutal porque habían asesinado a un marinero andaluz que se estaba ganando la vida para darle de comer a los suyos. Carlos se interesó por la historia porque siempre estuvo del lado de los más débiles” rememora Alicia Sánchez, su cónyuge. Pero nada conoce sobre la presunta identidad de la protagonista.

Sí que sostienen desde su familia que, aunque se basó en el asesinato de Juan Flores, la canción se la dedicó a la cantante de fado Amália Rodrigues. Lo que sentía Cano por la cantante lisboeta era auténtica devoción. “Fueron tantas las mañanas que en mi casa nos despertamos escuchando los fados de Amália...” recuerda su hija Amaranta. Ella es la persona que se está encargando de toda la gestión de la memoria de su padre, organizando exposiciones, montando conciertos homenaje y editando libros biográficos mediante la productora Carlos Cano Producciones.

Carlos Cano dedicó la canción a la cantante portuguesa Amália Rodrigues. Asociación Carlos Cano - Archivo familiar

Poco más desveló el cantante granadino en su entorno sobre el origen de la canción. “Carlos no era una persona que nos contase la historia de sus canciones "de pe a pa". Y su método de trabajo era intensivo. Se convertía en un ermitaño. Cuando tocaba componer no salía de su estudio y no lo podíamos molestar”. Su familia era consciente de que, cuando se hallaba en esa fase, ni siquiera era conveniente dirigirle la palabra. “Lo veías salir de su estudio tarareando la canción en la que estaba trabajando y sabías que no había que distraerle” apunta Alicia. Llegaba a la cocina silbando un soniquete y se hacía el silencio. A veces era consciente de la situación, miraba a su familia y les preguntaba: '¿Qué? Que tengo hoy una mala follá que no me aguanto ni yo, ¿verdad?”.

BASADO EN HECHOS REALES

Carlos Cano fue una persona que basó gran parte de sus canciones en hechos reales. Como “El Caso Almería”, que tiene como trasfondo un suceso acontecido en 1981. En un barranco de Almería fue hallado un Ford Fiesta quemado. Dentro encontraron a tres personas carbonizadas. La Guardia Civil aseguró que se trataba de tres etarras que quisieron darse a la fuga. Poco después se conoció que la identidad de los cadáveres no correspondía con esa descripción y que se trataba de tres jóvenes militantes de izquierdas procedentes de Salamanca, Santander y Almería.

Basar muchos de sus versos en hechos reales le llevó a guardar muchos recortes de periódico entre sus cajones. Todos estos documentos empezaron a ser recopilados y clasificados por la familia en 2003: “No pude entrar en su habitación hasta que pasaron tres años de su fallecimiento porque me emocionaba y perdía hasta la voz” confiesa Alicia, su esposa.

Carta manuscrita de Carlos Cano a Amália Rodrigues Cedida Asociación Carlos Cano

De “María la portuguesa”, sin embargo, no conservó ningún recorte ni anotación. “Lo más parecido es una nota manuscrita destinada a Amália Rodrigues. Ese manuscrito es una especie de poema. Detrás hay unas anotaciones musicales. Parece que quería escribir una canción”, supone su hija Amaranta.

Las últimas frases del escrito versan sobre una anécdota acontecida durante uno los encuentros de Carlos Cano y Amália Rodrigues. Los dos se profesaban una admiración mútua. Amália acababa de recibir un premio en El Escorial. Y tras la entrega, mientras ella acariciaba la americana que llevaba Carlos Cano, le dijo con picardía al granadino “Si yo tuviese 20 años menos...”. Él le contestó: “Si yo tuviese 20 años más...”

AMOR SIN SEXO

Sobre la presunta relación de amor entre María la portuguesa (Aurora) y el contrabandista asesinado que relataba Cano en la canción (y que la familia del finado niega con vehemencia), Alicia Sánchez trata de responder con los escasos datos que tiene: “Carlos se basó en una injusticia y lo suavizó con una historia de amor. Pero tampoco apunta ninguna infidelidad. Habla de amor. Se puede amar a una persona sin acabar en la cama”. De hecho, sobre la historia en cuestión, Alicia opina que “yo sí que hubiese dejado subir a la mujer al barco con el féretro. Si estuvo cuatro días y cuatro noches velando un cadáver que no era suyo, se había ganado su derecho a darle el adiós a esa persona”.

Alicia ignora quién le contó a Carlos la historia que él transformó en himno. Pero es que Carlos Cano era, además de un autor hiperactivo, “una persona que tenía mil cosas en la cabeza y jamás descansaba. Siempre estaba creando. Hasta en los momentos más críticos”. Recuerda Alicia Sánchez que su marido sufrió un aneurisma de aorta en 1995 y tuvo que ser intervenido a vida o muerte en Nueva York. “La canción que abre ese disco se titula “Habaneras de Nueva York” y la creó durante el postoperatorio. Acababa de ser sometido a una operación terrible, pero él ya estaba pensando en componer. Hablaba de cómo había salvado la vida y de cómo soñaba que los pinchazos de las agujas eran las ardillas de Central Park mordiéndole”. Cano pasó poco tiempo convaleciente porque le disco fue publicado sólo un año después.

FLORES PARA AURORA

Conocida la historia de María la portuguesa, la familia de Carlos Cano reconoce que ha sido una sorpresa inesperada, pero se confiesan felices por haber descubierto la intrahistoria del que tal vez es el tema más conocido del compositor granadino. “Siempre he querido hacer el recorrido por los lugares que narran los versos de mi padre. Incluso en ir a visitar el bar al que mi padre fue a dejar la letra de la canción” confiesa Amaranta, la hija de Cano.

El bar al que se refiere es el que regenta en Ayamonte Manuel Flores, el hermano del contrabandista asesinado. Cuenta que Carlos Cano fue en una ocasión a dejarle la letra de la canción a modo de agradecimiento y homenaje. “Yo aquel día no pude atenderle porque era hora de menú y estaba hasta arriba de clientes”, explica ahora Manuel, señalando con orgullo el cuadro que cuelga de las paredes de su local. "La enmarqué junto a un libro de poemas de un autor local que también habla de mi hermano". 

Carlos le llevó la letra de la canción al hermano del contrabandista muerto David L. Frías

“Es impresionante la fuerza de ese personaje y su humanidad. A Carlos le hubiese encantado conocerla”, asegura la mujer del cantautor, que ya adelanta que “en cuanto encuentre un hueco voy a ir a Portugal a ponerle un gran ramo de flores de parte de la familia Cano a Aurora Murta”. O lo que es lo mismo, a María la portuguesa.

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