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La última vez que Ángel Rodríguez vio a su hija Irene fue cuando él mismo la llevó al pediatra, en Guadalajara y este le dijo que había perdido mucho peso "por la dieta vegana a la que era sometida" por la madre, María López González.

Eso fue el 1 de agosto de 2022. Días antes, Ángel recibió una llamada del centro de salud que le decían que su hija tenía dos años sin asistir a consultas médicas ni ponerse vacunas y que la madre no respondía las llamadas. Él concertó la cita médica y después, María López se fugó con la menor. Primero a Mallorca. Y cuando un juzgado de Guadalajara le dio la custodia exclusiva al padre, María se fue del país con la niña.

Según un informe de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, en poder de EL ESPAÑOL, María recibió ayuda de una red llamada 'Madres Protectoras' que sería liderada por Verónica Saldaña. Esta mujer es una nacional española "a la cual le consta una requisitoria judicial vigente por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº3 de Pozuelo de Alarcón, tendente a una búsqueda, detención y personación, en relación a un delito de sustracción parental internacional", señala la UFAM.

Irene Rodríguez ha sido reportada como desaparecida por el Ministerio del Interior. Ministerio del Interior

Saldaña reside junto a sus dos hijos menores sustraídos en Chaux de Fonds, en el cantón suizo de Neuchatel. A esta red también pertenece María Antonia Alonso Siguero, según las pesquisas policiales. Esta mujer también se trasladó con su hija sustraída a Suiza y habría recibido ayuda de Saldaña.

"A María Antonia le fue retirada la custodia de su hija debido, al igual que a María López, a que se negaba a atender las necesidades básicas de su hija, y a que, según su expareja y padre de su hija, acreditaba informes de que había consumido sustancias estupefacientes, incluso durante el embarazo", detalla la UFAM, que ya ha descubierto movimientos de dinero entre María y Saldaña.

Ángel cuenta que en el caso de su hija Irene, su expareja la quiso obligar a ser vegana desde los seis meses de nacida, cuando le retiró la lactancia materna. Entonces comenzaron a tener problemas porque María "se volvió radical en muchas cosas. Temas políticos, sociales, médicos. En temas de crianza de la niña. En ocasiones es violenta".

María López está siendo buscada por la Policía Nacional. Ministerio del Interior

María tampoco quería llevar a la niña al médico para ponerle sus vacunas. Cuando Ángel la vio por última vez tenía 3 años. El 26 de junio cumplió 6 y en estos tres años en que no la ha visto, él teme por la salud de su hija.

"Es como si te arrancaran una parte de ti. Es muy doloroso", describe este padre mientras recuerda cómo le daba de comer a su hija, jugaba con ella, la llevaba al parque o a la playa. "Lo he vivido con mucho dolor y mucha frustración por cómo funciona el sistema. Verónica Saldaña tiene que saber dónde está mi hija. La clave de todo esto es Verónica Saldaña".

Verónica Saldaña es la supuesta líder de 'Madres Protectoras'.

'Modus operandi'

Las investigaciones policiales han permitido determinar que las personas que pertenecen a la red 'Madres Protectoras' se comunican a través de un grupo privado de Telegram, y siguen patrones en su fuga que las lleva a establecerse en Suiza para evadir a las autoridades españolas.

La mayoría tienen en común que, a los padres de los menores les ha sido decretada la custodia exclusiva o provisional de los hijos ya que estas mujeres "tienden a descuidar la salud de sus hijos (son contrarias a las vacunas homologadas, optan por la alimentación vegana no proporcionando alimentos básicos excusándose en que son perjudiciales, no les procuran las condiciones de higiene mínimas, y en muchos casos consideran que la escolarización de sus hijos es prescindible)".

Estas mujeres se fugan a países en donde jurídicamente es difícil perseguir este tipo de delitos. Uno de esos es Suiza el cual "dificulta enormemente la restitución de menores", valora la UFAM.

Se deshacen de su teléfono y sus cuentas bancarias. Obtienen un nuevo móvil y hacen uso de VPN para no poder ser localizadas. Tampoco se empadronan en los países a los que se desplazan y así evitan dejar algún tipo de registro sobre su paradero.

Por otro lado, estas mujeres suelen presentar denuncias en contra de los padres de los menores por violencia de género. "Ninguna de ellas ha obtenido orden de protección o medidas cautelares que impidan cualquier contacto de sus hijos con sus padres", señala la UFAM.

En los casos particulares de Verónica Saldaña y María Antonia Alonso, ambas presentaron "denuncias de delitos contra la libertad sexual hacia sus hijos por parte de sus padres" y estas "se encuentran sobreseídas por falta de pruebas que acrediten la existencia de delito y/o responsabilidad penal en los denunciados".

Además "todas ellas tienen reclamaciones por órganos judiciales españoles tendentes a búsquedas, detención y personación o de ingreso en prisión, motivo por el que se trasladan fuera de España".

De Mallorca a Suiza

La primera vez que María López sustrajo a su hija Irene fue en agosto de 2022, después de que su padre llevara a la niña al médico, ya que tenía dos años sin ser valorada por un pediatra. Él no lo sabía, asegura. Su expareja le decía que la llevaba mientras él estaba trabajando.

Al enterarse de que llevó a la niña al médico, María lo denunció por malos tratos psicológicos y pidió una orden de alejamiento. Esta quedó archivada por falta de pruebas, pero mientras se resolvía el caso tuvo que irse de la casa y no podía ver a su hija.

Ángel junto a su hija Irene antes de ser sustraída Cedida

Después, en octubre de 2022, la mujer se fue a Mallorca con la niña y Ángel le envió mensajes y la llamaba para preguntarle dónde estaba Irene. La mujer le volvió a denunciar, esta vez por supuesto acoso, pero terminó retirando la denuncia porque el fiscal le dijo que no tenía pruebas suficientes.

Ángel también demandó a María por la custodia de la menor y el Juzgado de Primera Instancia nº7 de Guadalajara se la concedió el 18 de mayo de 2023. También ordenó la patria potestad compartida entre ambos padres. María debía entregar a Irene a su padre el 28 de mayo a las 18:00. Pero no fue así.

En su lugar, un día antes, María abordó un ferry desde Palma a Barcelona, retiró dinero en un cajero y las antenas telefónicas rastrearon su última ubicación en la frontera con Francia. "Apagó el teléfono y desapareció", relata Ángel. Desde entonces no sabe en dónde está su hija.

Poca esperanza

El caso de Ángel Rodríguez y su hija sustraída es apenas uno de los más de 1.300 casos de sustracción parental que se dan en España, según registra la Asociación Niños sin Derechos (Nisde) que aglutina a cientos de padres y madres cuyos hijos han sido sustraídos.

El presidente de esta organización Javier Somoza lo ha vivido en carne propia. Su hijo Miguel fue sustraído por su expareja en 2014 y se lo llevó a Rusia. En ese país, indica Javier, hay más de 400 menores españoles sustraídos.

Desde hace más de 10 años "no he tenido ningún tipo de contacto con él. No sé dónde está y tampoco las autoridades del país donde está mi hijo cooperan". El pasado 23 de julio el hijo de Javier cumplió 13 años. Él espera que Miguel en algún momento tenga la capacidad para entrar a internet y se dé cuenta de que su padre lo está buscando desde hace años.

"Hay que esperar con paciencia" dice, y explica que el dolor que le creó la separación de su hijo lo gestionó creando esta asociación para ayudar a otras personas que pasan por un drama similar.

Como tiene varios años trabajando en este tema, Javier asegura que la sustracción parental en España todavía es muy desconocida, sobre todo por los numerosos casos que se registran y que no avanzan positivamente porque las autoridades de otros países no colaboran. "El año pasado se denunciaron 1.370 casos de sustracción parental y de ellos, 477 son menores desaparecidos, de los que nada se sabe"

Todos estos menores, explica Javier, han sido sustraídos por mujeres "que entienden mal la maternidad y se piensan que la maternidad es una posesión, y cuando deciden volverse a su país de origen, cogen al menor, se van con él y no piensan en las consecuencias psicológicas, afectivas, emocionales tanto del menor como del padre que queda atrás".

Además de Suiza, como en el caso de Irene Rodríguez, o Rusia como Miguel Somoza, los menores también son sustraídos hacia otros países fuera de la Unión Europea y que se ubican en América Latina o Asia. Muchos de estos países no colaboran con la justicia española para restituir a los menores.

María López junto a Irene. Cedida

En su informe, la UFAM confirma el incremento de estos delitos y a su vez la dificultad para investigarlos y garantizar que estos menores puedan regresar con sus padres.

"En los últimos 3 años las denuncias por delito de sustracción parental internacional han crecido considerablemente. Paralelamente se viene detectando las dificultades para investigar este tipo de ilícito penal, debido principalmente a las exhaustivas medidas de seguridad que adoptan las personas sustractoras para no dejar rastro de su localización", señalan.

Sin embargo, Ángel Rodríguez no se rinde, aunque está consciente de que no puede hacer mucho porque "la policía suiza no colabora". Lo que le queda es ir dejando la alerta de desaparición de su hija emitida por Interior en grupos de redes sociales con la esperanza de que alguien en Suiza pueda verla y darle información sobre la menor.

Pero más que nada, insiste, la clave es interrogar a Verónica Saldaña, la presunta líder de las Madres Protectoras. "Ella es la clave, ella es la que está detrás de este grupo de Madres Protectoras y debe saber dónde está mi hija".