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Este verano, mientras el Real Madrid pedía prorrogar el 'caso Negreira' debido a la complejidad de la investigación, el protagonista de esta trama disfrutaba del verano en una céntrica vivienda de la ciudad de Alicante, alejado de las cámaras y los escándalos mediáticos.

EL ESPAÑOL ha localizado el piso donde José María Enríquez Negreira ha pasado la última temporada estival, creyendo que no sería reconocido. Aunque su identidad no tardó en trascender a los vecinos con los que ha compartido comunidad, pasillos y piscina.

"Es muy discreto, sale poco de casa", expresa a este diario José, uno de los residentes de esta comunidad. "Yo no sabía quién era hasta que me lo dijeron otros vecinos. Ha pasado una temporada este verano, aunque el anterior lo pasó entero aquí. Hace poco más de un mes que lo vi por última vez".

El balcón del piso José María Enríquez Negreira y su pareja se han hospedado en los últimos veranos. J. I. M.

Negreira, desde que el escándalo estalló en 2023, ha hecho todo lo posible por huir del foco mediático. A sus 80 años, todo el tiempo que no pasa en los juzgados lo invierte disfrutando de una vida -en apariencia- similar a la de cualquier jubilado.

Los residentes de este grupo de viviendas que se encuentran a un tiro de piedra de la estación de trenes aseguran haberle visto a menudo en la piscina comunitaria: "Bajaba siempre con unas zapatillas de invierno, a unas horas a las que no iba nadie a bañarse", expresa una pensionista que reside en el mismo edificio.

Por su parte, una persona que trabaja en una de las varias empresas conexas a esta comunidad asegura sin tapujos que a Negreira "no lo conocía nadie en este grupo de viviendas", que se refugió en este rincón de la Comunidad Valenciana "para huir de la prensa y poner pies en polvorosa cuando se descubrió el caso".

Sin embargo, el excolegiado no dispone de una vivienda propia. Lo cuenta María, otra vecina: "Se hospeda con su pareja en la vivienda de un amigo que la tiene alquilada".

Se trata de Joaquín Fernández Pérez, también árbitro jubilado que estuvo vinculado hace años a la junta directiva del Hércules de Alicante C.F.

La amistad que les une es muy estrecha. Tanto que Fernández no dudó en encararse con una reportera del programa En boca de todos, de Cuatro: "¡Vete a la mierda!", gritó de forma agresiva el excolegiado a la periodista que les sorprendió volviendo de unos juzgados.

La informadora trataba de preguntarle a Negreira por cuestiones relacionadas con la trama en la que se le acusa de haber recibido 7,5 millones de euros del FC Barcelona para recibir un mejor trato por parte de los colegiados, en la época en la que era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Una foto de archivo de Negreira, junto a su pareja, en Barcelona. EFE/Toni Albir

Pero mientras este hombre se limitó a responder que se encontraba "de cine", sin hacer más comentarios, Joaquín Fernández increpó e insultó a la reportera que trataba de hacer su trabajo.

"Vas al Pulitzer, bla bla bla... Déjalo ya. Si quieres te digo algo de tu familia...", amenazó, antes de estallar a gritos: "¡Que lo dejes, coño, cateta de los cojones!"

Fernández, antiguo corredor de seguros y amante de las motos, dispone de una plaza de garaje que cedió a Negreira durante algunas de sus visitas para que pudiera aparcar su vehículo: "Un coche discreto, de color gris, nada ostentoso", explican los residentes.

Trato con los vecinos

Las primeras palabras de los vecinos de esta comunidad a EL ESPAÑOL sobre la presencia de Negreira en la comunidad siempre las brindan susurrando y con cuentagotas.

Sin embargo, a medida que el periodista profundiza y pregunta por detalles más concretos, los residentes acaban 'soltando la lengua'. Esta actitud, primero discreta y luego confidente, demuestra que el tema es un secreto a voces, pasó de ser algo que solo sabían unos pocos a la comidilla de las conversaciones de ascensor.

Ni Negreira ni su pareja han mantenido un contacto estrecho con el resto de los habitantes de este bloque, la mayoría jubilados y pensionistas que llevan varias décadas viviendo allí y se conocen perfectamente entre ellos.

El excolegiado se limitaba a dar los buenos días y las buenas tardes las pocas veces que se dejaba ver. Quien sí lo hacía más a menudo era su pareja, Ana Paula Rufas, también imputada por la Justicia desde agosto de 2024 después de que la Guardia Civil descubriera en sus cuentas 3 millones de euros de ingresos "injustificados" entre 1992 y 2023, según detalló el Instituto Armado en un informe publicado por EL ESPAÑOL.

Y es que esta mujer que siempre ha acompañado a Negreira desde que estalló el escándalo siempre sale a la calle acompañada de su perrito: un yorkshire. Pero también se ha cuidado de mantener un perfil bajo mediático y no llamar la atención, como sugieren sus constantes cambios de teléfonos y sus múltiples cuentas en redes sociales.

Alicante, Benidorm, Barcelona

El protagonista del 'caso Negreira' no tiene propiedades a su nombre: solo un Peugeot 208 que fue embargado por Hacienda a principios de 2023 por una serie de impagos por parte de las sociedades que dirigía el antiguo colegiado.

Por lo tanto, todos los inmuebles donde este hombre reside están a nombre de su pareja. El principal se encuentra en Barcelona, que es donde los vecinos que están más al tanto de su vida dicen que se encuentra al cierre de este reportaje. Aunque también se le ha visto por Benidorm, haciendo turismo de playa.

Dos transeúntes caminan frente a la entrada del garaje de la comunidad donde Negreira se hospeda durante sus temporadas en Alicante. J. I. M.

Pero su discreción absoluta no solo se debe a un gran deseo de permanecer alejado de las cámaras, también a su delicada salud cognitiva. Y es que Enríquez Negreira sufre un principio de alzhéimer según el informe médico que presentó su abogado ante la Unidad de la Policía Judicial adscrita a la Fiscalía a principios de 2023.

Con este documento, los abogados del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros intentaron que no tuviese que responder a la Justicia por los pagos del FC Barcelona.

Sin embargo, un informe del Instituto Médico Legal de Cataluña, al que tuvo acceso este diario, contradijo en enero de 2024 al presentado por la defensa del excolegiado.

Los médicos forenses concluían entonces que "el deterioro cognitivo puede afectar a aspectos circunstanciales y/o periféricos del recuerdo, menguando detalles".

No obstante, esto "no justifica la pérdida completa del recuerdo de un episodio", por lo que su estado de salud no afecta a la "memoria remota y reciente".

De manera que el juez concluyó que Negreira se encontraba en condiciones de continuar asistiendo a los procesos judiciales.

Silencio absoluto

Sin embargo, el árbitro siempre se ha acogido a su derecho a no testificar: una estrategia legítima prevista en el proceso penal español para evitar autoinculparse o comprometer su defensa.

No en vano, desde que estalló el caso las contradicciones de los distintos actores no han hecho más que alargar el ya de por sí complejo proceso judicial.

Y es que los 7,5 millones que se embolsó Negreira venían de un presunto asesoramiento que este árbitro, como vicepresidente del CTA, ofrecía al Barça.

Pero la justificación de esos servicios ha resultado inconsistente. El propio hijo de Negreira declaró ante la Justicia a finales de septiembre que consideraba que desconocía la relación entre su padre y el FC Barcelona, y la calificó como "poco ética", tal y como publicó EL ESPAÑOL, que tuvo acceso a esta declaración.