Algemesí
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La tarde anterior a asesinar, presuntamente, a su mujer Alejandra y a su hijo Samuel, Leonardo David Arenas subió una foto a redes sociales en la piscina junto a ambos, algo que solía hacer de manera habitual con textos de 'te amo' dedicados a su hijo.

Para la familia de la mujer fallecida durante la madrugada de este miércoles, de nacionalidad venezolana, esta era tan solo una fachada de "padre ideal" del presunto asesino ante la sociedad. Tras ella, para los más cercanos a la pareja, se escondía "un demonio".

En el portal número 29 frente al Parque Salvador Castell de Algemesí, en Valencia, la pareja vivía junto a su hijo pequeño. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, solían pasear frecuentemente por las inmediaciones de su domicilio junto con un carrito de bebé, en el que llevaban a Samuel.

Sin embargo, según fuentes vecinales de la localidad, hacía varias semanas que no acostumbraban a pasear como lo hacían tiempo atrás.

No hace mucho tuvo lugar uno de los últimos incidentes entre la víctima y Leonardo. La familia explicó que 20 días atrás golpeó a Alejandra y que la situación de maltrato venía de tiempo atrás, desde que llegaron a España.

Leidy Rodríguez, cuñada de la víctima, aseguró ante los medios que Leonardo ejercía una gran presión sobre su mujer y que su carácter y forma de ser ocultaban una 'doble cara'.

"Era un mal hombre, celoso y con ataques de ira. Se hacía pasar por el papá ideal, pero era malo. ¡Un demonio! Quiero que se sepa esto, que lo sepan todos, para que las mujeres denuncien a tiempo y esto no le vuelva a pasar a ninguna mujer más", declaró ante los medios.

Dos personas se abrazan frente al portal donde ha ocurrido el homicidio. Rober Solsona/Europa Press

Leidy, junto a su marido Eduardo, hermano de la víctima, acogieron a Alejandra cuando llegó a España en 2021. Ella llegó antes que Leonardo, cuando estaba embarazada del hijo que tenían en común y que también fue asesinado durante la noche de este miércoles.

Para Leidy, "las apariencias engañan". "Las personas no son lo que realmente uno piensa y lo único que digo es que estas cosas pasan", explicó a los medios.

Leonardo Arenas, colombiano de 34 años, acabó con la vida de su hijo y de su mujer de 41 años durante la madrugada del miércoles tras años de maltrato sobre Alejandra y permanece en los calabozos de la comisaría de Alzira.

Maltrato reincidente

Convivió con su presunto asesino siete años. Se fue de Venezuela, su país de origen, hacia Colombia, donde conoció a Leonardo, quien tiene dos hijos más, además de Samuel.

Al llegar a España, los maltratos se convirtieron en algo habitual. Sin embargo, el miedo pesaba para la víctima. Por un lado, el temor a perder los papeles y ser expulsada de España; pero, por otro, el miedo a su propio maltratador.

Tras el reciente episodio de maltrato en algo menos de tres semanas atrás, la víctima le dio un mes de plazo para cambiar, algo que no hizo.

La propia familia le pidió "por favor" que denunciara a Leonardo por malos tratos, algo que tampoco llegó a hacer.

La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, junto a los familiares de la víctima. Rober Solsona/Europa Press

La propia cuñada de la fallecida asegura que no le contó la verdad de cómo habían ocurrido las cosas ese día, sino otra versión porque "le defendía un poco por miedo a no hacerle daño".

De todos modos, Leidy, que reconoce que la situación era "muy difícil" para ella por las circunstancias económicas, teniendo un hijo y siendo la pareja "el que provee".

"Yo le dije a ella que tranquila, que no pasaba nada, que ella lo denunciara para así poder evitar que él se acercara", explicó emocionada, porque pensaba que de esta forma "lo más seguro es que con la denuncia se lo lleve la Policía, le pongan una orden de alejamiento o algo".

Una situación insostenible

En la familia eran conscientes de la "situación insostenible" que vivía la víctima junto a Leonardo. De hecho, la madre de ella y abuela de Samuel, pese a tener alzhéimer, "dormía con el móvil en la mano, para llamar enseguida a la policía si pasaba algo".

Así fue durante la noche de este miércoles cuando llamó a la policía a las seis de la mañana al escuchar los gritos de auxilio de su hija. "Ella escuchó a la mañana como si él la estuviese ahorcando y mi suegra no tiene muy claras las cosas, pero ella sabía lo que pasaba", explicó Leidy.

La anciana pudo escapar y evitar que pudiera también acabar con su vida, ya que, según la familia, habría sucedido. Tal y como explicó su hijo, la mujer "está muy triste". "Mi madre, cuando escuchó los gritos de mi hermana, que estaba pidiendo ayuda, quiso ir" y "pensó en sacar al niño, pero al ver que no pudo, se fue corriendo porque estaba asustada", relató.

De hecho, aseguran que la víctima había pedido a su madre que estuviera pendiente del teléfono por si pasara algo para llamar a la Policía.

"Ellas ya lo habían hablado y como que le había dicho ¡Mamá, estate pendiente con el teléfono! Porque si tú llegas a ver algo, llamas a la Policía enseguida. Tú sales corriendo y llamas enseguida a la Policía. Efectivamente, mi madre hizo eso", afirmó Eduardo.