Un anciano de 94 años ha tirado de la manta en la Residencia Santa Teresa de Jornet de Huelva y ha destapado un caso de malos tratos a usuarios de este centro de Las Hermanitas de los Pobres Desamparados. “El anciano contó en la consulta médica que le tiraban de los pezones para levantarlo de la cama”, tal y como desvela una empleada de estas instalaciones, con capacidad para 165 usuarios.
La detención de tres empleados de esta residencia ha corrido como la pólvora en la capital onubense porque la citada congregación de monjas es muy conocida y querida. De hecho, cada 5 de enero, en la víspera de la Cabalgata de los Reyes Magos, sus Majestades de Oriente siempre visitan esta residencia para darle una alegría a sus usuarios. Ahora, la visita la ha realizado la Policía Nacional para esclarecer delitos de malos tratos habituales a personas especialmente vulnerables.
La investigación arrancó en marzo, cuando un anciano, de 94 años, con plaza en el pabellón de personas dependientes, acudió a su consulta médica semanal y soltó la bomba. “Espontáneamente lo contó todo: estaba siendo agredido por los cuidadores”, según relata una empleada a EL ESPAÑOL. “Este usuario es dependiente a nivel físico, pero tiene plenas sus facultades mentales. No sufre demencia”.
De modo que se dio máxima credibilidad a su testimonio. Prueba de ello es que el asunto llegó a la Consejería de Inclusión Social y se organizó una inspección extraordinaria en esta residencia de mayores que regentan Las Hermanitas de los Pobres Desamparados, a pesar de que no depende de la Junta de Andalucía.
La Residencia Santa Teresa de Jornet de Huelva.
“Los inspectores se entrevistaron con otros usuarios y con todos los empleados de las instalaciones, confirmando lo que pasaba”, según afirma una fuente conocedora del resultado de aquella inspección. “Todo se reflejó en un informe”.
“Los testimonios que recogieron los inspectores hablaban de trato degradante, vejatorio y de bromas pesadas contra algunos ancianos, como dejarlos suspendidos en el aire, en la grúa que se usa para llevarlos al baño para asearlos y hacer sus necesidades”, según ejemplifica esta fuente que ha accedido al informe de la inspección. Algunas víctimas de estas gamberradas humillantes no podían pedir auxilio, para que las bajaran de la grúa, debido a sus problemas para hablar.
Las supuestas víctimas tenían plaza en el pabellón de dependientes de la Residencia Santa Teresa de Jornet, cuyas normas no solo distribuyen a los usuarios en función de sus patologías, también están segregados por su género: los hombres están separados de las mujeres. “A veces, eran personas con demencia, alzheimer o con movilidad reducida”. “Parece ser que a algunos los despertaban de una palmada en el pecho, a otros les pegaban una cachetada en las piernas…”.
Los pobres usuarios no podían defenderse y empezaban el día sobresaltados. El citado informe de la inspección fue trasladado a la Fiscalía y a la Policía Nacional que inició una investigación. Las pesquisas de la Brigada Provincial de Policía Judicial llevaron al arresto de tres empleados de la Residencia Santa Teresa de Jornet, los cuales fueron despedidos de forma fulminante por las monjas.
La Policía Nacional con uno de los tres empleados detenidos en la residencia para mayores de las monjas.
Los detenidos han sido puestos a disposición de los juzgados, junto al atestado policial y un parte médico sobre los malos tratos que sufrió uno de los usuarios de unas instalaciones inauguradas el 16 de marzo de 1884, como el Asilo de Ancianos de Huelva. Esta iniciativa pionera de la Congregación del Santo Sepulcro contó con las Hermanitas de los Pobres Desamparados que en la actualidad gestionan la Residencia Santa Teresa de Jornet.
La Policía Nacional recuerda que cualquier persona puede denunciar situaciones similares de forma anónima a través del correo: protegealmayor@policia.es
"Aquí nunca había pasado nada", según subraya un usuario en conversación telefónica con este diario, debido a que en ocasiones ejerce de voluntario en la conserjería del asilo. "Las monjas tienen acogidos a muchos ancianos por caridad porque no cobran ninguna pensión y aquí los cuidan".
- ¿Y cuánto pagan por su plaza aquellos ancianos que sí cobran una pensión?
- Las monjas se quedan con el 80% de su pensión porque hay sesenta empleados que nos asean, tienen que pagar la comida, la luz, el agua, los tratamientos médicos...
En sus 140 años de historia, jamás se había producido un episodio así en la Residencia Santa Teresa de Jornet. Por eso, las monjas han colaborado activamente con la Policía Nacional, junto a los inspectores de los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía. Pero lo cierto es que uno de los detenidos llevaba años trabajando como gerocultores y la investigación judicial deberá esclarecer cuánto tiempo hace que empezaron estas tropelías y cuántos ancianos desvalidos fueron víctimas de ellas.
"Conozco a uno de los detenidos y no está bien de la cabeza: amenazaba y agredia a los usuarios de la residencia", tal y como resume un miembro de las Fuerzas de Seguridad. De momento, el Juzgado de Instrucción número 5 de Huelva ha dejado en libertad a los tres auxiliares de geriatría que desempeñaban funciones en el módulo donde residen los ancianos que requieren de cuidadores para poder realizar sus necesidades más básicas.