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La víctima de la violación tuvo la valentía de llamar al doctor David, a su supuesto agresor, al cirujano plástico que presuntamente la había penetrado sobre la mesa de operaciones mientras estaba sedada, para interpelarle por lo sucedido durante el aumento de pecho por el que le pagó 6.000 euros.

La conversación se produjo el lunes 8 de diciembre. Tres días después de que la Policía Nacional le comunicase a esta mujer que había sido violada dentro de un quirófano y que la supuesta agresión fue grabada por una auxiliar de clínica que asistió al doctor David, en su operación de aumento de pecho con la técnica del lipolifting: extrayéndole grasa corporal tras colocarla en posición ginecológica.

“Me enteré de la denuncia porque la paciente me llamó el lunes pasado, para decirme que le habían llamado de la Policía comunicándole que la agredieron sexualmente. Yo le dije que no. Solo fue una liposucción de ingles, rodillas y abdomen y le iba a introducir [la grasa] en el pecho, en combinación con cirugía de mastopexia”, tal y como recoge la declaración del doctor David en los juzgados de Molina de Segura.

No violé a la paciente. En ningún momento me saqué el miembro. Mis manos estuvieron al aire en todo momento. El instrumental me lo daban las enfermeras. Sí que tocaba a la paciente, pero era para poner gasas sobre la paciente. No puedo dejar el instrumental para bajarme la ropa e introducir mi miembro en la paciente. Las batas tenían muchos nudos”, según detalla.

Las explicaciones del cirujano plástico no evitaron su ingreso en prisión. Todo ello, debido a que la juez dio mayor peso a los testimonios prestados por la enfermera que le asistió con el instrumental durante la operación y a la auxiliar de clínica que le grabó con su móvil, haciendo movimientos pélvicos cuando estaba entre las piernas de la paciente.

En el vídeo hago movimiento de vaivén porque lo hago en todas las liposucciones. Depende de cómo tengas los pies, si es de cara a la paciente o de lado. Hay veces que cojo posiciones extrañas. Ese movimiento es habitual. La gente que me conoce sabe que lo hago, incluso cuando estoy de lado y no solo con la posición ginecológica”.

El doctor David en dos fotogramas del vídeo tomado por la auxiliar de clínica que ha declarado en el juzgado.

El doctor David G. S. (México, 1979) solo respondió a las preguntas de su abogado, Pablo Martínez, haciendo hincapié en su excelente currículum como profesional independiente que opera en hospitales privados de varias comunidades autónomas y que atesora dos clínicas, una en Madrid y otra en Alicante, tras cursar Medicina en Barcelona y obtener la especialidad de cirugía plástica, estética y reparadora.

“Nunca he sido denunciado por hechos similares”. “El 95% de mis pacientes son mujeres, nunca me han denunciado por delitos sexuales”, tal y como insiste. “Llevo haciendo este tipo de operaciones desde 2009”.

De momento, el pasado jueves 4 de diciembre de 2025 hizo su último aumento de pecho porque ha terminado en prisión, a pesar de haber detallado a la magistrada hasta la indumentaria que llevaba en la operación que está bajo sospecha. Lo hizo para disipar cualquier duda acerca del vídeo realizado por la auxiliar de clínica y donde la Policía Nacional sostiene que aparece entre las piernas de la paciente, "haciendo movimientos oscilantes para delante y para atrás”.

Aquel jueves, el doctor David llevaba un pijama quirúrgico, compuesto de pantalón y camiseta. Debajo del pijama llevaba ropa interior y unas medias: “Es para las varices porque trabajo muchas horas de pie”. Incluso enseñó esas medias en el juzgado para demostrar que le impedían sacar su pene porque "le cubren hasta la barriga” y “no llevo bragueta”.

Además, este médico, de 46 años, recalca que le “ataron la bata las enfermeras”: las únicas sanitarias que estaban en el quirófano de este hospital privado de Murcia y que son las testigos clave de la supuesta violación. La enfermera se encargó del instrumental y la auxiliar de clínica ejerció de personal circulante, para moverse dentro y fuera del campo quirúrgico.

"Siempre estuvieron dentro la enfermera y la paciente. La auxiliar [de clínica] salía y entraba. La enfermera estaba a mi lado, al lado del torso de la paciente, solo nos separaba el muslo. Si hubiera sacado o metido mi pene, la enfermera lo habría visto", tal y como prosigue relatando el cirujano plástico.

Pablo Martínez, su abogado defensor, centra parte de sus preguntas en desmontar varios puntos de los dos atestados elaborados por la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM). Tales como la presencia de fluidos corporales en los pantalones del doctor David o aclarar el motivo por el que permaneció media hora entre las piernas de la paciente, con la cánula desactivada con la que debía sacarle la grasa de los muslos para colocársela en los pechos.

La imagen que analiza la UFAM apuntando a que el doctor David colocó algunas máquinas para que no se viera su cuerpo.

“Cuando hago el movimiento de la cánula, me pongo la ropa para evitar que salpique, y en ese movimiento sale flujo, y salpica, eso es habitual”, según apunta sobre la supuesta causa y el origen de los fluidos detectados en sus pantalones. A continuación, justifica el motivo por el que estaba entre las piernas de la paciente con la cánula desconectada.

“Cuando extraje la grasa, seguí haciendo movimientos con la cánula sin estar conectada porque es una práctica habitual que se llama despegamiento, para que la piel cicatrice bien y que se despegue la piel de la grasa, para que no queden irregularidades”. “No hace falta que esté conectada”.

“Incluso hay cánulas especiales para hacerlo. No sé si las enfermeras tienen conocimiento de ello. Lo que hice es lo habitual, lo del retoque final. Llevo años haciéndolo y no he tenido problemas. Lo hago para que todo quede más homogéneo”.

La UFAM sostiene en uno de sus atestados que este conocido cirujano plástico "llevó a cabo la presunta agresión sexual, con total impunidad, descaro y delante de otras personas en el quirófano [...]". "Se puede observar los pantalones a la altura de los pies, arrugados". "Además, se aprecia cómo se mueve el pubis de la paciente cuando empuja el doctor". 

Tales afirmaciones las realizan los investigadores después de un primer análisis del famoso vídeo y de estudiar la distribución que había en el quirófano, a través de un croquis que les hace la enfermera, poniendo el acento en que el doctor David logra "camuflar" su cuerpo junto a la paciente y era el único médico que solía cambiar de orientación la mesa de operaciones.

"El doctor David, según dicen la enfermera y la auxiliar, es el único cirujano que cambia la posición de la camilla”. "Se percibe alevosía por parte del doctor, el cual, planifica desde el primer momento esta acción, cambiando la camilla de orientación para evitar ser visto y controlar la puerta de entrada y salida del quirófano [...]".

El croquis que hizo la enfermera que desde principios de año acompaña al doctor David en las operaciones estéticas.

Pero el doctor David tiene explicaciones para cada situación anómala que detecta la Policía Nacional. “Usé los pantalones con talla XL, los pijamas de ese hospital me estaban holgados, se me caían y me los coloqué”. 

Moví la camilla porque me gusta estar de perfil al paciente. Para cirugías de este tipo, tengo mejor acceso al paciente para que no vea la gente que entre al quirófano los genitales de las pacientes que se encuentren en posición ginecológica. No me gusta que estén con las piernas así y que la gente pueda verlo”. "La operación siguió 3 horas más. Se desarrolló con normalidad". 

Sin embargo, la magistrada de la plaza número 4 de la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia de Molina de Segura, con competencia en violencia sobre la mujer, no vio normalidad en aquel aumento de pecho y envió a la cárcel a este referente del bisturí por "riesgo de reiteración delictiva".

El ingreso en prisión del cirujano plástico se produjo el viernes 12 de diciembre, justo cuatro días después de que el lunes le telefonease su paciente a la que supuestamente violó: "Después de hablar con la paciente, contacté con mi letrado y me dijo que me llamaría si pasaba algo. El martes me fui a trabajar. Yo no tenía intención de huir”.