Un hombre de 85 años de la localidad pacense de Torremayor ha fallecido este lunes en el Hospital Perpetuo Socorro de Badajoz pacense a consecuencia de las altas temperaturas. Es la primera víctima mortal registrada en la ola de calor que ha iniciado este domingo.
Así lo han informado el Servicio Extremeño de Salud en un comunicado emitido este lunes. En el mismo, se detalla que este es el segundo caso que se registra en la región relacionado con ello, ya que el primero fue un hombre de 67 años, perteneciente al Área de Salud de Plasencia, cuyo fallecimiento fue notificado el pasado mes de julio, informa la Junta de Extremadura en nota de prensa.
Ante este suceso, el SES recuerda a la población que la exposición a temperaturas excesivas puede provocar alteraciones en el normal funcionamiento del organismo, como consecuencia de la pérdida de agua y electrolitos.
Según datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), durante el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de este año se han registrado 1.180 muertes atribuibles a las olas de calor en toda España.
Esta cifra representa un aumento de más del 1.300% respecto al mismo periodo de 2024, en el que se produjeron 114 decesos por esta causa. El análisis del perfil demográfico de los fallecimientos indica que el 95,08% de las personas fallecidas tenía más de 65 años.
Y es que, tal y como enfatiza el SES, las personas mayores y los menores son más sensibles a los cambios de temperatura, y en las personas con determinadas enfermedades crónicas sometidas a tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía, los mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados.
De manera que entre los colectivos vulnerables se encuentran las embarazadas, las personas con enfermedades crónicas, con trastornos de la memoria o las que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
La afectación a la salud puede ir desde calambres, mareos, cefaleas, deshidratación, insolación hasta golpe de calor, siendo este el más grave al poder presentar daño multiorgánico, convulsiones e incluso coma.
Por todo ello, el SES se aconseja a la ciudadanía evitar la exposición al sol en las horas centrales del día; beber abundantes líquidos, sobre todo agua y zumos de fruta refrigerados, sin esperar a tener sed; evitar comidas copiosas y no abusar de bebidas alcohólicas.
