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Patricia Kadgien fue detenida junto a su esposo Juan Carlos Cortegoso porque en la sala de su casa en Mar del Plata, Argentina, tenían un cuadro del siglo XVII robado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Ella es hija de Friedrich Kadgien, un especialista en finanzas que colaboró con el gobierno de Adolf Hitler y se refugió en Sudamérica.

La alerta que llevó a la captura de Kadgien y Cortegoso surgió a partir de una publicación del medio holandés Algemeen Dagblad (AD) hecha el 25 de agosto. Este medio identificó el 'Retrato de una dama' de Giuseppe Ghislandi en una fotografía publicada en una web de inmobiliaria como parte de la promoción de venta de su chalet.

AD señala que la obra fue robada a Jacques Goudstikker durante el saqueo que ejecutaron los nazis en Holanda a inicios de los 40. A muchas de las obras que le fueron sustraídas a este coleccionista holandés se les perdió el rastro en Bilbao, en 1945.

El cuadro fue publicado en el sitio web de una inmobiliaria. Robles Casas y Campos

La foto del cuadro de Ghislandi estuvo en el sitio web de Robles Casas & Campos hasta que se publicó la investigación del periódico holandés. Inicialmente la pareja negó tener la obra durante un primer allanamiento. "No está el cuadro, solo se secuestró una carabina y un revólver calibre 32", dijo el fiscal Carlos Martínez a la prensa local tras salir del domicilio.

Sin embargo, el 3 de septiembre, el abogado de la pareja Carlos Murias entregó la obra junto con documentación en la que los detenidos aseguraban ser sus propietarios legales. La pintura supuestamente es parte de una herencia. Ahora están siendo investigados por obstruir la localización del cuadro.

Ariel Bassano, un experto en arte que trabajó en el caso, le dijo a la prensa argentina que la obra estaba "en buenas condiciones teniendo en cuenta su antigüedad, ya que data de 1710". También la valoró en "alrededor de 50.000 dólares".

Durante la investigación se registraron otras cuatro propiedades de la familia. Las autoridades argentinas hallaron en la casa de la hermana de Kadgien dos pinturas más y una serie de dibujos y grabados del siglo XIX. Estos serán analizados para determinar si también fueron robados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Obra robada

La pintura figura en la base de datos de obras perdidas en tiempos de guerra, publicada por la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos. Este cuadro en particular fue robado al comerciante judío Jacques Goudstikker, quien ayudó a otros judíos a escapar durante la guerra.

Goudstikker vivía en Ámsterdam, en donde tenía su colección de más de 1.400 obras. Siempre llevaba consigo un cuaderno donde anotaba cada una de las piezas que adquiría.

El hombre murió en un accidente de barco en 1940 mientras escapaba de los nazis hacia Estados Unidos. Sus obras fueron saqueadas y posteriormente adquiridas por líderes alemanes. Entre ellos el segundo de Hitler, Hermann Göring, que tenía como asesor financiero a Friedrich Kadgien, el padre Patricia.

Göring saliendo del edificio del concesionario de arte Goudstikker en Herengracht, Amsterdam en 1941 Anefo

Tras la guerra, algunas obras fueron recuperadas en Alemania y expuestas en el Rijksmuseum de Ámsterdam como parte de la colección nacional de Holanda. La única heredera de Goudstikker es su nuera Marei von Saher, quien recuperó 202 piezas en 2006, según informó AD. Sin embargo, el cuadro de Giuseppe Ghislandi continuaba desaparecido hasta ahora.

En el Puerto de Bilbao

El rastro de la colección robada de Goudstikker, una de las mayores que fueron saqueadas durante la Segunda Guerra Mundial, se perdió en Bilbao en 1945. Sin embargo, sobre el cuadro encontrado en Argentina a finales de agosto "no hay registros oficiales de que haya estado en España", explican desde Patrimonio Nacional.

Cuando Hermann Göring saqueó las obras judías en Holanda, contó con la colaboración de Alois Miedl, un banquero alemán que estaba casado con una judía a la cual protegió gracias a sus contactos con los dirigentes nazis.

Miedl se hizo con varias obras de arte de valor incalculable que luego vendió a los líderes alemanes. Uno de sus compradores era Göring.

En mayo de 1944, Miedl iba de camino a España en un convoy con 22 pinturas de grandes dimensiones cuando fue detenido por las fuerzas francesas. Según versiones recogidas por El Correo, su intención era poner a salvo parte del patrimonio de Göring y su propia colección al ver que la caída de Hitler era inminente.

El hombre fue entregado a las fuerzas franquistas en Irún, que le incautaron la carga y le condujeron al Puerto de Bilbao. Las piezas de arte fueron objeto de un litigio durante cinco años hasta que finalmente Miedl fue expulsado de España junto con las pinturas. Regresó a Alemania y no fue perseguido.

¿Quién era Friedrich Kadgien?

Friedrich Gustav Kadgien fue un oficial de las SS y alto asesor financiero de Hermann Göring, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea nazi. Kadgien se mudó a Sudamérica después de la Segunda Guerra Mundial. La casa en la que fue encontrado el cuadro en Argentina fue de su propiedad por varios años.

La investigación de AD indica que el funcionario nazi coordinó el saqueo de varias obras judías en Europa. Huyó a Suiza en 1945 en donde fue interrogado por agentes estadounidenses que lo describieron como "no un nazi de verdad, sino una serpiente de la más baja calaña".

El periódico holandés indica que la información que los norteamericanos recolectaron sobre Kadgien permanece oculta en los archivos de la CIA.

El documento brasileño de Friedrich Kadgien. AD

El hombre luego se mudó a Brasil antes de establecerse en Argentina, en donde murió en 1979 convertido en un hombre de negocios. Tras su muerte, su hija heredó sus propiedades, y según lo que argumenta su abogado, heredó el cuadro y otros bienes de su padre.

El diario AD cuenta que en varias ocasiones intentó hablar con la hija de Kadgien y sobre las obras de arte desaparecidas, pero no tuvieron éxito. De repente vieron que Patricia puso a la venta la casa que fue propiedad de su padre nazi, y en donde fue identificado el cuadro.

Los periodistas contactaron nuevamente con la mujer y esta respondió: "No sé qué información quieren de mí y no sé de qué pintura están hablando". Después de eso, la mujer no contestó más mensajes.

Los analistas de la Agencia de Patrimonio Cultural de los Países Bajos revisaron las fotografías, y de acuerdo con lo publicado con AD, aseguraron que "no hay motivos para pensar que pueda ser una copia".

Mientras tanto, los abogados del patrimonio de Goudstikker ya trabajan para recuperar la pintura. "Mi familia aspira a recuperar cada una de las obras de arte robadas de la colección de Jacques y restaurar su legado", afirmó su nuera von Saher al diario holandés.