Noemí Galera es la jefa de casting de los programas Gestmusic y la directora de la Academia de Operación Triunfo, pero antes de llegar a donde está ahora, la barcelonesa se labró una extensa carrera participando en diferentes programas de televisión hasta llegar al talent musical, que en septiembre estrenará en Prime Video una nueva temporada.
Por las manos de Galera (y por sus oídos) han pasado algunos de los artistas más conocidos de nuestro país y que ahora son estrellas internacionales que triunfan en todo el planeta. Desde David Bisbal, Chenoa o David Bustamante a Aitana Ocaña, Lola Índigo, Edurne, Soraya Arnelas… la lista es interminable.
Prime Video y Gestmusic concluyeron a mediados de junio la gira de castings de Operación Triunfo 2025, que logró reunir a 11.554 aspirantes en nueve ciudades españolas durante seis semanas. Del 5 de mayo al 12 de junio, el equipo de casting liderado por Galera, junto con Pablo Wessling, Mónica Carbonell y Sonia Edo en la primera fase.
Noemí Galera durante el casting en PrimeVideo de OT 2023-24.
Manu Guix, Mamen Márquez y Pablo Lluch al piano en la segunda fase, recorrieron Barcelona, Valencia, Santiago de Compostela, Bilbao, Zaragoza, Málaga, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Madrid para seleccionar a los aspirantes con más talento de España.
Un total de 97 personas, entre ellas 40 pases Prime, han sido seleccionadas tras la segunda fase y alrededor de 90 participarán en el casting final que se celebrará en Barcelona del 5 al 7 de julio, donde se escogerán a los 18 aspirantes que competirán en la Gala 0 por una de las 16 plazas de la Academia que abrirá sus puertas en septiembre.
La barcelonesa le hizo un hueco a EL ESPAÑOL en su apretada agenda para hablar de esta nueva edición, pero también para echar la vista atrás para recordar sus inicios en el mundo de la televisión, medio al que no se imaginaba llegar.
Noemí Galera en El Siglo de Canciones.
Quería ser profesora...
La vida son casualidades y, en ocasiones, no siempre se acaba trabajando en lo que uno soñaba o esperaba, sino que surge una oportunidad que luego resulta ser la mejor elección de tu vida.
Eso le pasó a Noemí Galera, que de pequeña ni se le había pasado por la cabeza que acabaría trabajando en televisión, ya que pensaba que iba a ser profesora. De hecho, estaba estudiando Filología Hispánica en la universidad cuando empezó a trabajar en Gestmusic: "Fue una cosa absolutamente de rebote y que finalmente ha acabado siendo mi pasión", reconoce la barcelonesa.
Pregunta.– ¿Siempre quiso trabajar en el mundo de la música o la televisión?
Respuesta.– Desde pequeña siempre me había gustado mucho la música y me dormía por las noches con la radio encendida escuchando música, pero nunca pensé que iba a terminar trabajando en este mundo. Mi abuelo siempre me decía: "Si te supieras las lecciones tan bien como las letras de las canciones, sacarías todo matrícula de honor".
Y ahora eso mismo se lo digo yo a mi hija, tiene delito la cosa... (risas). La música siempre ha estado muy presente en mi vida, tanto en mi casa como en mi adolescencia, siempre ha sido algo que me ha gustado mucho, pero nunca pensé que me iba a dedicar a esto. Llego a Gestmusic de rebote en 1991, que el mes que viene haré 34 años que estoy en la productora. Cuando ya se mezcla la televisión, que es un medio que me fascina, con la música, que es algo que también me encanta, entonces ya se genera ahí la mezcla perfecta con Operación Triunfo.
P.– ¿Cómo surgió la oportunidad de comenzar a trabajar en Gestmusic?
R.– Tenía una amiga que trabajaba en casting de Gestmusic y necesitaban a alguien de hacer de auxiliar de producción, lo que entonces se llamaban las azafatas en los castings, la persona que recibía a las personas que se presentaban. Era cuando estábamos haciendo Amor a Primera Vista. Me liaron para que participara en el concurso y acepté, como lo acababa de dejar con mi novio de entonces no tenía nada que perder. Tenía 24 años, era verano y me lancé. Y entonces me conocieron Toni Cruz y Josep María Mainat y me ficharon, de rebote total. Ahora lo pienso y digo: ¿Qué habría hecho yo? ¿Cómo habría sido mi vida si no llega a ser porque conozco a Inés, me presenta a Pilar Zamora y concurso en Amor a primera vista? La vida a veces te da sorpresas y, en ese momento, mi destino cambió totalmente.
P.– ¿En qué otros programas estuvo antes de Operación Triunfo?
R.– Hice los castings de Lluvia de Estrellas, Menudas de Estrellas, Eurojunior, he dirigido programas que eran concursos y tenían actuaciones musicales como El Siglo de Canciones, Canciones de Nuestra Vida… he hecho mucho training antes de OT. Y durante estos 24 años, desde Operación Triunfo 2001, pues imagínate si tenemos callo en seleccionar talento. Vamos a hacer la edición número 13, lo que significa muchas ediciones, muchos concursantes, muchos castings, mucha selección de canciones, bueno, mucho de todo (risas).
Noemí Galera en Tú sí que vales.
Delante de las cámaras estuve haciendo las ediciones de Telecinco de Jurado y luego ya cuando me llega la oportunidad, la propuesta de Tinet Rubira de dirigir la Academia ¡imagínate! Es algo que jamás en la vida me habría planteado, me quedé a cuadros. Hice tres llamadas a tres personas de las que yo quería saber su opinión, acepté y mira, aquí estoy, más feliz que una perdiz, encantada de la vida.
P.– De los programas en los que trabajó antes de OT, ¿cuál le marcó más?
R.– Lluvia de Estrellas fue uno de ellos porque era un casting muy chulo. En él se imitaban a cantantes y artistas de todas las épocas. En aquel formato alcancé un conocimiento de artistas antiguos para mi edad que no era habitual (risas). También El Siglo de Canciones porque lo dirigí yo y porque era un programa muy completo, tenía una parte de concurso, otra de entrevistas, otra de actuaciones musicales... era un programón. Hacíamos la versión con Lolita y con Juan y Medio para Canal 9, la versión para TV3 con Alex Casanovas y Nina, que fue donde la conocí. Nos lo pasamos realmente bien y lo disfruté muchísimo.
La vida mientras no hay OT
Aunque la fase de casting de Operación Triunfo se encuentre en su fase final antes de su estreno en septiembre, Noemí Galera y su equipo no descansan, ya que la productora para la que trabajan, Gestmusic, tampoco para.
"Acabo con OT, pero sigo haciendo otras cosas. Entre el último casting de Madrid y el casting final, grabaremos Atrapa un millón, un casting se ha hecho previamente entre las grabaciones de El 1% y OT. Nosotros no hemos parado, esto es un non-stop. La gente se piensa que cuando salgo a acabar OT me voy a mi pueblo. Nosotros no dejamos de trabajar. Afortunadamente, en Gestmusic no nos falta trabajo y la máquina no para”.
P.– ¿Cómo acabó como directora de casting de Operación Triunfo?
R.– Termino en OT porque somos el equipo de casting de la productora, soy su directora y como Operación Triunfo lo crean mis jefes, Toni Cruz y Josep María Mainat, me dijeron que iban a hacer ese programa, que tenía que encontrar a 16 concursantes que iban a entrar en la academia. Nosotros estábamos acostumbrados a hacer el casting de, por ejemplo, Lluvia de Estrellas, con el que tú te ibas por España, grababas a los concursantes, te ibas a Barcelona y volvías a ver las pruebas para decidir con calma con quién te quedabas.
Ambiente casting OT.
En OT cambia el planteamiento del casting absolutamente porque nos dijeron que teníamos que oírles cantar y, al momento, decidir si lo seleccionabas o no. El primer casting que hice en Barcelona en 2001 estaba cagada de miedo, pero luego me di cuenta que a todo te haces. Al final ha acabado siendo el programa de mi vida y con lo que más disfruto.
P.–¿Qué recuerdos tiene de aquel casting en 2001 de los concursantes de la primera edición? ¿Esperaba que tuvieran la repercusión que iban a tener?
R.– No esperábamos que algunos de ellos llegaran a ser estrellas mundiales (David Bisbal o Aitana Ocaña son algunos ejemplos). Es que tú ves las listas de éxitos de este país y hay muchos que han pasado por alguna edición de Operación Triunfo. No nos esperábamos el éxito que tuvo porque comenzamos con audiencias muy normalitas, pero a partir de la cuarta o quinta gala aquello se disparó en audiencia y en repercusión.
Nosotros teníamos nuestra rutina de trabajo con las galas, preparar las canciones de la semana siguiente… no nos daba tiempo de mirar hacia atrás y no éramos conscientes de lo que estábamos viviendo. Recuerdo que en el control de dirección empezaron a venir los jefes y directivos y nos preguntábamos porqué pasaba eso. Y era porque estábamos en el pepinazo del momento.
P.– ¿Ha cambiado más el programa o la televisión?
R.– Es que los primeros años no había plataformas. El consumo de televisión era absolutamente diferente entonces a ahora. No se pueden comparar de ninguna de las maneras. Y luego, por otra parte, Operación Triunfo era la novedad. Los de 2001 actuaban de una manera que luego cambió con los que vinieron después porque ya sabían a lo que iban. Vamos a hacer la edición número 13, si alguien no se ha enterado, es porque no ha querido. Si no saben de qué va esto, mal van (risas).
Concursantes de Operación Triunfo 1.
P.– ¿Los concursantes ya saben demasiado bien dónde se meten y van con otra actitud que los de las primeras ediciones?
R.– También les podría haber pasado a los de OT2, que ya sabían la repercusión del programa. Los primeros desconocían dónde se metían, obviamente, porque no se había hecho nunca el programa. Y los siguientes, pues hay de todo. Hay gente que lo ha seguido más y son fans, hay gente que no, que han visto algo y dicen, bueno, a ver, ¿dónde puedo ir yo y demostrar mi talento? Pues aquí me meto. Lo que sí que te digo es que vienen más preparados artísticamente. Casi todos tocan un instrumento, han tomado clases o ya han estado en otros programas de talents musicales.
P.– ¿Cómo se siente al ver que artistas a los que ha seleccionado como Bisbal, Chenoa, Edurne, Aitana… triunfen? ¿Qué tanto por ciento es culpa suya y de Gestmusic?
R.– Nosotros tenemos que ver en su éxito en que los reconocemos en un casting y creemos que ellos son la mejor apuesta en una edición. Luego, cómo funcionen entre ellos, cómo puedan asimilar la presión que sienten, si el público se enamora o no de ellos, ya no está en nuestras manos. Durante los tres meses que están en la Academia nosotros vamos a intentar hacerlos brillar en la medida de lo posible.
Y luego, una vez salen, hay una cuestión de trabajo de ellos, por supuesto, de su talento y de suerte. Nosotros intentamos que durante tres meses ellos tengan un momento en la tele, con música en directo o con un espectáculo de primer orden para que puedan aprovecharlo. Son 24 horas donde los fans pueden ver cómo se desenvuelven en su día a día, cómo son de verdad, y eso es muy difícil que con otros artistas pueda ocurrir. También tienes a la industria musical mirando para ver qué artista le interesa.
Cuando me dicen: ¿Vosotros habéis descubierto a muchos artistas? Sí, les hemos descubierto, pero se lo tienen que currar también, y tener una pizca de suerte. Es un cúmulo de cosas que hacen que esa persona, pues pum, la gente se enamore, la industria se enamore y tire para adelante.
P.– Pero no todos triunfan ni ganar el programa les asegura una carrera musical.
R.– Es que es imposible. Si cada edición hay 16 artistas, la industria musical no puede absorber a todo el mundo. Eso es así. Luego, que tú no los veas no significa que hayan desaparecido. Hay muchos que hacen producción, teatro musical, componen, hacen sus bolillos. Yo creo que desaparecer, desaparecer, no lo hacen.
P.– ¿Cuál ha sido el proyecto más loco que le han ofrecido?
R.– Pues la verdad, quizá haya sido Operación Triunfo porque cambiaba mucho cómo hacer nuestro trabajo diario, la estructura del casting cambiaba totalmente. Como decía, antes teníamos un tiempo de visionar y decidir los participantes de los programas anteriores, pero con Operación Triunfo tenías que decirle al aspirante si valía o no para el programa, y eso para mí fue lo más heavy. ¿Sabes qué pasa? Que yo ya cada vez tengo la mente más abierta y ya no me parece loco nada (risas).
Los que vienen…
Noemí Galera conoce perfectamente los entresijos de Operación Triunfo, ya que lleva seleccionando participantes desde la primera edición, la que encumbró a David Bisbal, Chenoa, David Bustamante o Rosa, pasando por la de Aitana, Lola índigo o Ana Guerra a la última en Prime Video. Un año más la barcelonesa comanda el equipo de casting del talent musical producido por Gestmusic para encontrar a las futuras estrellas de la música en OT 2025.
P.– ¿Con los años se ha vuelto más exigente?
Creo que todos nos volvemos exigentes con los años. Es lo que te da la edad, que también tiene otras cosas buenas. No nos gusta repetir perfiles, voces o estilos que se parezcan demasiado a los de concursantes de años anteriores. Por eso nos volvemos más exigentes.
P.– ¿Le sigue costando decir un no?
R.– Sí, cuesta mucho. Imagina ponerte en la piel de estos chavales, que vienen con toda la ilusión... Algunos vienen a hacer el cafre y creo que hoy vamos a ver a bastantes de estos. Se han acabado las clases, la gente dirá: Pues vamos, a ver si salimos en YouTube. Hay momentos que te hacen reír y otros momentos en los que tienes que respirar hondo y seguir.
Equipo del casting.
P.– ¿Cuál es tu sensación cuando das la primera pegatina a los seleccionados del casting?
R.– La primera de la edición, la que das en el primer casting, emociona. Y la última también, aunque nunca sabes cuál va a ser. En 2018, la primera pegatina de mi set fue Miki Núñez y mira dónde está ahora, petándolo.
P.– ¿Cuáles están siendo las canciones estrella de este año?
R.– Creep, Diamonds... Hay varias. Hay cien canciones en la lista, pero siempre hay algunas que triunfan. Los participantes piensan que les benefician según qué estilos, pero, después de escuchar muchas baladas, la variedad y el factor sorpresa también llama la atención.
P.– ¿Le culpabilizan mucho por no escogerles?
R.– Seguro que muchísimo, pero, en cualquier caso, es nuestro criterio y ellos se presentan libremente.
P.– ¿Cómo influye en OT que algunos se presenten al casting hayan pasado antes por otro talent show?
R.– No es ni mejor, ni peor. Yo prefiero a alguien que no haya estado en ningún sitio, pero haber estado en otros concursos da aplomo y tablas. Está bien, puntúa. Alfred o Chiara estuvieron en La Voz. Es normal, las personas que se quieren dedicar a esto buscan la manera de llegar rápidamente. Los programas de televisión son un atajo.