Ramón García Hernando (Bilbao,1961) es un hombre que vive instalado en una eterna y estirada juventud. Su rostro ha permanecido durante más de treinta años en los hogares de media España, amenizando al abuelo y al niño con su sonrisa en las noches más memorables. Se le recuerda por la efervescente locura del Grand Prix, por el “¿Qué apostamos?”… De eso ha pasado mucho tiempo, pero Ramón no le ha perdido el pulso a la vida. Su paso en la última década por algunas cadenas de radio fue como una vuelta a sus orígenes, aquellos locos años 80 en los que hacía ya sus primeros pinitos en los 40 Principales.

Su energía le ha permitido mantener su ilusión incandescente. Ramón no se resiste a una nueva aventura. Por eso no pudo decir que no a un nuevo reto en Castilla la Mancha TV, donde desde hace dos meses presenta “En compañía”, un magacín de tarde con el que, dice, ayuda a las personas “a combatir la soledad”.

Un hombre que se ha convertido en la última persona de la que nos despedimos cada año y la primera a la que saludamos, se sienta en su camerino a disertar sobre el país al que cada 31 de diciembre observa desde lo alto de la Puerta del Sol de Madrid. En su memoria guarda muchas vivencias, fruto de una prolífica carrera en la que ha ido enlazando un trabajo tras otro. Hoy abre ese baúl de los recuerdos, desempolva sus pensamientos, sus reflexiones y sus opiniones con El Español. Lo único que no saca de él es la capa. “La tengo bien guarda en el armario. Esperando a las siguientes Navidades”.

España

¿Se ve lejana desde aquí la actualidad política?

No, se ve igual. Es verdad que la gente de aquí mira más lo suyo, porque todo se focaliza más en Madrid. A un señor de Castilla-La Mancha que venga a aquí, al programa, lo que le interesa de verdad es lo que pasa en Ciudad Real, en Toledo, en Guadalajara.

Pero se habla más.

Más que nunca. También es normal, nunca hemos estado como ahora. La situación política actual en España nunca había existido. Eso siempre da más que hablar. La ausencia de gobierno ha sido la principal conversación en las piscinas, en la playa, en el monte durante todo este verano.

¿Quién tiene la culpa?

Si alguien la tiene, son los políticos. Pero yo hablaría más bien de responsabilidad. En el fondo, ese es su trabajo. Un país donde sus políticos no son capaces de llegar a acuerdos es un país que no funciona. Y creo que es posible que lo alcancen, pero les está costando demasiado. Cada uno está mirando más para su bienestar y menos para el bienestar de España.

Y tampoco es que entre ellos haya muchas diferencias sustanciales, no tantas como para que estemos hablando de unas terceras elecciones. Hay más puntos que les unen que los que les separan. Pero el egoísmo político o partidista hace que nadie se mueva ni quiera negociar nada.

¿Cuál es el principal problema que tiene hoy España?

El principal problema que tiene España es el desempleo. He tenido que dar los datos del paro muchísimas veces, un paro que habla de 4 millones de personas, y siempre se me revolvían las tripas. Me sigue pasando. Un país que tiene una tasa de paro tan elevada esa tiene que ser su prioridad.

Ramón García en el plató de Castilla la Mancha TV Jorge Barreno

¿Qué opina de Rajoy?

Rajoy es un superviviente, en el buen sentido de la palabra. Un señor que lleva en política tantos años, desarrollando tantos cargos… Eso es un superviviente. En el Congreso no creo que encuentres a gente con un bagaje político tan amplio como el que tiene Mariano Rajoy.  Le conocí cuando estaba en Punto Radio, y me pareció un señor muy cercano, muy humano, algo raro en los políticos, a los que solemos deshumanizar.

Allí conoció a Sánchez.

En el año 2007-2008, tenía un equipo de colaboradores en los que estaban todo gente joven de la política: Pedro Sánchez, Madina, Antonio Hernando, Oscar López, Carme Chacón… A todos ellos les tenía de colaboradores. Quise llevar a gente joven de los dos grandes partidos que representasen el futuro… Y no tuve mal ojo. Del PP, venían Soraya, Ayllón, Lasalle… Tenía también algún nacionalista, pero todos eran gente poco relevante en aquellos momentos, Gente que, en aquel entonces, no era nadie. Y que ahora están dirigiendo los principales partidos.

¿No es un envoltorio nuevo con las formas de siempre?

No yo no creo que vuelvan a las mismas formas de la llamada “vieja política”. De hecho, si estuvieran los de antes, ya habría gobierno. Si estuviera Felipe González ya se habría pactado. Y los de ahora no están consiguiendo encontrar la fórmula, no sé yo el por qué. Si lo supiera sería el gran titular. Si escuchas a los de antes, la vieja guardia, que no están muy de acuerdo con sus cachorros, ya hubiesen pactado de alguna manera para que el gobierno estuviese formado.

¿Aznar y González? ¿Usted cree?

Estoy seguro de que hubiese pactado. Recuerdo aquella época dura del terrorismo. Tanto PP como PSOE pactaron con el PNV en mi tierra. En Euskadi se gobernó durante mucho tiempo con un lehendakari del PNV pero con consejeros del PSOE. Al final, el pacto es la política. Y se ha pactado con cosas más duras y ahora, da la impresión de que no se puede hacer nada. ¿Cómo es posible? Antes jamás hubiese habido unas segundas elecciones. Y ya estamos mirando a ver si hay unas terceras...

¿Es negativo?

Desde luego que lo es. Estamos todos quemados, cansados, desilusionados… Cuando la gente dice: ¡terceras elecciones! Es que la gente ya ni irá a votar, y eso es muy triste. Perder la ilusión de ir a votar porque ellos te han cansado, porque ellos no han sido capaces de arreglarlo. Y es más terrible que el país esté andando sin políticos. Hay que aprobar unos presupuestos, la economía está parada…

Rajoy y Rivera parece que van a llegar a un acuerdo

Todo lo que sea pactar y llegar a acuerdos me parece positivo. Yo habría hecho un gobierno de gran coalición. Les diría: “Señores: pongámonos en marcha”. Y luego ya hablaremos. Creo que se están haciendo las cosas al revés. Y estamos perdiendo un tiempo precioso.

Ahora que llega el puente, resulta que no se habla nada hasta el día 17. ¿Qué puente ni que narices? A mi me daría vergüenza que me saquen una foto siendo político en traje de baño el domingo. Tiene usted que estar reunido hablando las 24 horas del día. No sé si recuerdas: cuando se aprobaron los Pactos de la Moncloa, que prácticamente todo se fraguó en el restaurante José Luis, aquella gente no dormía.

En frente del Bernabéu.

Allí mismo. Y ahí se metieron Alfonso Guerra y otros, y le decían: José Luis, tortillas, coca-colas y cafés. Y de madrugada, salía, y allí estaban: todos haciendo la foto en la puerta y con el papel firmado. Lo del puente me parece una desfachatez. A esta generación de políticos le queda muchísimo que aprender. Tienen que ponerse las pilas para que esto funcione. Y nosotros como ciudadanos de este país les tenemos que pinchar para que reaccionen.

En ese pacto de gran coalición, ¿dónde queda Podemos?

Dentro. Yo los metería a todos. Un partido con una representación tan grande no lo puedes borrar. Si están y ellos tienen su representación, ¿cómo vas a quitarlos? Han sido muy importantes en la política nacional. Eso demostraría la madurez política. Señores, primero está España. ¿Qué estamos haciendo? ¿Pelearnos por nuestros escaños?

Ellos agitaron el árbol.

Muchísimo. Muchos no se lo esperaban. Les vieron como cuatro chavales que salían de la Puerta del Sol y no se los tomaron muy en serio. Y ahora se tienen que hacer fotos con ellos y dándole la mano. Los que estaban en la política no supieron ver lo que pasaba: el desencanto de la gente joven. Creo que es buena la irrupción de cualquier partido político cuando hay un desencanto general.

Denunciaron mucho lo de la corrupción, es verdad, pero ellos también tendrán que mirarse al espejo. Salieron por ahí dudas de su financiación que a fecha de hoy no quedó muy aclarada, y sin duda tendrán que explicarlo.

Pero eso, en parte, es un error periodístico: salta la noticia y después se diluye. Damos el titular, damos la gran noticia, y a los dos días nos olvidamos, porque ya estamos con otra otra cosa. El periodismo de hoy adolece de eso. Y su gran labor es la de denunciar la corrupción continuamente, sea del color del partido que sea. Porque en todos los sitios cuecen habas. Y si no, mira en Andalucía.

El mítico presentador es la nueva estrella de Castilla-La Mancha TV. Jorge Barreno

País Vasco

Arnaldo Otegi se quiera presentar a Lehendakari.

Tendrá que hacer lo que la ley le permita. Y la ley oficialmente no lo permite. Que el quiera presentarse forma parte de un movimiento propagandístico que le viene bien a Bildu, que le está comiendo la tostada a Podemos en Euskadi.

Lo venden como un mártir.

Faltaba liderazgo en la izquierda abertzale. Y la historia de un preso da buena imagen siempre para liderar un partido político. Ha pasado muchas veces en la historia. Y en Euskadi lo han vendido así, en un lugar donde la política la hemos vivido siempre día a día. Allí hablamos mucho de política, vivimos en política.

Ahora más tranquilamente.

Desde luego. He tenido la suerte de vivir un tiempo en el que no ha habido tantos muertos de ETA. Antes en casa se hablaba con mucho miedo. La gente, por temor, no se compraba un coche bueno. Y al final, siempre terminas conociendo a todo el mundo. Yo he conocido gente que estaba en los dos bandos. He tenido amigos de padres amenazados, y amigos del colegio que han acabado siendo etarras. Cuando hice la mili en Cáceres coincidí con uno que era de un comando. Y nunca lo supe hasta que le mató la Guardia Civil en un enfrentamiento en Deusto.

Aquello es un microcosmos.

Es imposible que no conozcas a alguien. Por suerte, ahora no se mata. Por suerte, ahora no se extorsiona. En estos tiempos, tenemos la suerte de hacer política sin pistolas encima de la mesa. Eso es un cambio radical de la vida. Ayer veía una fotografía en El Correo con las colas más largas que nunca en el Guggenheim. Eso hace veinte años era imposible. No por el Guggenheim, sino porque el turismo no existía en Euskadi. Daba miedo ir a Euskadi. En San Sebastián pasaba lo mismo y en Vitoria también, pero ahora está lleno de turistas de todo el mundo.

TELEVISIÓN

El otro día saltaba la polémica cuando TV3 sustituía la bandera de España por la de Cataluña para identificar a “Purito” Rodríguez ¿Se han convertido las televisiones en herramientas políticas?

Siempre lo han sido. Tristemente, siempre han sido utilizadas como instrumentos políticos para ayudar a los que gobiernan. Es un gravísimo error. Sobre todo ahora, porque la gente ya se ha dado cuenta.

¿Cómo concilia eso un periodista?

Yo no lo entiendo.

¿Usted lo ha vivido?

Sí, pero yo hacía lo mío. No podría meterme en la cama si tuviese que vender algo en lo que no creo. No he tenido nunca problemas, pero sí que se ha intentado marcarme el camino. Y siempre he dejado bien claro que no, que por ahí no pasaba. Y a mi no se me puede tildar de izquierdas, ni de derechas, ni de nacionalista ni de nada, porque he trabajado en medios muy diferentes. Yo soy un profesional que hace su trabajo y que lo hace con honradez. Si manipulamos eso estamos jodiendo España. Sí que he visto a muchos apesebrados a lo largo de todos estos años. Lo que pasa que el miedo a perder el sustento es jodido. Yo lo entiendo, no lo comprendo y no lo acepto en mí, pero lo entiendo.

¿Cree que la televisión ha contribuido a que se polarice el debate político?

Las televisiones públicas viven el peor momento de su historia en cuanto a audiencia. ¿Por qué será?. Yo creo, y me parece que no me equivoco, que la gente está harta de sus televisiones y sus radios públicas. Eso tiene que tener ya una tendencia a cambiar. Yo siempre he abogado porque al frente de las televisiones tienen que estar siempre profesionales de la televisión. La influencia política es lo que ha podrido las televisiones en nuestro país. El otro día salía el dato de TV3: el peor de su historia. Hay que hacérselo mirar. La gente no es tonta: ve aquello y se pregunta qué moto me están vendiendo.

¿Qué solución tiene TVE?

Cuando fue el último ERE se echó a decenas compañeros míos con más de 50 años en la calle. Pero no se hizo con un bisturí: todos a la puta calle. Y esa brecha de edad es la que ha jodido el oficio. ¿Qué hace un tío de esa edad, en su mejor momento profesional, sin trabajo? Lógicamente, van a estar controlados por el gobierno de turno. Pero la injerencia en informativos y programación de la política hoy en día es vergonzosa. Esa gente tiene que salir de ahí y quedarse los profesionales. Lo otro desprestigia sus propios informativos.

¿Tendría cabida el Grand Prix en la televisión de hoy?

El Grand Prix sería un gran éxito. El juego de pueblo contra pueblo, con diversiones, con caídas, en verano…Sería de nuevo un éxito seguro. Lo que pasa que era un programa caro. Vete a saber si volvemos.

¿Qué le falta por hacer a Ramón García?

¡Si yo estoy empezando! Todo, todo todo: soy un eterno novato. Hacer ahora este “En compañía” me parece un lujo. Siempre digo que no hay televisión pequeña ni programa pequeño. Pongo la misma ilusión y las mismas ganas me vean 20 millones de personas o 50.000. Disfruto de mi oficio.¿Juegas en una liga más pequeña? Puede ser, pero hay que luchar igual.

García, preparándonse en su camerino. Jorge Barreno

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