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Al caer la noche, los vecinos bilbaínos pueden estar tranquilos porque el 'Batman de Bilbao' sale a las calles a velar por su seguridad y a librarlos del peligro. Desde hace dos meses y medio, Basque Guardian colabora a mantener la protección ciudadana, y asegura que se encuentra "siempre intentando aprender y mejorar, sin perder el objetivo de ayudar".

Basque Guardian mantiene su anonimato en redes sociales —con más de 4.000 seguidores en Instagram, donde comparte sus hazañas y se comunica con sus seguidores—, incluso utiliza un modificador de voz, porque considera que lo importante no es su figura, sino sus acciones. Vistiendo una ikurriña (bandera del País Vasco) a modo de capa y cubriendo su rostro con un casco de moto, el protector nocturno de Bilbao pretende hacer del mundo un lugar mejor.

Sostiene la idea de que mantener el anonimato le permite actuar con libertad y proteger su vida personal y la de las personas que le rodean. Afirma también que "así el mensaje es más fuerte: cualquiera puede ayudar, no hace falta destacar, solo tener voluntad".

¿Quién es Basque Guardian?

"Estudio y trabajo, como cualquier otra persona. Llevo una vida normal, con responsabilidades y rutinas", afirma Basque Guardian a EL ESPAÑOL. Este 'Batman' bilbaíno considera que llevar esta doble vida es un esfuerzo adicional, pero que lo hace con especial gusto, ya que es fiel defensor de que "cada uno, desde donde esté, puede aportar algo bueno al mundo".

Convertido en la versión española del protagonista de la película Kick-Ass, Basque Guardian también se considera 'un superhéroe sin superpoderes'. Alguien a quien desde niño le gustan los superhéroes y le fascina lo que representan: "Personas con una moral inquebrantable que luchan por proteger su ciudad", cuenta Basque Guardian. Fue en ese momento cuando se lanzó a actuar del mismo modo con intención de "echar una mano a alguien cuando lo necesita".

La noche puede ser un momento arriesgado para estar en la calle, y el guardián vasco lo sabe: "Ser Basque Guardian no es un juego ni un disfraz. No tengo superpoderes, así que me preparo lo mejor que puedo". Es por eso que en su cinturón lleva una potente linterna con la que poder deslumbrar a los enemigos, un gas pimienta y un botiquín para sanar posibles heridas; además, recientemente ha estrenado un escudo de metal resistente a fuertes golpes y a impactos de cuchillo. Y asegura que lo más importante es tener "cabeza fría" y no buscar el enfrentamiento.

Así, Basque Guardian defiende "lo primero es observar y mantener la calma", así como que su prioridad es "evitar el conflicto directo siempre que sea posible", y proteger tanto a quienes están en riesgo como a sí mismo. "No estoy ahí para pelear, sino para ayudar" es el lema que el guardián vasco lleva por bandera: "Porque ser Basque Guardian no va de hacer justicia por la fuerza, sino de estar cuando hace falta", afirma.

El 'Batman' bilbaíno sale a las calles con intención de ayudar, pero afirma ser "muy consciente de que puede haber situaciones complicadas o, incluso, peligrosas". A pesar de ello, Basque Guardian tiene claro que no abandonará su labor ni a su pueblo: "Si una sola persona se siente más segura, si alguien recibe ayuda cuando más lo necesita, entonces cada paso en la calle tiene sentido".

Basque Guardian relata a EL ESPAÑOL algunas de las situaciones más llamativas con las que se ha topado desde que se convirtió en el centinela del pueblo. Una noche encontró a un vecino ebrio que necesitaba de su ayuda y permaneció a su lado hasta que llegaron los sanitarios. En otra de sus salidas participó durante horas en la búsqueda de un gato perdido, al que lograron encontrar sano y salvo. Considera que sus acciones no son superheróicas, pero que "para la familia lo son todo".

También cuenta que ha vivido momentos emotivos, como el abrazo de las personas sin hogar por llevarles algo de comida o sentarse con ellos a conversar. Y que se siente muy agradecido por la reacción de la gente de la calle; sobre todo de los niños que, asegura, le miran "como si realmente existiera la esperanza de que cualquiera puede ser héroe a su manera".

La acogida del héroe

Basque Guardian ha sido muy bien acogido por los vecinos de la ciudad, con los que asegura haber "notado un cariño real" y establecido "una conexión real". Apunta que los niños le observan con ilusión, los adultos le paran para agradecerle sus cometidos, e incluso hay quien le propone nuevas ideas.

Sin embargo, es consciente de que su labor no es entendida ni compartida por todos, pero que, en general, la ciudad le "ha abierto las puertas con respeto y curiosidad", lo que impulsa al superhéroe vasco a continuar con su misión, ya que, como él mismo sugiere: "Esto no va de mí, va de todos. Basque Guardian no es un personaje: es un reflejo del espíritu solidario y valiente que siempre ha tenido Bilbao".

También muchos agentes de la Ertzaintza y la Policía Local valoran la labor del superhéroe bilbaíno, mostrándose cercanos y respetuosos con él, e incluso pidiéndole fotos y entregándole ofrendas. Esto anima al protagonista a continuar con su lucha, ya que, como afirma Basque Guardian a EL ESPAÑOL: "Mi intención nunca ha sido reemplazar su trabajo ni hacerme pasar por autoridad, sino sumar desde otro lugar, como ciudadano comprometido". Por ello, cuando el protector nocturno de Bilbao detecta que el peligro es real o hay violencia, su reacción es avisar inmediatamente a la Ertzaintza.

Para conceder un mayor amparo a los vecinos, el guardián vasco ha considerado habilitar un medio de contacto más directo, puesto que asegura que mucha gente contacta con él por redes sociales para solicitar su ayuda. Sin embargo, esta no es una idea que Basque Guardian tenga en mente a corto plazo por temas legales de privacidad.

No obstante, reitera en que sus redes sociales están disponibles y al alcance de cualquiera, ya que, sostiene: "La cercanía con la gente es lo que da sentido a todo esto", y remarca: "Cada noche trae algo distinto. A veces peligro, a veces ternura. Pero todas me recuerdan por qué sigo saliendo". Lo que deja claro que el Batman de Bilbao tiene intención de continuar velando por la seguridad de su pueblo.