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Un sacerdote en Sarria (Lugo) de 42 años y acusado de un delito de agresión sexual a una menor de 17 años "que es vulnerable", en palabras de una conocida, fue puesto en libertad el pasado viernes 20 de junio tras prestar declaración ante el Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad. El cura fue denunciado por una tercera persona, la psicóloga de la joven, a quien ésta describió cómo sucedieron los supuestos hechos.

La joven, que acudía regularmente a la psicóloga de la Seguridad Social porque "estaba mal", a mediados de marzo le contó que había sufrido "tocamientos" por parte del cura de su pueblo. Inmediatamente, acudió a la Guardia Civil a denunciar el suceso. Tras ello, los agentes ordenaron su arresto y el servicio de salud mental del hospital se hizo cargo de la víctima.

"Toda la diócesis se ha quedado muy sorprendida. Nadie se esperaba que él fuera capaz de hacerlo.Tiene muy buena relación con todos, es muy cercano con los jóvenes y, si tuviéramos que decantarnos por quién lo hizo, todos diríamos el nombre de otro sacerdote de un pueblo cercano. Había rumores de otro desde hace ya bastante tiempo así que, cuando salió la noticia, nadie se esperaba que fuese él", revela una fuente cercana al párroco.

El sacerdote de Sarria. Europa Press

En cuanto a la actitud del pueblo, la fuente ha confesado que se siente decepcionada por cómo están actuando los habitantes de Sarria. No dan credibilidad a la víctima y se posicionan a favor del cura. "Están dejando de lado a la víctima y él está construyendo un relato de que es inocente y que la niña se lo ha inventado.

"Hay mucha gente dolida, en shock. Es complicado por eso, porque la gente no se lo cree y está todo el mundo en fase de negación de que es imposible que esta persona haya hecho esto. Cuando salió el viernes su entorno lo vio como que el caso estaba ya cerrado", dice la misma fuente en conversación con EL ESPAÑOL.

El abogado del cura, Francisco Pérez, declaró al salir de los juzgados que su representado "rechaza de manera categórica todas las acusaciones" que pesan contra él. "Mi cliente ha prestado declaración y ha sostenido que no ha incurrido en ninguna conducta que pueda considerarse delito", aseguró el letrado.

Existe una clara contradicción entre la versión de la presunta víctima y la declaración del investigado", señaló el letrado, que recordó la importancia de garantizar "el derecho a la presunción de inocencia".

Manifestación durante la celebración del Corpus por los abusos en la Iglesia el domingo 22 de junio en Sarria. Cedida

Además, indicó que, aunque hay ciertos elementos en común en ambos testimonios, el sacerdote asegura que no ha cometido ninguna agresión de índole sexual y que los acontecimientos no sucedieron del modo en que han sido relatados en la denuncia. "Está convencido de su inocencia y así lo ha hecho constar en su declaración. No reconoce ninguno de los actos que se le atribuyen", recalcó el abogado.

La investigación llevaba varios meses en marcha, aunque el arresto no tuvo lugar hasta la mañana del pasado 19 de junio. Fueron miembros de la Policía Judicial de la Comandancia de Lugo, junto con efectivos del cuartel de Sarria, quienes llevaron a cabo la detención.

Esta se produjo en su domicilio, ubicado en una de las parroquias a su cargo. El detenido, que no cuenta con antecedentes penales, optó por acogerse a su derecho a no declarar ante los agentes. Posteriormente, fue llevado a las instalaciones de la Guardia Civil, donde pasó la noche.

La magistrada ha decretado libertad provisional, aunque con la imposición de medidas preventivas: no podrá acercarse a menos de 100 metros de la supuesta víctima y tiene prohibido comunicarse con ella por cualquier medio.

Ni la Fiscalía ni la abogada de la denunciante han pedido la entrada en prisión del presunto agresor, hecho que ha desconcertado a los sarrianos. "No entendemos que no se haya pedido prisión provisional teniendo en cuenta que hay riesgo de manipulación por su parte o por su defensa. No sé si tanto por parte de él, sino por gente del entorno, sobre todo de gente joven. Que la orden de alejamiento sí haya salido nos ha alegrado, pero no entendemos nada".

Reacción del Obispado

Mientras se espera una decisión judicial, la diócesis de Lugo ha decretado la suspensión cautelar de la labor pastoral del sacerdote, que se ocupaba de varias parroquias, y ha comunicado que, hasta la detención, "no se había recibido ninguna clase de denuncia o aviso sobre las presuntas actuaciones que se le puedan estar imputando".

La diócesis de Lugo ha manifestado también su firme condena "ante cualquier tipo de abuso y especialmente si se trata de un menor; es una ofensa a las víctimas y a Dios". Además, lamenta profundamente "el sufrimiento y el daño que esta situación está provocando a la víctima, a otras personas afectadas, a sus familias y comunidades"; de las que quiere ponerse a disposición.

Por otra parte, el Obispado ha declarado su disposición de colaboración con las autoridades en esta investigación, "manifestando nuestro más absoluto respeto por la actuación de la justicia" y deseando "un rápido y completo esclarecimiento de los hechos, conscientes, también, del derecho a la presunción de inocencia".