David G. Maciejewski
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Dos F-18 sufren una colisión en el aire. Sus cuatro integrantes, un piloto y un oficial por cada caza, se han eyectado y caído sobre el mar. Al mismo tiempo, un avión comercial ATR72 con pasajeros desaparece de los radares. Posiblemente se ha estrellado. El centro de control aéreo transmite el aviso. Como el accidente se ha desarrollado fuera de los límites del aeropuerto, el equipo desplegado es el SAR, el Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo del Ejército del Aire y del Espacio, cuyo líder es el coronel Policarpo Sánchez.

El protocolo exige que, en caso de un aviso así, la responsabilidad del rescate recaiga en el Centro Coordinador de Salvamento Aeronáutico (ARCC) más cercano. En España hay tres, cada uno de los cuales tiene una región de búsqueda y salvamento (SRR). Uno se encuentra en la base aérea de Gando, en Canarias, y cuenta con un escuadrón de helicópteros Súper Puma y dos CN-235 turbohélice dispuestos para despegar cuando sea necesario.

El segundo Centro de Coordinación de Salvamento está en Baleares, en la Base aérea de Son San Juan de Palma de Mallorca, que tiene destinados varios Sikorsky-76 para este tipo de emergencias y, de nuevo, algunos CASA-Nurtanio.

El coronel Policarpo Sánchez durante el ejercicio CANASAR 2025 en Gran Canaria. Minerva Suárez E. E.

Detalle del ejercicio CANASAR 2025. Minerva Suárez

El tercero radica en Madrid, en Cuatro Vientos, donde hay un equipo de helicópteros NH-90 (con la posibilidad de solicitar otros CN-235 en Getafe). Es precisamente en la capital, en la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde se encuentra el centro desde el que se organiza y coordina el SAR: el Mando Aéreo de Combate (MACOM), del cual depende operativamente.

Pero ahora el coronel Policarpo, un veterano con 3.000 horas de vuelo que fue profesor en la escuela de instrucción de Armilla y en la UME, no se encuentra en ninguno de estos tres centros, sino a las afueras de la localidad de Mogán. El equipo del SAR de Canarias ha declarado la alerta DETRESFA (fase de peligro) y, en coordinación con las autoridades locales y la colaboración del SRR Baleares, está buscando a los cuatro tripulantes eyectados de los F-18 y el punto en el que el avión comercial ha podido sufrir el accidente.

Hay ambulancias, helicópteros, lanchas, sirenas, gritos, cientos de hombres y mujeres desplegados por la isla de Gran Canaria, la mayoría uniformados. Desde la carretera, y en los pueblos aledaños, la gente se pregunta qué ha ocurrido, temerosa de otra tragedia.

No obstante, el militar llama a la calma. Se trata de un ejercicio. Un simulacro bautizado como CANASAR 2025. "Se hace todos los años", explica Policarpo Sánchez en conversación con EL ESPAÑOL. "Estamos entrenando a las tripulaciones en las misiones de búsqueda y rescate, adiestrando al personal del propio centro coordinador para, valga la redundancia, coordinar las misiones y engrasar los protocolos con las autoridades civiles".

Dispositivo desplegado durante las maniobras CANASAR 2025. Minerva Suárez

Un helicóptero del SAR. Minerva Suárez E. E.

El principal objetivo del CANASAR 2025, explica el militar, es poner a prueba a los equipos y mejorar la capacidad de reacción, coordinación e interoperabilidad de los distintos organismos y recursos ante una crisis aérea de gran magnitud, tanto en mar como en tierra.

Todo se hace mediante la presencia de observadores internacionales provenientes de Portugal, Francia, Italia, Marruecos o Mauritania y la colaboración con los servicios SAR de otros países, ya que, según el Convenio de Aviación Civil, los servicios Search and Rescue son comunes a todos los países del mundo y funcionan de la misma forma.

¿Por qué la presencia de todos estos países? "Porque hay procedimientos de coordinación y acuerdos con todos aquellos que tienen frontera común aérea con España. A ellos hay que sumar Argelia, Senegal, Reino Unido. Si necesitamos colaboración con alguno de ellos, se la podemos pedir. El cruce de fronteras está autorizado automáticamente sin trámites burocráticos y viceversa, todo bajo la regulación de la Organización de Aviación Internacional".

Durante el CANASAR 25, cuyo simulacro de accidente se celebró el jueves 19, se desplegaron el 802 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas, integrado en el Ala 46 de Gando, y el Ala 49 de la base de Palma de Mallorca. También había un EH-101 Merlín de la Fuerza Aérea Portuguesa y operaron sobre el terreno los Grupos de Emergencia y Salvamento (GES) locales, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, entre otros.

El coronel Policarpo Sánchez durante la celebración del ejercicio CANASAR 2025.

"El origen del accidente es lo menos importante. Lo fundamental es encontrar y rescatar a las personas en peligro, a los supervivientes, y organizar el rescate", explica el coronel Policarpo en relación al ejercicio. "Pero son dos escenarios diferentes: en el primero, en el mar, los pilotos de los F-18 se han eyectado, caído al agua en paracaídas y subido a una balsa. Estamos usando [en sustitución] unos neumáticos grandes de camión inflados y pintados de color naranja".

El segundo escenario planteado es el más delicado, aunque, paradójicamente, el más sencillo. "Los aviones van con control radar permanente, por lo que inmediatamente se sabe la zona aproximada en la que se encuentra" la aeronave que ha sufrido un accidente.

¿Cuál es el protocolo en caso de accidente aéreo en España? ¿Qué pasaría si se produjera una tragedia como la de Air India? Primero habría que saber el lugar del siniestro. Los aeropuertos tienen una zona de responsabilidad en la que operan con un plan preestablecido (ambulancias, bomberos, equipos de rescate propios). "En el caso del accidente de Spanair, Barajas activó su plan de reacción. En un accidente de aeropuerto, delimitado, no actuaríamos".

Sin embargo, si el incidente ocurriera fuera de la jurisdicción del aeropuerto, los 'ases del aire' del SAR sí que entraría en acción. "Coordinaríamos con la comunidad autónoma los medios aéreos, los helicópteros que entran y salen de la zona, dónde se realizan las evacuaciones, el uso de los medios terrestres".

Un helicóptero del SAR. Minerva Suárez E. E.

Imágenes del ejercicio CANASAR 2025 con voluntarios haciendo de víctimas. Ejército del Aire y del Espacio Cedida

En el marco del ejercicio CANASAR, evidentemente, no se ha derribado ningún avión. Pero sí hay voluntarios –la mayoría alumnos de un instituto y una universidad de la zona– que hacen de 'víctimas'. Están maquillados para simular sus heridas. Así, cuando lleguen los servicios de emergencia, estos tendrán que hacer el triaje de la forma más realista posible.

PREGUNTA.– ¿Qué protocolos de actuación se siguen cuando hay personas desaparecidas en zonas de difícil acceso?

RESPUESTA.– Todo depende de la localización de las víctimas. Generalmente se usan helicópteros de rescate. Podrían ser del Ejército del Aire y del Espacio o de la Guardia Civil si es un rescate de montaña. Primero se identifica la necesidad, si se puede ir a pie o no; después, se ve el medio más adecuado para acceder y este se activa. En los helicópteros del SAR tenemos un tripulante que es enfermero y puede orientar y dar las primeras instrucciones a una persona herida o atenderla in situ. Nuestras aeronaves cuentan con cámaras térmicas y dispositivos de búsqueda radioeléctrica.

P.– ¿Qué tipo de accidentes aéreos son los más probables en el entorno geográfico de España y cómo se prepara el SAR para afrontarlos?

R.– El mayor riesgo siempre se produce en los despegues y en los aterrizajes, que generalmente son en zonas de aeropuerto [con sus propias delimitaciones]. Por eso se hacen prácticas y ensayos de planes de reacción. Fuera de esos lugares es prácticamente imposible saber qué es más común porque nunca hay dos accidentes iguales. Lo más habitual es que hablemos de pequeños aviones, o avionetas, vuelos de enseñanza o de placer. No hay un prototipo. La mayor parte de las veces hablamos de errores humanos a la hora de pilotar aeronaves o de una meteorología adversa. Los fallos mecánicos son cada vez más raros.

P.– ¿Cuál ha sido la experiencia más significativa reciente del SAR en respuesta a un accidente aéreo real en España?

R.– Una de las últimas fue la del ultraligero que despegó de Murcia en dirección a Vías de Segura, Jaén. Iba retransmitiendo el vuelo en directo por Facebook y, de pronto, desapareció. No tenía un plan de vuelo, ni había servicio de alerta pendiente, nadie sabía que había salido a volar y que no había llegado a su destino. Nos enteramos porque los familiares de la tripulación, que estaba formada por un matrimonio, llamaron a la Guardia Civil alertando de que el aparato no había llegado. La Guardia Civil nos pasó el aviso y organizamos la búsqueda. Duró cinco días. Helicópteros, patrullas de tierra, coordinación entre Andalucía y Murcia, de todo.

El coronel Policarpo Sánchez durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Minerva Suárez E. E.

El simulacro CANASAR 2025, explica el coronel, no sólo sirve para poner a prueba la capacidad operativa de los equipos de búsqueda y rescate en situaciones extremas, sino para reforzar la coordinación entre organismos civiles y militares. "Somos una organización 100% militar que presta un servicio 100% civil", incide el militar.

Y, por ello, recuerda la importancia de la interoperabilidad, de la comunicación y de gozar de unos sólidos planes de instrucción. "Planear búsquedas, organizar la evacuación con helicópteros, estudiar los manuales que dan directrices de cómo organizar estos eventos y practicarlos, incluso hacer ejercicios de ordenador o de mesa y, luego, maniobras reales": todo ello resulta necesario para lograr la excelencia.