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Una de las principales preocupaciones de la mayoría de los jóvenes es encontrar un empleo estable. En este sentido, muchos piensan que el camino para conseguirlo es estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, el mercado está en constante cambio y lo que funcionaba hace unos años puede haber cambiado hoy en día. Actualmente, no existe una única manera de acceder a un buen puesto de trabajo y precisamente los métodos tradicionales han perdido fuerza, dando paso a nuevas formaciones consideradas hace unos años como opciones "de segunda", que han terminado convirtiéndose en una alternativa a la misma altura que los estudios universitarios.

Este es el caso de la Formación Profesional. Las FP no dejan de ganar peso en el sistema educativo español; y los datos hablan por sí solos. La demanda de los llamados ciclos formativos de FP ha aumentado en los últimos años, pasando de 83.000 jóvenes que estudiaron una FP en 2018, a los 135.000 el año pasado, es decir, 50.000 más.

En este sentido, hay un ciclo que cada vez es más elegido debido a su alta demanda: es el caso de la FP de Técnico en Elaboración de Productos Alimenticios, cuyo sueldo puede superar los 2.000 euros mensuales.

El grado tiene una duración de dos cursos de 2.000 horas en total, en los que los estudiantes aprenderán a aprovisionar y almacenar materias primas y auxiliares, regular los equipos y sistemas de producción en función de los requerimientos del proceso productivo, elaborar productos alimentarios controlando las operaciones. Así como, aplicar tratamientos de conservación o envasar, etiquetar y embalar los productos elaborados.

Asimismo, al finalizar este ciclo estos profesionales podrán desarrollar su actividad en áreas funcionales como recepción de materias primas, preparación y manejo de equipos de producción, control de operaciones de elaboración, envasado y embalaje, apoyo al control de calidad, almacenamiento y expedición de productos acabados.

Algunos de los requisitos para entrar en este grado son: el Título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria o de un nivel académico superior, Título Profesional Básico (Formación Profesional de Grado Básico) o un Título de Técnico o de Técnico Auxiliar. Además, es necesario haber superado el segundo curso de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP), la prueba de acceso a ciclos formativos de grado medio o la Prueba de acceso a la Universidad para mayores de 25 años.

En cuanto al salario que podrán percibir dependerá de la comunidad autónoma donde ejerzan su profesión, así como de la responsabilidad del puesto de trabajo. Por tanto, el sueldo ronda entre los 1.400 y 2.000 euros mensuales.