Daniel reside en Barcelona, pero empieza a conocerse como la palma de su mano el término municipal de Mazarrón: "He bajado diez veces a buscar a mi hermano, Patricio, y a su amigo Edwin". "¿Están vivos o están muertos? Solo quiero encontrar respuestas", tal y como reflexiona Daniel en una entrevista con EL ESPAÑOL.
El miércoles 16 de abril, tras acabar su jornada laboral, desaparecieron estos dos padres de familia: José Patricio Chango Heredia (Ecuador, 1981) y Edwin Guillermo Cambal Chicaiza (Ecuador, 1992). Desde entonces, ya han pasado 70 días sin noticias sobre su paradero y Daniel no puede vivir con esa incertidumbre porque pesa sobre su conciencia como una losa.
"No puedo estar todos los días preguntándome qué le ha ocurrido a mi hermano". "Esto es muy duro". "Me siento destrozado", según recalca este ecuatoriano, afincado en la ciudad condal desde hace diecisiete años. "La Guardia Civil no nos ha comunicado ningún avance en la investigación". "La situación es muy extraña y los familiares de Patricio y Edwin tenemos miedo de que el caso quede en el olvido".
Por ese motivo, Daniel ha decidido mover ficha: "Hemos hablado con Paco Lobatón y se ha ofrecido a ayudarnos a través del Centro Nacional de Desaparecidos". El periodista que triunfó en el prime time de TVE, desde 1992 hasta 1998, al frente de 'Quién sabe dónde', convirtiéndose en un experto en la búsqueda de personas desaparecidas y promoviendo la Fundación QSDglobal, se ha interesado por el inquietante caso de estos dos ecuatorianos afincados en la turística costa murciana.
"El sábado 5 de julio iré con voluntarios especializados en búsquedas del Centro Nacional de Desaparecidos, para inspeccionar un radio de 5 a 6 kilómetros de la zona donde se apagaron sus teléfonos, durante la madrugada del 16 de abril". El de José Patricio se apagó a las 00.05 horas y el de Edwin Guillermo a la 1.20 horas.
El periodista Paco Lobatón en una entrevista con EL ESPAÑOL | Porfolio en su residencia de Jerez de la Frontera.
La batida está abierta a todos los voluntarios que se quieran sumar, partirá desde la redonda de la calle Tartana del Country Club, a partir de las 18.30 horas, y los grupos se dividirán varias zonas perimetradas.
Una de ellas discurrirá por la Urbanización Camposol porque los dos desaparecidos compartían piso en este residencial marcado por la presencia de jubilados británicos. Otra zona abarcará un paraje de terreno que se extiende desde la Gasolinera Galp de Mazarrón hasta el Country Club y el entorno de una ITV.
De forma que Daniel, acompañado de su esposa, Patricia, junto a voluntarios del Centro Nacional de Desaparecidos, piensan inspeccionar al milímetro: pozos, fosas sépticas, casas abandonadas, ramblas, amplias zonas de matorrales y vegetación...
"Paco Lobatón nos estuvo animando para no dejar de buscar", subrayan al unísono Daniel y Patricia, mostrando su agradecimiento al periodista y presidente de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas Qsd Global. "Vamos a ver si encontramos alguna pista para que el caso avance: una prenda de ropa, sus móviles... No nos quedaremos quietos".
De hecho, Dani, como le llamaba su hermano mayor, Patro, se ha desplazado "diez veces" de Barcelona a Mazarrón para buscarlo. También trata de localizar algún testigo, a través de TikTok, publicando información básica del caso: José Patricio, de 43 años, y Edwin, de 32 años, fueron vistos por última vez a las 19.30 horas del 16 de abril, dejando las herramientas de la empresa de piscinas para la que trabajaban, en una nave próxima a la Gasolinera Galp. Después, compraron unas birras en Consum y se los tragó la tierra.
- ¿Por dónde buscó por primera vez a su hermano José Patricio?
- Daniel: Cuando supe de su desaparición, la primera vez que bajé a Mazarrón, pensé que a lo mejor bebió después de trabajar y pudo haber tenido un accidente con el coche. Así que le estuve buscando con ayuda de mi mujer, Patricia, y otros allegados, por carreteras que iban desde la Urbanización Camposol hasta Cartagena y Fuente Álamo. Fuimos por cunetas, barrancos de zonas de playa, ramblizos, calas...
La teoría del accidente de tráfico se vino abajo cuando la Guardia Civil localizó en perfecto estado el Citroën C5, propiedad de José Patricio. El vehículo fue captado por las cámaras de seguridad de una gasolinera de Fuente Álamo y de un Burger King de Murcia. La primera vez, iba ocupado por tres varones, y la segunda, por dos mujeres y un hombre. Estas seis personas de etnia gitana son familia y los investigadores trabajan en aclarar cómo se hicieron con el coche de los desaparecidos.
Durante la investigación, la Guardia Civil también ha visionado las cámaras de seguridad de un local de apuestas de la Urbanización Camposol, al que solían ir a tomarse unas cervezas los protagonistas de esta doble desaparición, pero no acudieron a esa sala la madrugada del 16 de abril. Por su parte, el Consulado de Ecuador contactó con hospitales de Murcia para corroborar que ninguno de sus compatriotas recibió asistencia sanitaria aquella noche.
El Citröen C5 de José Patricio, uno de los dos desaparecidos, fue filmado por las cámaras de seguridad de una gasolinera.
De modo que cuando cayó por su propio peso, la teoría del siniestro vial, Dani cambió el criterio de búsqueda. Y este sábado, volvió a recorrerse el término municipal de Mazarrón, acompañado de Patricia. "La fuerza para seguir me la dan mi mujer y mis dos hijas", tal y como subraya.
- ¿Cómo fue la última batida para dar con su hermano Patro y su amigo Edwin Guillermo?
- No encontramos nada. Revisamos con linternas diez pozos que estaban cerrados con maderas y estaban vacíos. También hemos entrado a muchas casas abandonadas y no olía a nada. Estamos hablando de dos personas desaparecidas y no había malos olores [de sus cuerpos en descomposición].
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación y el hecho de que no informe de nada no quiere decir que no se estén produciendo avances o que no se estén realizando pesquisas. Prueba de ello es que este diario ha podido saber que la Policía Judicial ha solicitado a las compañías telefónicas de los dos desaparecidos que les envíen las últimas llamadas o envíos de mensajería que realizaron antes de que sus terminales se fundieran a negro -durante la madrugada del 16 de abril-.
El último movimiento del móvil de José Patricio Chango Heredia se produjo a las 20.30 horas del martes 15 de abril antes de dejar de dar señal en la medianoche del 16. "Mi hermano mayor estaba apenado desde la muerte de mi madre", apunta Dani sobre el contenido de aquella conversación. Patro habló con su esposa Gloria, que vive en Quito. Desde ese momento, no se registró ninguna otra comunicación telefónica en ninguno de los dos terminales de los desaparecidos.
"Hemos llegado a pensar que los tenían haciendo trabajos forzados. Ahora tengo la teoría de que alguien los cogió, los tiene retenidos o los escondieron muy bien", tal y como confiesa Dani. Su mujer, Patricia, no quiere oír hablar de la posibilidad de que su cuñado y su amigo estén muertos: "No perdemos la esperanza".
Daniel y su esposa, Patricia, junto a una imagen de una de las batidas que han realizado por Mazarrón desde el 16 de abril.
- Antes de su desaparición, ¿su hermano José Patricio le contó si tenía un problema con alguien o notó algo extraño en su conducta?
- Daniel: Patro es mi hermano mayor y nos llevábamos bien. Como yo estaba en Barcelona y él en Mazarrón, solíamos hablar todas las semanas, por llamada o por WhatsApp. Me hablaba del trabajo, me contaba que quería traerse de Ecuador a su mujer y sus hijos... Estaba triste por la muerte de nuestra madre el 30 de marzo, pero nunca me contó que tuviera conflictos con nadie ni me pidió dinero.
La Guardia Civil ha corroborado que José Patricio había iniciado los trámites de reagrupación familiar para su esposa, Gloria, y sus dos pequeños, de 7 y 10 años. Por su parte, Edwin Guillermo tenía sus papeles en regla en España y cada fin de semana veía a sus gemelos tras haberse separado. Incluso estaba organizando con su empareja el cumpleaños de sus dos hijos que soplaron diez velitas el pasado lunes 16 de junio, sin poder abrazar a su padre.
Además, los dos contaban con trabajo estable en la citada empresa de construcción de piscinas y reformas de viviendas. "Es todo muy extraño", zanjan Daniel y Patricia. "Por eso, pedimos a la Guardia Civil que haga nuevas batidas porque hoy nos ha tocado a nosotros, pero mañana le puede tocar a otras familias y es necesario identificar a las personas que le han hecho algo a Patricio y Edwin".
Los familiares de estos desaparecidos sienten tanta desesperación que también están empezando a organizar una concentración que se desarrollará bajo este lema: 'Todos somos Patricio y Edwin'. La convocatoria, todavía sin fecha, se celebrará en la plaza del Ayuntamiento de Totana, para movilizar a la comunidad latinoamericana y ecuatoriana, en particular, para dar visibilidad a este caso, tras 70 días de mucha angustia y pocas respuestas.
- ¿Por qué han decidido promover esa concentración?
- Daniel: El objetivo es hacer un llamamiento a toda la población latina y española. Solo queremos saber dónde están Patricio y Edwin y qué les ha pasado. Ellos solo son dos padres de familia que trabajaban por sus hijos.