En el fondo de un barranco cubierto de maleza, bajo uno de los puentes de la autovía GC-2, apareció el cuerpo. Fue un senderista quien lo divisó, por casualidad, el domingo por la mañana. El cadáver estaba maniatado. También amordazado. Y en avanzado estado de descomposición.
A la espera de una autopsia que confirme su identidad, la Guardia Civil trabaja con una hipótesis principal, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL de fuentes policiales cercanas a la investigación: podría tratarse de un ciudadano colombiano desaparecido hace cuatro meses en Gran Canaria.
El hallazgo se produjo en una zona de difícil acceso del municipio de Santa María de Guía, al norte de la isla. El lugar exacto es el barranco de Silva, una ladera abrupta donde años atrás se buscó sin éxito a Juana Ramos, una mujer desaparecida en 2016.
Pero el cuerpo encontrado no es el de ella: la Delegación del Gobierno en Canarias ha descartado este lunes cualquier relación con aquel caso. La escena hallada por los agentes apunta a una muerte violenta.
El cadáver, que ya ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, presenta signos compatibles con un posible ajuste de cuentas, según las primeras líneas de investigación. Las ataduras en los tobillos y la mordaza en la boca refuerzan esa sospecha. La autoridad judicial ha decretado el secreto de las actuaciones.
Meses desaparecido
El estado de descomposición del cuerpo —que llevaba presumiblemente meses a la intemperie— ha dificultado su identificación visual. No obstante, varias fuentes apuntan a que podría tratarse de un hombre sudamericano al que se le perdió el rastro a mediados de abril en Gran Canaria.
Su desaparición fue denunciada entonces y desde ese momento ha sido objeto de investigación. El equipo forense trabaja ahora para obtener una identificación fehaciente a través del estudio de restos biológicos.
Mientras tanto, la Guardia Civil analiza conexiones con otros casos recientes, como el asesinato a tiros de Josué 'el Conejero' —sobrino del narco José 'el Negro'— el pasado junio en Telde. En aquel crimen, presuntamente ejecutado por sicarios colombianos, también se barajó la hipótesis del ajuste de cuentas.
Canarias ha experimentado en los últimos años un repunte de desapariciones y crímenes con posibles vínculos con redes criminales. En 2024, el archipiélago encabezó el número de desapariciones en España: 4.502 casos, según el Ministerio del Interior.
