San Pedro del Pinatar
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Francisco Javier M.S. y su pareja marroquí, Zohra L., -dos décadas menor que él- llegaron el pasado 1 de abril a la compraventa Coches Horadada: él se llevó un vehículo que había comprado "por 4.500 euros con su propio dinero para dárselo a su pareja", según rememora Viorel, empleado de este negocio, a EL ESPAÑOL. Sin embargo, de forma contradictoria, nueve días después ese coche se convirtió en el arma homicida con la que esta mujer atropelló al hombre que se lo había regalado".

Este miércoles, a las tres menos cuarto de la tarde, Francisco Javier, natural de San Pedro del Pinatar, de cerca de setenta años, salió de su domicilio en el mismo municipio con unos papeles. Pero no se percató de que su novia, Zohra, de 46 años, salió tras él siguiéndolo con sigilo, para atropellarlo supuestamente de forma intencionada.

Así lo confirman a este diario fuentes policiales, que explican que todo parece indicar que momentos antes del suceso, la pareja había mantenido una discusión en la vivienda de Francisco Javier, en la que también vivía ella, ubicada en este municipio murciano de poco más de 25.000 habitantes que se levanta a orillas del Mar Menor.

Una fuente del Ayuntamiento pinatarense indica que Zohra "atropelló a su pareja, y luego volvió a estacionar cerca del lugar del siniestro. Cuando los agentes policiales vieron el vehículo, se dieron cuenta de que era compatible con el suceso. Estuvieron indagando en la zona y comprobaron que ese coche lo solía usar la pareja de la víctima, a la que localizaron en la propia vivienda".

Un cámara, este jueves, grabando la vivienda donde Francisco Javier vivía junto a su pareja sentimental, Zorah. J. I. M.

Zohra había intentado esconderse, e incluso cuando los agentes fueron a por ella, fingió un desmayo, ante el asombro de los horrorizados vecinos. Pero ninguna de esas tretas le sirvió para escabullirse. Más tarde, en las pruebas realizadas por los agentes de la ley, esta mujer marroquí "dio positivo en cocaína y en marihuana", según fuentes policiales. El atropello se produjo prácticamente frente a la puerta de la vivienda donde ambos vivían, propiedad de Francisco Javier. Ahora, la detenida se encuentra bajo disposición de la Guardia Civil.

Al parecer, las discusiones entre esta pareja no eran poco habituales. Basta con dar una vuelta a la manzana donde tuvieron lugar los hechos para que los vecinos confirmen la volatilidad de esta relación y, sobre todo, el carácter conflictivo de Zohra. De hecho, en un taller muy cercano a la vivienda, un trabajador expone que "los gritos de las discusiones llegaban hasta aquí".

"Ella lo llevaba por la calle de la amargura. Eran peleas constantes, y aparte él tenía una minusvalía. Andaba y tal, pero no estaba al 100% físicamente. Ella era un toro, un torbellino de mujer, y bebía alcohol por un tubo. Esta desgracia era una crónica anunciada", amplía este trabajador.

Sin embargo, tales malos tratos podrían haber sido mutuos, debido a que Zohra había denunciado a Francisco Javier: ella figuraba como víctima con un nivel de riesgo bajo en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén). En su caso, las autoridades no impusieron ningún tipo de medidas judiciales, como podría haber sido una orden de alejamiento.

Un periodista gráfico toma imágenes del lugar exacto en el que Francisco Javier fue arrollado por su pareja. J. I. M.

Pero la toxicidad de esta pareja queda todavía más patente al tener en cuenta que este crimen se produjo poco más de una semana después de que Francisco Javier le regalara el vehículo del homicidio a Zohra: "Se les veía unidos, él se refería en todo momento a ella como 'mi mujer'. Ella estaba bastante ilusionada", rememora el empleado de la compraventa donde el fallecido se hizo con el coche.

Sin embargo, a este currante no le pasó por alto la extrañeza del carácter de Zohra: "Sinceramente, rarita sí que me parecía. Incoherente a la hora de hablar. Vinieron aquí dos días: el primero, cuando reservaron el coche, ella se lo quería llevar ya, y me insistió. Pero yo no puedo entregar un vehículo hasta que se transfiera, y aparte tuvimos que hacerle también la ITV".

El vehículo en cuestión se trataba de un Opel Corsa, con 145.000 kilómetros, y que el fallecido "pagó por transferencia": "Hicieron un primer pago de 500 euros para reservarlo; y más tarde, otro de 4.000 para poder comprarlo". Este vendedor no da crédito al crimen, porque según explica este jueves: "Hace dos o tres días 'Javi' -Francisco Javier- me llamó para buscar una fecha en la que traerme el coche para arreglar un rocecito que llevaba".

Silencio familiar

Por otro lado, en buena parte de la calle donde se produjo este incidente viven familiares directos de Francisco Javier. EL ESPAÑOL ha intentado ponerse en contacto con alguna fuente familiar del fallecido, pero han rechazado pronunciarse: "No vamos a dar ninguna declaración", zanja Borja García, yerno del difunto.

Así lo secunda Laura, también familiar de Francisco Javier, que se explica ante el periodista desde la puerta de su negocio conteniendo las lágrimas por el impacto que le ha generado el suceso: "La Guardia Civil nos ha dicho que no hagamos declaraciones, que mantengamos silencio. Solamente insisto en que lo que se ha dicho no es cierto: él no era un maltratador. Pero no puedo decir nada más".

Agentes transportan el cuerpo del difunto Francisco, este miércoles, junto a la zona donde ha sido atropellado por su pareja en San Pedro del Pinatar.

El fallecido, del que una fuente del Ayuntamiento explica que "nació en 1959", se llevaba 19 años con su pareja. Francisco Javier era suegro del líder de Vox San Pedro del Pinatar, el concejal Antonio Martínez; tenía tres hijas adultas de un matrimonio previo a su emparejamiento con Zohra, y se había dedicado a montar distintos negocios en el municipio.

Juana Mari es una de sus hijas, y codirige una empresa inmobiliaria muy popular en la zona junto a su marido, Borja García. Para promocionarse, ambos publicaron una conversación en un pódcast donde explicaban los orígenes de su negocio, que parte de una inmobiliaria que fundó Francisco Javier.

En esta conversación publicada el pasado 1 de marzo en Spotify, Juana Mari rememora que su padre decidió "profesionalizar" el negocio de su abuela -la madre del fallecido-, una pequeña tienda que empezó siendo una droguería, donde "había de todo": "La gente la llamaba la tienda de Juana, que era mi abuela. Más tarde, mis padres especializaron esa tienda en cortinas. Después, mi padre abrió también una inmobiliaria en 2006, y llevaba las dos cosas".

De hecho, la tienda de cortinas que había regentado Francisco Javier es uno de los bajos de la vivienda donde habitaba junto con su actual pareja. Este pequeño negocio le convirtió en un hombre muy conocido en el barrio, porque para los vecinos, cuando la regentaba su madre, "era la tienda del pueblo". Pero tiempo más tarde, su hija Juana Mari se acabó haciendo cargo de la inmobiliaria, y la antigua tienda de textiles desapareció.

Por su parte, nadie en el barrio sabe prácticamente nada de Zohra. Cabe deducir que es una persona que rompe con el estereotipo habitual que existe sobre las mujeres marroquíes. En primer lugar, por casarse con un hombre no musulmán; y en segundo lugar, por otros hábitos que describen los vecinos.

"Llevarían más de 5, 6 años juntos", detalla María, trabajadora interna de la vivienda que se sitúa justo frente al lugar donde habitaba el difunto y donde tuvo lugar el incidente. "Le gustaba mucho arreglarse, un día se hacía el moño, otro día se ponía el pelo lacio, otro día se lo ponía rizado, luego postizo... (...) A ella le acaban de aprobar una paga por un accidente que tuvo hace tiempo".

María, vecina, frente al lugar en el que Francisco Javier fue atropellado. J. I. M.

Esta vecina detalla que Francisco Javier no vivía solo con Zohra, dado que en su casa también "viven la madre y una hija de su pareja". De hecho, este diario ha podido corroborar esta información, observando que una anciana con un velo y una joven aparentemente menor de edad se encontraban este jueves por la mañana en la vivienda del fallecido. Sin embargo, la anciana también ha rechazado ofrecer declaraciones a los medios de comunicación.