Según un estudio de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) sobre el defensor del profesor, cada vez el número de docentes que acuden a ellos para formalizar una queja sobre los alumnos del centro en el que imparten clases es mayor. Durante el curso 2023-2024, un total de 2.101 profesores solicitaron ayuda y asesoramiento del servicio del defensor del profesor de ANPE.
Es una tónica que se ha repetido con más frecuencia este último año y por la que un profesor del Colegio IES Ciudad de Hércules, en Chiclana de la Frontera, Cádiz, lleva luchando durante más de dos años y medio.
"Empezaron con cosas que puedo calificar de tonterías como llamar al telefonillo o gritar cuando pasan, pero en el momento que comenzaron a dar patadas a la puerta de mi casa, a pasar con las motos chillando, te gritan no se qué y te insultan por la calle o incluso tirar piedras a mi casa con mi familia dentro, se lo comuniqué al director del centro. Ahí fue cuando se dio a conocer a todo el colegio lo que me estaba ocurriendo", declara Pedro- nombre ficticio a petición del docente para salvaguardar su identidad- en conversación con EL ESPAÑOL.
Los alumnos que le han acosado durante casi tres años y sin motivo alguno, han sido identificados. Entre ellos, se han encontrado menores de doce años, mientras que otros ni siquiera pertenecen al IES Ciudad de Hércules. El profesor imparte clases en Educación Secundaria para estudiantes de entre doce y dieciséis años; por tanto, resulta inexplicable que alumnos a los que no ha dado clase ejerzan acoso.
"Cuando los hemos pillado siempre han sido cinco o seis más o menos, pero nunca los mismos. Han sido alumnos del centro y siempre venían acompañados de alguno más que no pertenecía al centro". "Hay alumnos a los que ni siquiera les he dado clases y, a otros, fue hace tres años en primero de ESO". "Tiene que haber algún sitio en el que hablen de estas cosas y por donde se manden fotos. Igual hablan de lo divertido que es acosarme".
Alumnos indemnes
Tras estos altercados, los alumnos no fueron sancionados y, al sentir impunidad, las agresiones cada vez se volvieron más violentas. "Han llegado a tirar naranjas a mi fachada, globos de agua y piedras mientras estaba mi familia en casa. La última ha sido lanzar una botella de cristal sin importar en quién impactaba".
Llegados a este punto, el director del centro trasladó el asunto a Inspección y se abrió un protocolo de agresión al docente, no obstante, el problema no concluyó, sino que empeoró. El castigo que se procuró imponer a los estudiantes no pudo llevarse a cabo por la disconformidad de los padres y, según ellos, por el excesivo grado de penalización. "Los padres decían que tampoco era para tanto lo que estaba pasando".
"La sanción que se les impuso se revocó por defecto de forma y uno de los niños volvió al centro antes de tiempo. No se seguió el procedimiento para comunicar la sanción y, claro, por defecto de forma, la expulsión no tuvo efecto".
El abogado lo debe proporcionar la Junta de Andalucía, sin embargo, desde la Delegación le aclararon que el convenio con el bufete de abogados no fue renovado y que, por tanto, no le podían ofrecer ninguno. Todo ello ha provocado que tenga que ser él quien lo contrate, sin esperanza de que en algún momento ese dinero sea reembolsado.
"Me estoy viendo venir lo peor, porque ellos dicen que tienen otra opción que es, vale, no hay abogado para proporcionarte, pero págatelo tú y después nosotros te damos el dinero". "En Delegación me comentaron que esa opción es posible, pero ¿qué hago? ¿me pago un abogado sabiendo ya que esta gente no tiene intención de hacerlo, de darme el dinero? Te sientes abandonado completamente".
En declaraciones al periódico, este docente afirma que el suyo no es el único caso de acoso por parte de alumnos en los colegios de la zona, pero "desde arriba" procuran que estos incidentes se silencien y no salgan a la luz. "Cada vez que ha pasado algo, ellos como si no pasara nada. Que se arregle solo o que se las arregle como pueda".
Pancarta contra las agresiones a docentes
Este dato lo refleja también el estudio de ANPE, donde un 36,6% de profesores tuvieron problemas con la Administración durante el curso 2023-2024.
Apoyo del centro
En febrero de este año, el docente se dio de baja por la ausencia de respuestas de la Administración."Cuando tiraron la naranja aguanté, seguí yendo a clase. Si las tiraron en enero, estuve hasta Semana Santa intentando aparentar normalidad, pero si todo lo que llega de arriba o de fuera son malas noticias, es decir, no tengo más noticicias de abogados, la asistencia psicológica no llega, te desautorizan y te dejan a los pies de los caballos, llega un momento en el que piensas el por qué de aguantar todo esto".
Quince días después de su incorporación en septiembre, volvió a sufrir el lanzamiento de piedras a su fachada y solicitó de nuevo su baja.
Fue en enero de 2025 cuando sufrió el episodio más violento: arrojaron una botella de cristal a su casa. Este incidente le llevó a darse de baja por tercera vez. "Cambiarme de centro sería la última medida, pero es que ni siquiera se ha tomado la primera. Vamos a tomar una serie de medidas y, si vemos que no funciona, yo podría planteármelo. Si quitas de en medio a la persona que está siendo agredida, ¿qué mensaje estás dando a los agresores?.
Manifestantes contra Isabel Paredes, delegada de Educación de Cádiz
Desde que solicitó su última baja en febrero, no ha vuelto a sufrir acoso por parte de los alumnos, no obstante, el problema no ha quedado erradicado. "Nos hemos encontrado más problemas con la propia delegación, ya que conforme hemos ido solicitando la ayuda que en teoría nos deben proporcionar, nos la deniegan sistemáticamente. Esa es otra lucha en la que sin querer me he metido".
Isabel Paredes, la delegada de Educación de Cádiz y máxima responsable de lo concerniente a la educación en la provincia, se negó a atender a los sindicatos en reuniones en varias ocasiones y llegó incluso a negar que en el centro hubiese algún problema al respecto de lo referido. Por todo ello, el Claustro del IES Ciudad de Hércules junto al sindicato USTEA, se han solidarizado con el profesor y, durante la mañana del miércoles 2 de abril, se concentraron a las puertas del centro para reclamar soluciones dignas y exigir una protección real.
