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Entre los 7.500 vecinos que residen en el céntrico Barrio del Hospital de Valladolid podría haber un pirómano. La Policía Nacional confirma a EL ESPAÑOL que ha abierto "una investigación" tras detectarse "una serie de incendios" que se han producido entre las madrugadas del viernes 21 de noviembre y el domingo 23.

La dinámica que han seguido los incendios hace pensar a la Policía Nacional que "pueden haber sido provocados" por una o varias personas. La alarma social es notable entre los residentes de esta barriada que forma parte del distrito 8 de Pucela y que debe su nombre al Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

El modus operandi del sospechoso evidencia que se trata de un pirómano porque le mete fuego a contenedores, ubicados junto a vehículos estacionados en la vía pública. Así lo confirma un mando de los bomberos a este diario: "No habíamos llegado a sofocar el fuego declarado en un contenedor, cuando ya nos había entrado otro aviso de un nuevo incendio".

La investigación se ha iniciado porque los incendios se han detectado en un área próxima y que abarca las calles Jardín del Buen Retiro, Doctor Esquerdo, Amor de Dios y la avenida de Palencia. "Es la zona de la Rondilla", según resume este mando de los bomberos de Valladolid conocedor de las pesquisas policiales.

Las consecuencias de uno de los incendios intencionados en el Barrio del Hospital de Valladolid

El primer incendio que está bajo la lupa de la Policía Nacional, se produjo a las 4.40 horas del viernes 21 de noviembre, en la calle Amor de Dios. Allí resultó calcinado un contenedor de basura que causó daños a un coche. Durante la madrugada del domingo 23, entre las 5.09 y las 6.45 horas, el apetito incendiario del presunto pirómano fue a más porque resultaron quemados dos contenedores en la avenida de Palencia, un contenedor en la calle Jardín del Buen Retiro y uno más en Doctor Esquerdo.

"Daba la sensación de que le prendía fuego a los contenedores conforme hacía una ruta, como de vuelta a casa". Lo peor de todo fue el enorme daño económico que causó en los vehículos de varios vecinos que acabaron siniestro total. "Las llamas afectaron a tres coches y a una motocicleta, en algunos casos estaban calcinados al cien por cien, en otros presentaban daños en el paragolpes, en las molduras, en el motor...".

Además, en la calle Doctor Esquerdo, las llamas llegaron a afectar a la fachada de un bar y de un bloque de pisos. "Tuvimos que verificar que los vecinos estaban bien y que el fuego no había afectado a sus viviendas". Esto hizo estallar la indignación y la preocupación vecinal en el Barrio del Hospital, de forma que la Policía Nacional ha abierto una investigación para dar con el autor de estos incendios que tienen en jaque a esta céntrica barriada.

"Seguramente, volverá a actuar si se trata de una persona con algún problema mental", tal y como alerta esta fuente de los bomberos. "Puede actuar por impulsos". La Policía Nacional subraya que "no puede ofrecer datos" sobre la investigación, encaminada a esclarecer el tipo de acelerante empleado en los incendios, entre otros datos, para destapar la identidad del pirómano.

Las llamas llegaron a afectar la fachada de un bar y de un bloque de pisos.

De momento, no se descarta que el sospechoso sea un pirómano que reside en el barrio o en una zona próxima.

El pirómano actúa de madrugada, prendiendo fuego a contenedores que están pegados a vehículos aparcados en la calle. Parece mostrar predilección por los depósitos de cartón o plástico que están colmatados, con el objetivo de que las llamas se extiendan más rápido y el humo sea más denso, incluso que provoquen una pequeña detonación o deflagración por los aerosoles que albergan.

El precio de cada contenedor suele ser de 900 euros, como mínimo, de modo que el pirómano ya acumula daños al mobiliario urbano por 4.500 euros, sin contar los miles de euros de un todoterreno de alta gama con el motor y la carrocería derretidos por la virulencia del fuego, por poner un ejemplo de uno de los cuatro vehículos afectados

"Nuestro consejo es no aparcar cerca de un contenedor nunca", según advierte este bombero. La fibra de plástico de estos recipientes desprende mucho calor cuando se quema y arrasa lo que hay alrededor.