El futbolista Marcos Llorente no solo da de qué hablar en el césped por su talento con el balón: también cuando sale del terreno de juego y expone, sin tapujos, sus curiosas -y a veces, polémicas- rutinas y costumbres: caminar descalzo, pasear sin camiseta cuando hace frío e incluso coquetear con la conspiración de los chemtrails, que especula con la idea de que los aviones lanzan productos químicos con fines perversos.
Un grupo de expertos en diferentes ámbitos ha atendido a EL ESPAÑOL para derrumbar los mitos que hay detrás de estas polémicas costumbres y opiniones del deportista, y también para explicar, desde el conocimiento, qué hay de verdad en algunas prácticas en las que sí acierta.
Los chemtrails
La teoría de los chemtrails no es algo nuevo. Sin embargo,Llorente sigue sosteniendo que las estelas que dejan algunos aviones a su paso "no son normales".
En una entrevista en COPE el periodista Juanma Castaño le preguntó al futbolista si él creía que con las estelas que algunos aviones dejan a su paso por el cielo "nos están metiendo historias [a las personas]".
Llorente respondió que, aunque no afirma eso, le gustaría saber qué son esas estelas. Esta teoría es una antigua conspiración, y quienes creen en ella sostienen que las líneas blancas de vapor que se forman tras las aeronaves en el cielo tienen un fin: dispersar productos químicos en el aire con diversos objetivos, normalmente dañinos.
De hecho, el futbolista, al ser preguntado por Juanma Castaño sobre si creía que se trata de algo para cambiar el clima, respondió: "Eso ya lo hacen y lo dicen, y hay países que lo han prohibido".
No obstante, hay una explicación científica que desmonta todas las teorías conspiranoicas sobre estas estelas. El astrofísico Alejandro S. Borlaff, que trabaja en el NASA Ames Research Center de California, es contundente: "Los chemtrails no son nada".
Alejandro S. Borlaff es investigador de la división de ciencias del espacio y astrobiología (Space Science and Astrobiology) del Centro de Investigación Ames de NASA, en California
PREGUNTA.– ¿Los chemtrails algún efecto nocivo sobre la salud de las personas?
RESPUESTA.– Todo esto es falso, aunque hay una pieza de verdad que fallamos normalmente en decir abiertamente.
Los seres humanos en realidad sí estamos modificando el medio ambiente dispersando gases, pero no a través de los chemtrails, si no a través de los gases de efecto invernadero, como el CO2 y otros.
Todas las instituciones científicas han estado advirtiendo del terrible peligro al que nos enfrentamos debido a un calentamiento de la Tierra.
Sin embargo, estos bulos atraen más la atención del público que el hecho de que hay un problema de regulación de las emisiones de gases al medio ambiente.
Por eso creo que es importante redirigir esa atención desde los bulos, como los chemtrails, hacia los problemas reales, como el cambio climático, siempre que sea posible.
P.– ¿Qué es la estela que se forma al paso de algunos aviones? ¿Cómo se produce?
R.– Las estelas de los aviones son esencialmente agua, nubes de condensación. Si la atmósfera contiene algo de humedad a la altitud a la que pasa un avión, el paso de la aeronave y las partículas de CO2 que estas emiten puede generar pequeñas gotas condensadas de agua.
Esencialmente, el avión está forzando a su paso la condensación del agua que ya está en la atmósfera, de manera no muy distinta a cuando hacemos una nube de vaho con nuestro aliento en una noche fría de invierno.
Un dato interesante es que la cantidad de agua que contienen esas estelas es muchísimo mayor que lo que podría contener un avión dentro. Incluso si se quisiera hacer una estela artificial, usando un avión antiincendios, esta sería mucho más pequeña que lo que observamos.
Duchas frías
Marcos Llorente también se ha popularizado por unas rutinas físicas que no cuentan con un amplio respaldo científico. Una de ellas es su exposición al frío: todas las mañanas sale a pasear al perro sin camiseta, se da baños de hielo y duchas de agua fría, porque asegura que las bajas temperaturas generan una serie de beneficios para el organismo.
Pero esto tiene muchos matices. Los explica el doctor en Ciencias del Deporte Carlos Alix, director del Instituto de Ciencias del Ejercicio y Nutrición (ICEN): "La exposición al frío mediante aire frío o inmersión en agua fría, no es buena o mala persé, sino que dependerá del contexto y el objetivo que tengamos con ello".
El doctor en Ciencias del Deporte, Carlos Alix.
P.– ¿Hasta qué punto y en qué casos puede ser positiva una exposición al frío?
R.– En el caso de que estemos hablando de población general, realmente una ducha de agua fría después de entrenar en el gimnasio no sería muy buena idea, porque precisamente atenuaría o reduciría los resultados de ese entrenamiento en el gimnasio.
Si esta parte de la población quisiera darse una ducha o un baño de agua fría o exponerse al aire frío, tendrían que hacerlo en cualquier otro momento del día alejado del entrenamiento.
Pero si hablamos como en este caso de Marcos Llorente, un futbolista profesional, puede tener cabida en algunos contextos.
Aquí es importante recalcar que una de las diferencias principales de los futbolistas profesionales con los amateur es su nivel de masa muscular y su generación de potencia, por ejemplo, para la altura de salto.
Es decir, que cada vez vemos que los futbolistas tienen una mejor composición corporal, menos grasa, más masa muscular y precisamente hay momentos en el año en los cuales priorizan un poco más este ajuste de la composición corporal en base a aumentar su masa muscular y fuerza, así que en estos entrenamientos en el gimnasio, tras ellos sería negativo que se expongan al frío: ya sea con aire frío o con inmersión en agua fría.
Ahora bien, si estamos durante la temporada, un futbolista que tiene mucha frecuencia de partidos, al final su cuerpo está machacado estímulo tras estímulo. Aquí sí que la exposición al frío sí que puede tener cabida por distintos factores.
Caminar descalzo
Además, se ha visto a Marcos Llorente practicando el grounding, una costumbre que consiste en caminar descalzo y que comparte con el que fuera su entrenador, Luis Enrique, durante su convocatoria para el Mundial de 2022 de Qatar.
Sin embargo, esta técnica tampoco se respalda en una evidencia científica consolidada, tal y como explica Carlos Alix: "Malo no es, siempre y cuando se lleve cuidado con el terreno en el que se camina para que no se generen lesiones ni cortes".
P.– ¿Qué dice la ciencia sobre caminar descalzo?
R.– Sí que hay algún estudio aislado que encuentra una mejora en el estado de ánimo y en el bienestar percibido, e incluso hay uno que ve algún marcador mejorado a nivel inmune e inflamatorio, pero esto no quiere decir nada porque cuando es solo un estudio, y por tanto, la evidencia es muy limitada y tenemos que esperar más lo comprueben.
La realidad es que la exposición a la naturaleza, en general, es cierto que mejora nuestra salud mental, lo cual es importante ahora que hay tanta ansiedad y depresión en la sociedad.
Dieta 'paleolítica'
Por otro lado, una de las cosas por las que se ha viralizado Marcos Llorente es por seguir la que él denomina 'dieta paleolítica'.
Tal y como el deportista colchonero declaró en una entrevista en Cadena Ser, este hábito alimentario consiste en "alimentarse con lo que se comía en esa época, hoy en día tendrías que eliminar a todos los ultraprocesados y los cereales: todo lo que sea pasta, pan, trigo, arroz… Todas esas cosas fuera. Y lácteos también, que a no ser que sean de mucha calidad y de oveja o demás, fuera también".
El ex del Real Madrid y el Alavés detalló que los hidratos los toma del boniato, la patata y la yuca, y que por lo demás, toma de todo. Pero el dietista Rafael Bermejo, experto en innovación alimentaria, autor de El poder de las bebidas vegetales, ve algunas lagunas en este planteamiento, aunque reconoce que tiene puntos positivos.
El dietista Rafael Bermejo impartiendo una conferencia.
"En primer lugar, los humanos paleolíticos tenían dietas muy diversas. Básicamente, comían lo que pillaban, incluyendo verduras o miel. Incluso tenemos evidencia arqueológica del consumo de granos antes de la agricultura, hecho que sorprende a los fanáticos más tradicionales".
P.– ¿Cómo valora la dieta paleolítica?
R.– Desde el punto de vista nutricional, la propuesta tiene muchas cosas buenas, como ser rica en alimentos muy saciantes, locales y de los que difícilmente se puede abusar. Sin embargo, 'paleo' no es sinónimo de 'sano', ya que, con facilidad, se podría acabar en un patrón carnívoro.
Este implicaría tomar altas cantidades de colesterol y poca fibra, lo cual es perjudicial para nuestra salud general. Dicho esto, la dieta 'paleo' bien programada puede ser perfectamente saludable y aportar carbohidratos, aunque son muy pocos: la patata, el boniato, la fruta o la miel.
Con seguridad, a Marcos Llorente esto no le importa, sin embargo para la mayoría de personas sería un patrón muy monótono y aburrido. Este es un gran inconveniente de la dieta ‘paleo’, la poca variedad de carbohidratos que ofrece.
Otro problema sería la retirada de los alimentos procesados en una sociedad tan acelerada como la actual. Estos nos aportan agilidad en la cocina, además de no tener que ir a comprar cada mañana. Eliminarlos sería incompatibles con nuestro modo de vida.
P.– ¿Hasta qué punto es aconsejable retirar los lácteos y los alimentos procesados?
R.– La evidencia actual no respalda esto. Ni los lácteos, ni los procesados son malos por sí mismos. La confusión procede de que, si una persona tiene una patología diagnosticada, como intolerancia a la lactosa, celiaquía o sensibilidad al gluten, estos alimentos serían incompatibles con ella, pero no es así con la población general.
Los lácteos, por ejemplo, no son inflamatorios, al contrario de lo que muchos piensan. Y el gluten tampoco es un problema para alguien no celíaco ni hipersensible. Lo mismo ocurre con el procesamiento: pensamos que hay una industria malvada detrás de nuestros alimentos, pero no es así.
Procesarlos sirve para acercar los alimentos a la población, como los las legumbres en conserva, la fruta congelada o la leche pasteurizada. Son productos sanos que, gracias a su tratamiento, nos dan seguridad y facilidad de consumo.
Café con mantequilla
Rafael Bermejo, que también es creador de contenido sobre salud en redes sociales también se pronuncia sobre otra de las costumbres más curiosas de Marcos Llorente: echarle mantequilla al café, en lugar de leche o azúcar.
P.– ¿Es mejor la mantequilla que el azúcar o la leche para añadir al café?
R.– Esta moda surgió hace varios años, aunque ha quedado algo obsoleta. Según se decía, se trata de un café muy saciante y que aporta energía sostenida durante la mañana, sin elevar la insulina.
No obstante, ahora sabemos que la insulina no es un problema si no hay riesgo de diabetes. Sube y baja, como debe ser.
Por otro lado, la mantequilla no es un alimento saludable. Es muy alta en calorías, que abundan por todas partes y provocan obesidad.
Además, sus grasas son principalmente saturadas, las cuales no nos interesan, especialmente si las comparamos con las mono y poliinsaturadas, como las del aceite de oliva.
Por último, el café es un alimento muy insertado en nuestra cultura y que puede consumirse con moderación, hasta 2 o 3 tazas diarias serían aceptables. Eso sí, nuestro último café debería ser antes de las 4 de la tarde, para evitar problemas con el sueño.
