Joaquín Prat cuenta con una sólida carrera en radio y televisión, medios a los que ha dedicado los últimos 27 años de su vida. No es para menos, ya que lo lleva en la sangre, pero no solo él, también sus hermanas, ya que Alejandra y Andrea también trabajan en televisión (su otro hermano, no).
Y es que el legado que dejó Joaquín Prat padre, que siempre será recordado por su famoso "¡A jugar!" de El Precio Justo, fue enorme, pero su hijo y sus hijas se han encargado de que el apellido Prat perdure en nuestra televisión.
La vida de nuestro protagonista, Joaquín Prat Sandberg, tras varios años trabajando en programas de mañana como El programa de Ana Rosa o Vamos a ver, ha dado un vuelco esta temporada, pasando a ser el presentador de El tiempo justo en las tardes de Telecinco (al que acompañan como copresentadores María Ruiz y César Muñoz).
Joaquín Prat, presentador de 'El Tiempo Justo'.
EL ESPAÑOL ha podido charlar con el madrileño, que nos atendió en su casa, para que nos cuente ese cambio de rutina profesional y familiar, pero también para recordar sus inicios en los medios o los consejos que le habría dado su padre en este nuevo proyecto televisivo.
Recuerdos de la radio
Los espectadores están acostumbrados a ver a Joaquín Prat en diferentes programas de Mediaset, pero antes de dar el salto a la televisión, el madrileño se curtió durante 10 años en la radio trabajando en la Cadena SER.
“Del Joaquín de aquella época queda en mí la ilusión por mi trabajo, que es inquebrantable. No sé si queda algo más. Yo creo que también la honestidad y las ganas de trabajar. Pero he aprendido mucho y la vida te da muchas lecciones, buenas y malas. También el amor por la radio y el respeto por todos los profesionales que la hacen posible”, reconoce Prat.
PREGUNTA.– ¿Qué resumen haría de sus 27 años como profesional en radio y televisión?
RESPUESTA.– Que son bastantes años de trabajo, por suerte, ininterrumpidos. Luego, algo bueno debo haber hecho a base de trabajo, perseverancia, sacrificio y constancia, que era lo que me aconsejaba mi padre. Me lo repetía mucho y caló el mensaje, sobre todo ahora que no está.
Que te vayan renovando significa que tienes paciencia y lealtad. Pero también comer mierda. En el mundo profesional hay que estar preparado para comer mierda. En todos los ámbitos, porque en la calle hace mucho frío. Fuera de la tele, cuando no tienes un programa hace mucho frío. Hay muchos que lo han experimentado, aunque, por suerte, yo todavía no lo he vivido.
Joaquín Prat de niño, junto a su padre y su hermano.
P.– ¿Qué consejo le habría dado su padre para afrontar este nuevo reto de El tiempo justo?
R.– Sé honesto y no pierdas la perspectiva de que el protagonista siempre es el que te está viendo en casa en su televisión. Ni eres tú, que eres una mera herramienta, ni son muchas veces los entrevistados. Tampoco los colaboradores. El protagonista es el espectador. Nunca pierdas de vista al espectador. Y ten la humildad para entender al espectador. Eso es lo que me diría.
P.– Otra persona importante en su carrera ha sido Ana Rosa Quintana.
R.– En mi carrera televisiva, de Ana es de la que he aprendido todo del lenguaje televisivo. La pausa, la generosidad, la pasión, la entrega, el compromiso, la empatía…
P.– ¿Y qué supone Mediaset en su trayectoria profesional?
R.– De la cadena he aprendido mucho a tener paciencia, a que todo llega si te partes los cuernos con trabajo, esfuerzo, sacrificio, lealtad. A Mediaset le agradezco la confianza y la generosidad que han tenido conmigo. Pero yo también le doy lo máximo a la cadena, que es al final la relación que tiene que haber entre empresa y trabajador.
Su nuevo programa
Esta temporada ha supuesto un cambio en los hábitos y costumbres de Joaquín Prat, ya que ha pasado de madrugar para acudir a Telecinco para presentar junto a Patricia Pardo el programa Vamos a ver en las mañanas del canal, a ponerse al frente de un nuevo proyecto como es El tiempo justo.
Además, en esa franja horaria se enfrenta a unos duros rivales como son Directo al grano, Valle Salvaje o La Promesa (en La 1); Saber y ganar (en La 2), y ahora Sonsoles (en Antena 3) o Todo es mentira (en Cuatro). Pero el madrileño, junto a María Ruiz y César Muñoz, está intentando diferenciarse de la competencia para tener la información más diferencial.
Joaquín Prat, junto a César Muñoz y María Ruiz.
P.– ¿Cómo ha cambiado su día a día con el paso a las tardes de Telecinco?
R.– En general, las primeras horas de la mañana no cambian porque yo me levanto pronto para llevar a mi hijo al colegio e irme a hacer deporte. Pero claro, luego me iba al trabajo y, ahora, tengo más tiempo para mí. Por ejemplo, para leer en la terraza de mi casa la última novela de Rafael Tarradas, La protegida.
Me encanta este horario de trabajo porque, si no tengo nada que hacer con la administración o pasar una ITV con el coche, como hice ayer, me da tiempo a leer un poco antes de irme al mediodía a Mediaset.
P.– ¿Le está costando adaptarse?
R.– No, no me está costando, es un horario cómodo. Lo único que no puedo hacer fuera de mi vida profesional es quedar a comer (risas). Es peor, por ejemplo, trabajar en un programa los fines de semana porque es muy complicado hacer planes, vas al revés de la gente. Yo estoy en El tiempo justo de lunes a viernes y los fines de semana intento hacer alguna escapada, eso sí, saliendo tarde los viernes.
P.– ¿Cómo le comunicó la cadena el cambio?
R.– Me dijeron: “¿Te gustaría hacer la tarde? Espera, no contestes que te vamos a contar… Es un programa completamente nuevo y renovado, que te va a dirigir Óscar de la Fuente, que lo vas a hacer con la productora Unicorn Content y que vas a tener al lado a Alfonso Egea para hablar de actualidad”.
Y dije: “Pues sí, al lío”. Salí de la reunión ilusionado. También pregunté cuál iba a ser el enfoque del programa y la labor de los copresentadores, María y César. Además, hay actualidad, corazón y realities. Es un magazine de actualidad, la diferencia la marcamos siendo nosotros mismos.
P.– ¿Qué fue lo primero que valoró para decir que sí?
R.– La conciliación familiar, pero me dijeron que terminaba a las 18:30 horas, o sea que a las 19:00 estoy en casa.
P.– ¿Se podría decir qué se está divirtiendo mucho haciendo El tiempo justo?
R.– Sí, yo lo gozo en cuanto se enciende el piloto rojo, desde el momento en el que das las buenas tardes y le deseas un feliz día a los espectadores. Esas dos horas y cuarenta minutos es donde lo gozo, vaya si lo gozo…
Soy un privilegiado porque hago lo que me gusta y lo intento hacer con toda la pasión del mundo. Tiene un precio, pero todos los que trabajamos lo hacemos, nos entregamos en cuerpo y alma, pero lo hacemos encantados.
P.– ¿Qué es lo que más le gusta de hacer El tiempo justo?
R.– Que vuelvo a hacer política, eso me pone mucho.
P.– ¿Y cómo ve la situación actual de la política española?
R.– Creo que tenemos ahora mismo una situación muy complicada derivada de la mediocridad de la clase política de este país. Los políticos están para ofrecer soluciones al ciudadano y la verdad es que por una cosa o por otra, no lo hacen.
Sus aficiones
Pero no todo va a ser pasarse horas y horas en televisión, ya que el madrileño tiene multitud de aficiones, pero también alguna aspiración sorprendente: “Me gustaría empezar a dar clases de cocina porque soy un negado. A ver si lo digo un día en el programa para que alguien me ayude" (risas), comenta el presentador.
P.– ¿Tiene alguna colección curiosa en su casa?
R.– Me gusta coleccionar cascos de moto, aunque siempre he pensado que hay un componente enfermizo en esas cosas. Hablo de mí, eh, no hablo de los demás. A veces pienso: “¿Por qué sigo acumulándolos si ya no me caben en ningún sitio?”. Si cuando viene gente a casa me preguntan: “¿Y todos estos cascos?”, y yo les contesto: “¿Todos estos cascos para qué los quiero?”.
Joaquin Prat en una moto.
También colecciono zapatillas de deporte, aunque no llego al nivel de DJ Nano, que es amigo mío y sé que tiene un montón de zapatillas, además de coleccionar motos, coches, bicicletas… De todas formas, cada vez soy menos maniático, o cada vez miro menos dentro de mí y más hacia afuera. Me gusta el trato con la gente, me gusta estar en la calle, aunque también soy muy celoso de mis momentos de soledad.
P.– ¿Y qué deportes practica?
R.– Me gusta salir a correr por el campo, hago boxeo, natación y voy al gimnasio. Sobre todo me encanta correr. También montar en moto. Aunque algunas de mis aficiones no requieren movimiento, ya que disfruto mucho leyendo un buen libro.
