El próximo miércoles 1 de octubre por la mañana, en la Audiencia Provincial de Málaga, están citados dos sacerdotes, Custodio Ballester y Jesús Caro, acusados de delitos de odio por lo que dijeron en 'La Ratonera Digital', un programa de Alerta Digital, conducido por Armando Robles, también investigado. Han pasado 8 años de aquello y para los curas piden 3 años de cárcel. Para Robles, cuatro.
"Una verdadera exageración", resume a EL ESPAÑOL Custodio Ballester, el más señalado de los tres mediáticamente desde hace muchos años por sus homilías contra el aborto, entre otras diatribas, como la homosexualidad. Los denunciaron al año siguiente de la emisión del programa, que se emitió en 2016.
Fue en marzo de 2017 cuando la Asociación 'Musulmanes contra la Islamofobia', afincada en Barcelona, dio con el programa en cuestión y lo llevó ante la Fiscalía, que denunció de oficio tanto al presentador como a los contertulios.
"No hablábamos del todos los musulmanes, por supuesto. Solo hablamos del islamismo radical y de la yihad, y del uso que hacen de la violencia para imponerse", precisa el páter a este periódico. "En estos años yo ya me he acostumbrado. Solo me queda la inquietud por el día que vaya a declarar. Y ese día pues nos explicaremos y ya está".
El sacerdote Jesús Caro tiene hoy 80 años y sigue al cargo de varias parroquias en pueblos pequeños de León. Por su parte, el padre Custodio tiene 61 y es vicario de la parroquia de San Sebastián en Badalona. "Además cuido de mi madre y me preparo un doctorado", dice este barcelonés hijo de padres valencianos a quien el sacerdocio le llamó "tarde" y se ordenó con 33 años.
Fue la fiscal de delitos de odio de Málaga, María Teresa Verdugo, la que pidió tres años de cárcel para los dos sacerdotes. Se basó además en un artículo titulado ‘El imposible diálogo con el islam’, escrito por el padre Custodio, para fundamentar la acusación.
Publicado el 28 de diciembre de 2016 en varios medios digitales católicos, era una respuesta a una carta dominical del arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, titulada 'El necesario diálogo con el islam'.
En su escrito de respuesta, el padre Custodio sostenía tesis como que "el islam no admite diálogo. O crees, o eres un infiel que debe ser sometido de una manera o de otra", mientras defendía la corriente sostenida por el papa Benedicto XVI.
También criticaba a quienes, como el cardenal Omella, nombrado por el papa Francisco, promueven un acercamiento interreligioso. Asimismo, denunciaba que en países musulmanes los cristianos sufren persecución, asesinatos o deben pagar la jizya para sobrevivir.
También, que en determinadas mezquitas se predicaba el odio al infiel; que en determinados países de África o en Libia musulmanes radicales masacran a cristianos, que la dinámica del Islam es conquistar Europa y que el islamismo violento considera el yihadismo terrorista como un efluvio de la santidad divina.
En concreto, la fiscal basó su escrito de acusación en el siguiente párrafo de su artículo: "No nos engañemos, el Islam de hoy y de siempre, que es lo que estamos intentando cohonestar con el cristianismo, con una mano impulsa las obras de caridad, mientras arma la otra mano para aniquilar a todos aquellos que se niegan a reconocer a Alá, y a Mahoma como el último y definitivo profeta de Dios”.
Pregunta.- También tuvo usted problemas con la Generalitat de Cataluña.
Respuesta.- Sí, por una procesión de la Semana Santa de la parroquia con la Hermandad de Antiguos Legionarios en Cornellà de Llobregat. La alcaldesa me denunció y le pidió al arzobispo Omella mi cabeza.
Era 2016 y por aquel entonces era párroco de la Inmaculada Concepción de Sant Feliu. La alcaldesa socialista de entonces, Núria Marín, le acusó de organizar procesiones de Semana Santa con legionarios y el Cristo de la Buena Muerte, e incluso lo elevó a pleno para pedir el exilio del cura, rechazando también la mezcla entre religión y armas del cortejo.
"Aquello quedó en nada, como todas las denuncias que me han interpuesto. Todas, excepto esta", subraya.
Un cargo de Igualdad
La fiscal que en su escrito de acusación pidió tres años de cárcel para los dos sacerdotes era María Teresa Verdugo, quien hasta este año y desde 2006 estuvo como fiscal en Málaga, especializada en delitos económicos y de odio.
La exfiscal María Teresa Verdugo, con la ministra de Igiualdad, Ana Redondo, el pasado 25 de junio, cuando tomó posesión del cargo.
En 2025 la ministra de Igualdad, Ana Redondo, la propuso como presidenta de la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, un nuevo órgano adscrito al Ministerio de Igualdad. El cargo se aprobó en el Congreso de los Diputados y Verdugo tomó posesión de su cargo este 24 de junio, acompañada de la ministra Redondo.
"Se ve que hemos contribuido a su currículum", subraya el padre Custodio. "Porque hace un tiempo, un compañero fiscal suyo pidió 18 meses de prisión para un argelino que agredió a dos chicas de Valencia que se estaban besando en la calle. Las golpeó e insultó. Y a nosotros, solo por hablar, tres años. Es que te da coraje. Parece una broma".
Parece una broma, insiste, "porque me pregunto si no tendrán cosas que hacer los tres jueces de la Audiencia Provincial que perder media mañana en esto".
En la instrucción del caso, la fiscal Verdugo "nunca compareció ni nos interrogó, lo hizo el juez". A pesar de todo ello, "pidió para nosotros las penas máximas, para que reconociéramos el delito y obtener penas más leves".
