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Tres votaciones fallidas y dos fumatas negras en el Cónclave han reducido las opciones de Pietro Parolin como favorito a suceder al Papa Francisco al frente de la Santa Sede. A más deliberaciones, menos posibilidades. El actual secretario de Estado del Vaticano partía como claro favorito tanto en las encuestas de las casas de apuestas como, aparentemente, entre los propios cardenales. Así lo demostró aquel misterioso abrazo que el decano del Colegio de Cardenales, Giovanni Battista Re, le dio a Parolin tras la celebración de la misa Pro eligendo Romano Pontifice. "Auguri e doppi!". "Suerte por partida doble".

Sin embargo, fumata tras fumata, se ha demostrado que el consenso no era tan grande como se esperaba y es posible que se busque a un candidato alternativo. Las casas de apuestas ya han dado un vuelco. Parolin sigue fuerte, pero existen cada vez más opciones de que su candidatura se diluya en favor de perfiles menos moderados. El nuevo favorito es Luis Antonio Tagle, el cardenal filipino con raíces cántabras y actual Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

Tagle es un candidato amable y cercano a las nuevas generacionales de fieles, menos preocupadas por el dogma y la doctrina y más por los problemas cotidianos de los católicos. Se desenvuelve con soltura entre las masas, lo que le ha granjeado el sobrenombre de 'el Francisco asiático'. Maneja perfectamente la comunicación y las redes sociales, lo cual lo convertiría en un Papa más moderno.

En su defecto, nombres que ayer sonaban con mucho peso, como el de Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, o el de Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, siguen, poco a poco, reforzándose de cara al Cónclave. El primero es un no alineado que se presupone cercano a los postulados de Francisco; el segundo es abiertamente progresista. Otros, como el de Peter Turkson, conservador moderado, o Robert Sarah, abiertamente tradicionalista, han perdido fuerza en las encuestas.

Nuevos perfiles se postulan como candidatos papables serios: ahí está Jean-Marc Aveline, francés y uno de los cardenales más cercanos a Bergoglio, que ha experimentado un aumento astronómico –de 33 a 18– en las casas de apuestas. O Mario Grech, sacerdote católico de Malta que ocupa el cargo de Secretario general del Sínodo de los Obispos, un outsider.

También entra en las quinielas el estadounidense Robert Francis Prevost Martínez, de 69 años, prefecto de la Congregación de los Obispos, el órgano encargado de asesorar al Papa. De salir elegido, se convertiría en el primer Papa estadounidense, lo cual reforzaría la posición geopolítica de Donald Trump. Aunque Prevost, misionero en Perú y muy cercano a las periferias, jamás se ha posicionado a favor del republicano.

Es importante recordar que de los 133 cardenales que forman el Cónclave, 108 fueron nombrados por Francisco. Eso no asegura una victoria, ya que algunos se han mostrado contrarios a su espíritu reformista, como Fridolin Ambongo Besungu, también en las encuestas, quien se negó a bendecir en África a las parejas homosexuales.

Sin embargo, la mayoría de los cardenales forman parte del sector aperturista, por lo que se prevé que, al menos, el próximo Papa no romperá con la senda reformista iniciada por Francisco. Es difícil pensar que reaccionarios como Robert Sarah o Raymond Leo Burke puedan acceder a la Santa Sede, ya que implicaría destruir gran parte del legado de Bergoglio.

Si los candidatos moderados como Parolin son incapaces de generar un gran consenso, es posible que los cardenales viren hacia perfiles más progresistas, como el de Tagle o Zuppi, o a candidatos nuevos, no alineados políticamente o con poco peso en la curia vaticana, como el de Pierbattista Pizzaballa, que supongan una brisa de aire fresco en la Iglesia.

A lo largo de la tarde, el Cónclave se reunirá de nuevo para elegir al próximo sucesor de la Cátedra de San Pedro. Las deliberaciones se reanudarán por la tarde. A las 15:45, los purpurados accederán al Palacio Apostólico y a las 16:30 comenzarán a votar de nuevo. Si se alcanza un acuerdo en la primera votación, habrá fumata blanca entre las 17:30 y las 19:00. De lo contrario, habrá una tercera fumata negra a última hora de la tarde.