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Dijo a sus familiares y amigos que invirtieran sus ahorros en una nueva empresa que acababa de lanzar. Les prometió rendimientos del 80 %, y así fue. Al menos, al principio. De los amigos satisfechos, pasó a contratar a empleados que le siguieron sin pensarlo, impresionados por las historias de éxito. Y éstos, a su vez, salieron a captar hasta más de 10.000 clientes.

Los primeros retornos fueron extraordinarios. Llegaron a las cuentas de quienes confiaron en él, tal como había prometido. Pero al cabo de tres años, se cortó el grifo: el rastro del dinero desapareció. Él dijo que tenía problemas con el fisco y los bancos, y que todo se solucionaría. La realidad es que, o bien se fugó con el dinero, o bien lo perdió todo en inversiones de alto riesgo.

La historia podría ser la de cualquier manual de esquema Ponzi, la estafa piramidal en la que los primeros clientes cobran el dinero que depositan los que vienen después, de tal manera que siguen atrayendo a nuevos incautos que caen en una trampa fatal porque jamás verán su dinero de vuelta. En este caso, tanto su protagonista como las más de 10.000 víctimas son reales y ya forman parte de la estafa piramidal más grande del siglo en México.

Hablamos de Luis Alberto Pérez Zamorano, un financiero de orígenes humildes que en 2019 lanzó Inverforx, una plataforma de inversión en el mercado Forex (mercado mundial de divisas). A través de ella, estafó presuntamente el equivalente en pesos mexicanos a 250 millones de euros, según denuncian sus víctimas en México.

En medio de este escándalo que ha sacudido México, Pérez Zamorano lleva años instalado en Barcelona. Allí ha establecido una nueva red de lucrativos negocios y lleva un tren de vida al alcance de muy pocos, en absoluta libertad y lejos del acoso de quienes en su país de origen reclaman su dinero de vuelta.

Uno de ellos es Abelardo Palomino, uno de los primeros trabajadores de Inverforx, procedente del sector de los seguros, desde donde arrastró a una legión de clientes hacia los productos financieros de Pérez Zamorano, que luego resultaron ser una estafa. 

Palomino no sólo fue un empleado que se quedó sin cobrar, sino que invirtió el equivalente en pesos mexicanos a medio millón de euros en un proyecto en el que creyó a ciegas y en el que hizo creer a otros. Cuando se dio cuenta de que el dinero nunca volvería, ya era demasiado tarde.

Un grupo de trabajadores públicos del Estado de Michoacán denunciaron a funcionarios por fraude. Postdata.news

Desde hace dos años, este exempleado ha emprendido, junto a otros afectados, una cruzada para dar caza a Pérez Zamorano, a quien la justicia en México todavía no ha echado el guante, pese a las más de medio millar de denuncias y las evidencias que se acumulan en su contra. Ahora comparte su historia con EL ESPAÑOL, consciente de que Pérez campa a sus anchas en España tratando de borrar su pasado, y quién sabe si tratando de estafar a nuevas víctimas.

Rentabilidad del 80 %

El 30 de mayo de 2019, Pérez Zamorano, un financiero graduado en la Universidad Tecnológica de México y con una trayectoria en bancos como la rama mexicana del HSBC o Actinver, un servicio de inversiones y gestión patrimonial en ese país, registró su propia plataforma con el nombre comercial de Inverforx. Se inscribió oficialmente con la razón social de Strategic Capital Agency.

Según refirió Milenio, un periódico mexicano, Pérez Zamorano comenzó a publicitar su producto en cenas en hoteles y resorts de la Riviera Maya. Eran eventos exclusivos para familiares y amigos en los que promocionaba las bondades de Inverforx: rendimientos de hasta el 80 % anual en el mercado mundial de divisas y en 'commodities' como litio, oro, petróleo, plata, cobre, azúcar o trigo. 

Se trataba de un porcentaje ocho veces el promedio de rendimiento del índice bursátil más rentable del mundo, el S&P 500 de los Estados Unidos. En estos eventos, el gurú presentaba clientes que ya habían invertido con él y que habían recibido los retornos prometidos. Esto atrajo a muchos más inversores a su red.

De forma paralela, para apuntalar la credibilidad a su plataforma, Pérez Zamorano se sirvió de funcionarios de alto rango del Gobierno de la región mexicana de Michoacán para que hicieran de intermediarios con nuevos clientes, entre ellos, trabajadores de la administración pública que pasaron a engrosar la base de datos de Inverforx y su cartera de clientes.

Transcurrido el verano de 2019, la plataforma ya había echado a andar. Estaba a pleno rendimiento. En septiembre, Abelardo Palomino se incorporó al equipo de comerciales de Inverforx. Anteriormente había trabajado como agente de seguros y contaba con una amplia lista de clientes a quienes no les costó convencer para que pusieran su dinero en manos de Pérez Zamorano. Porque él mismo lo había hecho.

"Me contrató a mí y a varios compañeros del mundo de los seguros en un esquema de sueldo y comisiones. El sueldo fijo era el equivalente a 800 euros mensuales, mientras que el variable podía ascender a los 25.000 cada mes y medio, que a su vez yo repartía a otros agentes en los que apalancar mi cartera de clientes", explica Palomino en conversación con este periódico.

A lo largo de los años que estuvo trabajando para Inverforx, Palomino cuenta que atrajo a unos 560 clientes. "No todos estaban cuando se destapó todo", matiza, preguntado por si le han pedido cuentas tras las pérdidas. "Al final, la mayoría de mis clientes afectados comprendieron que yo era uno más como ellos, aunque no todos lo ven así", dice el exempleado.

Una imagen promocional del Grupo Inverforx.

Como en todo esquema Ponzi, los primeros clientes recibieron sus inversiones de vuelta multiplicadas al porcentaje que Pérez Zamorano les prometió. Era una ganga. Esto atrajo la friolera de 10.000 clientes de 2019 a finales de 2022 entre ellos, trabajadores como el propio Palomino, que invirtió su patrimonio en los productos que él mismo vendía, con una confianza ciega.

Pero en diciembre de 2022, Palomino dejó de cobrar comisiones. Un mes después, en enero de 2023, Inverforx dejó de pagar a los clientes que no habían retirado sus inversiones.

10.000 estafados

Cuando Pérez Zamorano dejó de pagar a Palomino y a otros de sus trabajadores, el gurú financiero se excusó aduciendo problemas con el banco. También mencionó que el Servicio de Administración Tributaria, la hacienda mexicana, bloqueaba sus activos por ejecutar más de 400 transferencias diarias y prometió que pronto se restablecería la normalidad, tanto en los pagos a sus empleados como a sus clientes.

Al principio, Palomino y René Pérez, otro de los trabajadores con los que ha hablado este periódico, y Jorge Peña, otro excolaborador, no les quedó más que confiar en la palabra de su jefe. Así es como Pérez Zamorano mantuvo toda su operativa a flote por varios meses más. Pero sólo semanas después de dejar de pagar las comisiones, dejó de hacerlo a los clientes. Entonces es cuando Palomino y otros empleados empezaron a dudar y se pusieron a investigar.

"Comenzamos a cuestionar ciertos documentos que él nos mostraba como prueba de que lo que decía era verdad. Cuál fue nuestra sorpresa cuando Hacienda nos dijo que ese documento nunca había sido expedido y que, básicamente, era falso", explica Palomino. 

Tanto el fisco mexicano como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la CNMV mexicana, aseguraron desconocer la actividad de Inverforx y negaron cualquier implicación en el bloqueo de las cuentas. Porque la plataforma actuaba al margen de la ley.

En abril de 2023, al quinto mes sin cobrar y sin noticias de sus inversiones, Palomino, Pérez y Peña explotaron y fueron con todo contra Pérez Zamorano para tratar de recuperar su dinero y el de sus clientes.

Lo mismo hicieron centenares de afectados, que a lo largo de los meses presentaron denuncias colectivas tanto contra Pérez Zamorano como contra los funcionarios del estado de Michoacán que actuaron en nombre de Inverforx. Éstos últimos fueron denunciados en noviembre de 2023 por varios colectivos de trabajadores públicos estafados.

Luis Alberto Pérez Zamorano.

El gurú de Inverforx, sin embargo, ya estaba lejos de su alcance, en Barcelona, donde había fijado su residencia en 2021. Pese a las denuncias y a estar investigado, el presunto estafador no ha sido todavía reclamado por la Justicia en México porque no ha podido ser notificado legalmente ya que las autoridades dicen no conocer exactamente su paradero, hecho que a Palomino y a los demás afectados les resulta insólito. 

El extrabajador todavía se cuestiona por qué Pérez Zamorano no ha sido todavía aprehendido por el sistema judicial mexicano.

En Porsche por Barcelona

Pérez Zamorano eligió la capital catalana porque quería que su hijo mayor, ahora de 18 años, se convirtiera en futbolista profesional. Ahora juega en un equipo de fútbol de la ciudad, aunque no profesional. Su padre, haciendo alarde de una vida de millonario en Europa, también quiso matricular a su vástago en la Universidad de Oxford en Inglaterra.

El gurú financiero mexicano también tiene una hija de 15 años y, según refieren fuentes de su entorno a este periódico, vive en un apartamento de lujo frente al mar y se mueve con un Porsche de gran cilindrada.

En la Ciudad Condal reside junto a su tercera mujer, Carolina del Socorro, con quien se casó en septiembre de 2024, tras dos matrimonios fallidos que terminaron en demandas por incumplir la pensión alimenticia y violencia intrafamiliar.

Una de las exesposas, Ana Laura López, también su exgerente, estuvo casada con él 12 años. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con ella sin recibir respuesta al momento de la publicación de este reportaje. También lo ha intentado con Pérez Zamorano, obteniendo el mismo resultado.

Del Socorro, su esposa actual, también trabajaba con él como asesora de ventas de Inverforx en México. Comenzaron su romance a finales de 2022, cuando el entramado comenzó a tambalearse. En octubre de 2023, Pérez Zamorano consiguió la nacionalidad española a través de una 'Golden Visa' y Carolina se fue a vivir con él a Barcelona poco después.

Pese a que el presunto estafador ha querido en los últimos meses mantener un bajo perfil en redes sociales por los asuntos que le persiguen de México, fue su nueva esposa la que reveló, a través de su foto de usuario de WhatsApp, la boda entre ambos que Pérez Zamorano siempre quiso ocultar.

Foto de la boda que Del Socorro publicó en su perfil de WhatsApp.

Además, en Barcelona, el gurú financiero ha constituido 13 empresas, que van del sector inmobiliario a la hostelería, pasando por servicios de transporte de taxi o inversiones y productos financieros. 

Imperio empresarial

Las sociedades limitadas de Pérez Zamorano en Barcelona están registradas bajo los nombres de Atlantia Triunfo; de actividad desconocida; Invertaxi Global Business, de servicios de taxi; Zamon Inversiones, inmobiliaria; Innovaforx Global Pymes, una incubadora de empresas; México Dorado, de hostelería; Niahle Holdings, de inversiones y productos financieros; Urban Axis, inmobiliaria; Zamon Inversiones, también inmobiliaria; e Inmazco Inversiones Inmobiliarias.

En la inscripción de estas empresas, Pérez Zamorano contó con la firma como administrador de José Luis Colls Peyra, abogado y cuñado del político Josep Antoni Durán i Lleida. Colls Peyra consta como administrador de más de 500 sociedades en España y ha sido imputado por fraude en el pasado.

De las empresas registradas por el gurú en España, Inmazco Inversiones Inmobiliarias es la sociedad más importante de todas, con sede en el número 123 de la Rambla de Cataluña de la Ciudad Condal. En su catálogo cuenta con 30 inmuebles que suman hasta 7.000 metros cuadrados y dan, según anuncia, una rentabilidad de 155.000 euros mensuales.

Las propiedades se dividen entre 10 locales comerciales, cuatro apartamentos de alquiler de larga duración, dos pisos de alquiler corta duración, cuatro inmuebles de alquiler turístico (tres pisos y una casa) y una promoción inmobiliaria de 10 casas unifamiliares con garaje.

Más allá de la incubadora de empresas, Innovaforx Global Pymes, Pérez Zamorano no ha explotado en Barcelona, de momento, ningún negocio relacionado con la marca y el tipo de productos financieros que tiene a decenas de miles de personas pidiendo su cabeza en México. Tras no producirse los primeros pagos hace un par de años, han sido varios los clientes que le han amenazado e incluso han ido a buscarle a su refugio barcelonés reclamando el dinero.

"Mantuvo las operaciones con seis o siete empleados para tratar de captar clientes incluso cuando no estaba pagando. Varios fueron a buscarle y, al amenazarle seriamente, procedió a los pagos. Es alguien con mucho ego y, sobre todo, al principio, por quedar bien, sí que devolvió algún dinero. Luego ya le dio igual", dice Palomino.

La última aparición pública de Pérez Zamorano fue el 18 de noviembre de 2024, en una charla por Zoom en la que dijo que ya había liquidado los pagos a 250 clientes. Según Milenio, parte del dinero estafado salió de México a través de otros empleados en empresas de EEUU, vinculadas a capital venezolano. También una parte fue incautada por las autoridades del país norteamericano, donde también hubo víctimas de Inverforx, lo cual puso al FBI tras la pista del gurú.

El extrabajador y los demás denunciantes confían en que las autoridades judiciales mexicanas emitan una orden de búsqueda y captura contra Pérez Zamorano en las próximas semanas, según la información en su poder. "Ya no confiamos en recuperar el dinero, pero sí en que, al menos, se haga justicia y no haya más afectados en el futuro", concluye Palomino.