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Paco no podrá alegar problemas con el alcohol ni una enajenación mental transitoria, o crónica, a causa de los malos tratos que sufrió durante su infancia a manos de su padre mientras abusaba de la botella. El día que mató con su rifle de caza a su cuñado marroquí, Mohammed, como si estuviera en una batida de jabalíes que tanto le gustaban, era plenamente consciente de que apretó el gatillo a bocajarro.

Así lo refleja el informe al que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL y donde dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal concluyen que Paco “puede ser considerado, desde el punto de vista médico-forense, como imputable”.

De forma que la defensa de Francisco García (Barcelona, 1966) no podrá argumentar problemas mentales ni apoyarse en las cervezas que se bebió antes de disparar a su cuñado, para evitar que juzguen a su cliente por el asesinato de Mohammed, así como por maltrato habitual, amenazas y vejaciones sobre Imane: la mujer con la que Paco se casó en 2023, en una ‘gran boda marroquí’ que duró una semana y que financiaron sus suegros.

Este informe también complica la búsqueda de una rebaja de la condena porque las dos forenses son rotundas: “En la entrevista realizada no se aprecia psicopatología. Entiende los hechos que se le imputan y los justifica afirmando que no tenía intención de disparar […]”. “A pesar de asegurar que no tenía la intención de hacer daño al fallecido, no muestra tristeza o arrepentimiento. Y repite reiteradamente que tanto su cuñado como su mujer le estaban engañando y pretendían aprovecharse económicamente de él”.

La versión de los hechos de Paco no había trascendido desde que se inició la instrucción judicial, pero este informe de imputabilidad la deja al descubierto. Este pensionista, de 58 años, culpa a su esposa marroquí de las discusiones violentas que marcaban su convivencia, durante la entrevista que mantiene con las psicólogas, custodiado por un par de policías nacionales:

“En 2023, conoció a su actual pareja (Doña Imane) y ambos se casaron en Marruecos. Refiere discusiones frecuentes entre ambos y que ella le insultaba, le amenazaba, y en ocasiones, le abofeteaba”, tal y como exponen las dos médicos forenses.

Paco, bailando con Imane, durante su boda en Marruecos en 2023. Sara Fernández

Las afirmaciones de Paco evidencian que busca dar un giro de 180 grados a los delitos a los que se enfrenta de maltrato habitual, amenazas y vejaciones sobre su mujer, a la que sacaba un cuarto de siglo y con la que se desposó ‘a la carta’. Todo ello, después de que Paco le encargara buscar a una chica marroquí para casarse, a una familiar de Imane, a la que este aficionado a la caza conocía porque era la limpiadora de las oficinas donde él mismo se encargaba del mantenimiento del jardín para completar su pensión con unos ingresos extras.

Paco se separó en 2005, no mantenía relación con su empareja ni con sus dos hijos adolescentes y estaba cansado de vivir solo. Pero la ingenua Imane, de 33 años, no sabía que se desposaba con un hombre marcado por una niñez muy dura. De hecho, este catalán nacido en Igualada y que empezó a residir en Cartagena siendo un bebé de tres meses, confiesa a las psicólogas que sufrió violencia doméstica: "Refiere que en su infancia su padre consumía alcohol y les pegaba a él y a su madre".

Tales palizas pueden explicar el motivo por el que Francisco García se convirtió en un supuesto maltratado en su etapa adulta, pero no justifican los episodios de violencia relatados por Imane desde que abandonó su país para instalarse en un dúplex de Los Cánovas: una pedanía de Fuente Álamo. Allí empuñó un cuchillo para obligar a su esposa a irse a trabajar a Francia; la agredió para que su padre, arquitecto en Marruecos, le enviara dinero para pagar el seguro de su coche, la amenazó para firmar la separación de bienes porque la casa era de su propiedad...

Todo fue a peor cuando su cuñado, Mohammed, se instaló temporalmente en el dúplex de este cazador, prejubilado desde 2006, tras sufrir un accidente laboral cuando trabajaba como camionero y se le cayó encima un silo de piensos. “Explica que hace unos meses, el hermano de su pareja (Mohammed) se trasladó a vivir al domicilio de ambos y que él no estaba de acuerdo en que Don Mohammed viviera con ellos. Esta situación produjo muchos enfrentamientos en la pareja y cuando discutían, Don Mohammed se interponía entre ambos y defendía a su hermana”.

Paco culpa a su cuñado de que la convivencia matrimonial empeorara y de que las peleas con Imane fuesen a más, hasta que todo saltó por los aires el viernes 7 de marzo: “Relata que el día de los hechos, por la tarde, tuvo una discusión con su mujer porque quería que Don Mohamed abandonara el domicilio y ambos llegaron a darse bofetones y Don Mohammed se interpuso entre ambos y le amenazó”.

El difunto Mohammed, junto a una imagen del rifle de caza de Francisco García. Cedidas

La discusión se saldó con Paco cogiendo la puerta de la calle para irse a un bar a tomarse unas cervezas. En concreto: tres birras. Después regresó al domicilio conyugal a última hora de la tarde de aquel viernes y puso a plomazos el punto final a la convivencia con su cuñado.

“Cuando llegó, se dirigió al armero porque se iba a ir de caza unos días y se puso a preparar una de las escopetas. Se encontraba preparando el arma y discutiendo con su mujer, cuando Don Mohammed volvió al domicilio y se dirigió a su habitación en el piso superior”.

“Don Francisco refiere que subió y se dirigió a la habitación para comprobar si estaba consumiendo droga, ya que afirma que consumía droga en su domicilio y eso le molestaba mucho y que al llegar a la puerta de la habitación se le disparó el arma alcanzando a Don Mohamed”.

Llegado este punto de su entrevista con las forenses les recalca su versión de los hechos: no hubo un asesinato, solo un accidente. Paco afirma que la muerte de Mohammed fue un funesto error: “Refiere que fue un disparo accidental, que no apuntó y que no sabía si el arma estaba cargada. Tras el disparo, explica que fue a entregarse a la Guardia Civil, ignorando que Don Mohammed había fallecido”.

Pero en el criterio de las forenses no hacen mella ni los palos que le infligió su padre en su infancia; ni las tres cervezas que Paco se bebió aquel viernes, como para que se disparara por error su rifle, ni que le llevara de los nervios la mala vida que sostiene que le daba su esposa: "No se observan alteraciones del curso ni del contenido del pensamiento, siendo el lenguaje correcto y fluido. La afectividad es adecuada a la situación. No se aprecian alteraciones de su capacidad de juicio y raciocinio".

Mohammed perdió la vida en el dúplex que tenía su cuñado Paco en Los Cánovas. Cedida / Google Maps

"La inteligencia valorada a través de la entrevista clínica se aprecia dentro de los límites de la normalidad", tal y como prosiguen razonando las psicólogas. "El informado no está diagnosticado de ningún tipo de patología mental, tampoco se aprecia alteración psicopatológica alguna durante la entrevista. Niega consumo de drogas y afirma que ese día había consumido alguna cerveza, acompañada de comida, y que no se encontraba borracho".

De forma que tras evaluar su relato, su "psicobiografía", su formación educativa, su historial laboral y clínico con ausencia de patologías mentales, concluyen que este cazador ha sido cazado por la Guardia Civil y es imputable para ser juzgado cuando concluya la instrucción.

"El informe forense de imputabilidad no deja lugar a las dudas de que el investigado cometió un asesinato", según reflexiona Verónica Ene, abogada que ejerce la acusación particular en representación de Imane, hermana del asesinado, y a su vez, víctima de presuntos episodios de violencia de género desde que se instaló con Paco en Los Cánovas en agosto de 2024.

"Cuando se celebre el juicio, no se podrán aplicar atenuantes psicológicas ni de consumo de alcohol porque el maltratador siempre culpa de todo a la víctima, para justificar sus agresiones", según concluye la letrada Verónica Ene. De modo que Paco, cuyo pasado está marcado por los doce años que vivió en un internado, ahora se enfrenta a un futuro a la sombra durante una larga temporada, mientras no cesa de preguntar en la cárcel por su esposa: Imane.