Cada día se suman más jóvenes españoles a la tendencia de abandonar el país en busca de un mejor futuro. Los sueldos bajos, la falta de oportunidades laborales y los altos costes de vida han provocado la fuga de talento en el territorio español. Y muchos de ellos ponen rumbo a países donde es sencillo encontrar un trabajo con un buen sueldo que les permita ahorrar lo máximo posible.
Un claro ejemplo de ello es Suiza. Uno de los destinos predilectos por muchos jóvenes para tratar de ganar la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible. Sin embargo, no todo es tan fácil como parece o por lo menos así lo explica Alejandro Portillo.
El joven sevillano de 21 años lleva más de 7 meses en Suiza pero confiesa que al principio no fue nada sencillo. "Encontrar una vivienda sin un contrato de trabajo es prácticamente impensable". Y durante un período de tiempo tuvo que compaginar dos trabajos para poder pagarse una habitación.
Asimismo, explica que en Zúrich –ciudad en la que se encuentra– se puede encontrar trabajo únicamente con el inglés, sin embargo, debido a la alta demanda, ahora están empezando a exigir un nivel mínimo de alemán. "Las primeras semanas fueron duras. Trabajaba en la cocina de un restaurante donde no hacía falta saber idiomas, mientras intentaba aprender algo de alemán por mi cuenta", recuerda el sevillano.
Actualmente trabaja cuatro días a la semana en la cadena de cafeterías Starbucks. Un trabajo en el que recibe un sueldo aproximado de 3.700 francos, es decir unos 3.900 euros. Un salario considerablemente superior al que percibía en España. Alejandro que trabajaba en un almacén de congelados cobraba unos 1.200 euros al mes, menos de la mitad de lo que gana hoy en día.
Además, este sueldo le permite ahorrar una buena cantidad de dinero. Teniendo en cuenta que paga un alquiler de 650 euros por una habitación y a veces realiza trabajos esporádicos para ganarse un extra, el joven sevillano puede ahorrar unos 2.000 euros al mes: "Mi meta es siempre llegar a los 2.000 francos. Es verdad que a veces se ha quedado en 1.700 o 1.500 y ha habido veces que ha sido más", concluye Alejandro.
