Los familiares de Felipe Hernández Medina están analizando las diez denuncias que el difunto gerente de Tejidos Hernández, presentó contra sus cuatro hijos, por supuestos episodios de violencia familiar y robos, para tratar de que no queden impunes los hechos que Felipe puso en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad durante los últimos años de su vida. El objetivo de los familiares de este comerciante -muy querido en Molina de Segura- es que sus vástagos acaben declarando ante un juez.
“Vamos a ir a muerte para reparar el daño que le han hecho a Felipe: solo buscamos que se haga Justicia", tal y como advierte la familia. “Los hijos le iban minando la salud porque conocían sus problemas de corazón”.
La decisión que ha adoptado la familia de reactivar las denuncias contra los cuatro hijos del difunto, se ha visto reforzada tras el auto de los juzgados de Molina de Segura que rechaza la puesta en libertad provisional de Felipe junior, por considerar que existen indicios suficientes que le señalan como autor del homicidio de su padre: un hombre "maltratado psicológicamente durante años". Uno de esos indicios es el vídeo de la brutal agresión que sufrió el comerciante a manos de su primogénito -en el despacho de su tienda-.
El vídeo de la paliza en la que Felipe murió a golpes a manos de su hijo: él "temía" a sus cuatro vástagos y a su exmujer
A lo largo de una década, las citadas diez denuncias de Felipe padre se saldaron con un solo juicio que se celebró tras denunciar a Felipe junior, ante la Guardia Civil, por quitarle las llaves de su casa de la playa y dejarlo en la calle. En mayo de 2015, la vista oral condenó al primogénito por una falta de coacciones, pero eso no evitó que diez años más tarde, el sábado 19 de julio, Felipe junior se convirtiera en el supuesto autor de la paliza mortal de un parricidio que conmocionó a Molina de Segura.
Una de las denuncias que aún sigue activa, se presentó el 14 de marzo de 2024 ante la Policía Nacional y la Policía Local. Jesús le robó con violencia el ordenador a su padre y le amenazó: “¡Estoy hasta los cojones de ti!” Aquel episodio le causó tal ataque de ansiedad a Felipe que permaneció 43 días de baja médica y 6 meses después le acabaron poniendo un marcapasos porque su salud no remontaba. Así lo afirman sus familiares: “Tras el robo del ordenador, Felipe empezó a sentirse mal, se cogió una baja, le hicieron pruebas, le detectaron problemas de tensión y le pusieron un marcapasos porque ya tomaba Sintrom”.
EL ESPAÑOL ha accedido a la denuncia presentada contra el segundo de sus hijos, Jesús, y a un informe médico sobre el que apoyan sus afirmaciones los familiares de Felipe, cuya muerte violenta con 65 años, a punto de jubilarse como autónomo, mantiene indignados a los vecinos de Molina de Segura que no cesan de depositar coronas de flores en la fachada de su negocio.
“El pasado 14 de marzo, sobre las doce del mediodía, me vi sorprendido por la irrupción de forma violenta en el establecimiento que regento en la calle Mayor, por uno de mis hijos, Jesús H. R., quien tras proferirme todo tipo de insultos y amenazas procedió a llevarse con violencia e intimidación, el ordenador central de mi tienda”, según relataba Felipe en las dependencias de la Policía Local, justo un año y cuatro meses antes de que le arrebatase la vida su primogénito Felipe.
El robo del ordenador a manos de Jesús, funcionario del Cuerpo de Arquitectos de la Hacienda Pública, quedó grabado en las cámaras de seguridad de la tienda. De modo que Felipe también optó por denunciarle ante la Policía Nacional.
“Jesús ha entrado por la fuerza en mi tienda, insultándome y amenazándome: ‘¡Estoy hasta los cojones de ti!’ A continuación, ha cogido el ordenador de mi negocio y se lo ha llevado por la fuerza […]”. “He perseguido a mi hijo hasta que le he perdido de vista en la calle Profesor Joaquín Abellán […]. “El ordenador tiene documentación relativa a la tienda y también tiene información personal, como claves de acceso a mi cuenta bancaria”.
Coronas de flores que los vecinos de Molina de Segura siguen dejando en la tienda del difunto Felipe.
Consolación Hernández, abogada por aquel entonces de este comerciante, explica que esa denuncia fue archivada: "El juzgado aplicó el artículo 268 del Código Penal que establece que no existe robo ni hurto entre parientes de primer grado, pero presenté un recurso ante la Audiencia Provincial. Imagino que este asunto quedó durmiendo en el limbo de los justos como el resto de denuncias que presentó Felipe”.
A la vista del dramático final que sufrió Felipe, tras pedir sin éxito "hasta tres órdenes de alejamiento", los familiares del gerente de Tejidos Hernández han decidido que no queden impunes las nueve denuncias que en teoría no fueron juzgadas y que presentó contra sus cuatro hijos: Felipe junior [1990]; Jesús [1994], Rosario [1996] y José [1998].
“Vamos a analizar las diez denuncias, para saber si están en instrucción judicial o si fueron archivadas, para estudiar su viabilidad para intentar que culminen con el juicio correspondiente, por cada uno de los hechos por los que fueron denunciados los cuatro hijos del fallecido", tal y como avanza Eduardo Muñoz Simó, abogado encargado de la acusación particular que ejercen los tres hermanos del comerciante y su viuda: Toñi.
"Aquí hubo una siembra de odio por parte de todos ellos”, según sostiene el letrado del conocido bufete Simó Abogados Penalistas, con despachos en Águilas, Murcia y Madrid. "El robo del ordenador contribuyó al deterioro de la salud de Felipe porque después le pusieron un marcapasos y eso evidencia la existencia de un plan preconcebido de los hermanos, desde que este hombre rehízo su vida con otra mujer".
Eduardo Muñoz Simó, abogado del despacho Simó Abogados Penalistas, se encarga de la defensa de los tres investigados.
La denuncia por el robo del ordenador que supuestamente protagonizó Jesús es una de las que está en la diana del abogado Eduardo Muñoz Simó, debido a que al día siguiente, el 15 de marzo de 2024, Felipe se tuvo que coger una baja porque su salud quedó tocada. Así lo recoge el informe médico al que ha accedido EL ESPAÑOL: “Trastorno de ansiedad, por problemas familiares con un hijo, caso judicializado”.
El contenido del documento pone de manifiesto el supuesto acoso del que era víctima Felipe, a manos de su prole, desde que en 2012 su mujer, Rosario, subinspectora de Hacienda, le presentó una demanda de divorcio: “Casado (actualmente no convive con su esposa). Tiene cuatro hijos con los que no se habla desde hace 11 años, uno de los hijos [Jesús] le ha robado el ordenador de su trabajo, motivo de la Incapacidad Temporal actual, lo cual le crea conflictos para organizar su actividad laboral. Refiere temer por su integridad física al salir a la calle a causa de sus hijos”.
De forma que Felipe, como cualquier otro autónomo, fue objeto de un seguimiento de la mutua, incluso de una valoración psicológica porque le pusieron bajo tratamiento de orfidal: “El paciente acude relatando hechos biográficos de larga duración para ponerme en contexto. Hace referencia a "alineación parental" de su expareja hacia sus hijos, con los que pierde su relación hace años”.
“Verbaliza que a raíz de la crisis de 1992-1993, su expareja le recomendó poner el patrimonio a su nombre, y ahora, ha puesto de gerentes a sus tres hijos varones (todos ellos estudiando una oposición). El conflicto actual, se desata a raíz de que uno de sus hijos entrara por la fuerza en su tienda, y según refiere el paciente, le amenazara y le robara el ordenador donde tiene "toda su vida" (interpone denuncia). Cree que eso sucedió porque al aprobar la oposición "se ha crecido" y quiere hacerle daño”.
El psicólogo corrobora que la situación está pasando factura a Felipe: “Discurso acelerado, en ocasiones poco fluido, con olvido y saltos en el discurso. Se aprecia agitación. Su animo es congruente con la situación referida. Refiere tener miedo a encontrarse con su hijo y no sabe qué hacer si vuelve a entrar a la tienda, cuando retome la actividad laboral. Reitera en varias ocasiones la necesidad de una terapia que le ayude a sobrellevar esto. En el día a día sale a pasear, pasa tiempo con su pareja y los nietos de esta y se siente bien. Duerme bien con tratamiento”.
Felipe, durante una celebración.
Los familiares de Felipe sostienen que los disgustos de sus hijos, le obligaron "en octubre de 2024" a pasar por el quirófano para ponerle un marcapasos. Al final, nada evitó la muerte de este comerciante y Eduardo Muñoz Simó, abogado de la familia y de la viuda del difunto, trabaja en revisar el historial de denuncias contra los cuatro vástagos del comerciante. "Ellos sabían que estaba mal de salud".
El letrado tiene previsto empezar por Jesús porque tiene un recurso planteado en la Audiencia Provincial, por el famoso robo del ordenador, y también fue denunciado, como mínimo, en otras dos ocasiones previas al incidente del equipo informático.
Tales denuncias se presentaron ante la Comisaría de Molina de Segura. La primera, el 10 de septiembre de 2014, por supuestas amenazas, y casi un mes y medio después, el 27 de octubre, Felipe volvió a pedir ayuda a la Policía Nacional frente a la conducta de su hijo Jesús que ahora tiene 31 años.
“Las presentes diligencias son ampliatorias de la denuncia a su hijo, Jesús Hernández Ramos, por haberle amenazado. El declarante manifiesta que a las 12 horas del lunes 27 de octubre de 2014, su hijo se ha vuelto a personar en su centro de trabajo y le ha dicho: ‘No voy a parar hasta que te pase algo’”. Pero ahora todo apunta a que los que no van a parar son los tres hermanos de Felipe y su desconsolada viuda: Toñi.
